Andrea Janeiro vuelve a casa por Navidad tras montar un «belén» en Londres

Andrea Janeiro, la hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique vuelve a casa por Navidad, como el turrón, aunque su televisiva madre está más que enfadada con ella a raíz de unos hechos que sucedieron en Londres, donde estudia la joven.

Según cuenta 'EsDiario', Andrea Janeiro y Belén Esteban ya dieron que hablar con su juego al despiste sobre la elección universitaria de la primera. Madre e hija pactaron no concretar sobre la ciudad elegida así como tampoco sobre los estudios a seguir. De esta forma querían evitar que los fotógrafos le pisaran los talones a la joven. Algo completamente innecesario dado que un reportaje de la hija mayor de Jesulín en su vida diaria no justifica la inversión que tendría que realizar un fotógrafo para desplazarse a la city londinense, a no ser que consiga captar imágenes 'especiales'.

Pues bien el pasado fin de semana acudió Andrea a una librería donde la modelo Cara Delevigne firmaba ejemplares de su libro. La hija de Belén Esteban esperó pacientemente su turno hasta que llegó el momento de reunirse con la modelo para que le firmara su libro. Fue entonces cuando por empezó a sonar por los altavoces del centro comercial el 'Despacito' de Luis Fonsi y la hija de la de 'Sálvame' llevada por un impulso, se puso a bailar.

Lo cierto es que los allí presentes se quedaron de una pieza al ver a Andrea contonearse al ritmo de la música. Hasta la propia Cara se sorprendió, contagiándose de la pasión de la joven y la acompañó. Ambas protagonizaron un momento que causó sensación entre los asistentes. Pero claro, eso es precisamente lo que buscan los reporteros gráficos y el momento ha sido recogido en prensa, y aquí viene el disgusto de Belén, que desea que su hija siga manteniendo un perfil bajo para que su regreso a España no encienda el interés de los medios.

Lo sucedido hace que las agencias de prensa se hayan organizado para seguir los pasos de Andrea Janeiro. Sin duda, esto ocupa y preocupa a Belén Esteban, que no desea que su hija se convierta en carne de cañón. A buen seguro que la joven no va a decir nada. Sin embargo, poca tranquilidad auguramos a Andrea en lo relativo a sus entradas y salidas de la casa familiar, donde ya hacen guardia los reporteros.