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Carmen Lomana: Vivir en la dualidad

Carmen Lomana en un portal en el cumpleaños de Eugenia Martínez de Irujo
Carmen Lomana en un portal en el cumpleaños de Eugenia Martínez de Irujolarazon

Hoy más que nunca necesitaba silencio y recogerme un poco. Son días de mucho trabajo y demasiados compromisos sociales, compaginar todo con una sonrisa y presencia impecable es muy agotador, se necesita una enorme disciplina y rigor.

Hoy más que nunca necesitaba silencio y recogerme un poco. Son días de mucho trabajo y demasiados compromisos sociales, compaginar todo con una sonrisa y presencia impecable es muy agotador, se necesita una enorme disciplina y rigor. Me he levantado a las seis para disfrutar del silencio y la reflexión, tomar un desayuno importante de una forma sosegada y, a continuación, escribir esta crónica. En el momento de empezar a escribir pienso en mis lectores, quiero imaginarlos, algunos los siento muy cerca pues cada semana recibo sus comentarios en las redes sociales, especialmente Instagram, y no dejo de asombrarme con su cariño, sugerencias y críticas cuando no están de acuerdo con mis opiniones respecto a la política de nuestro país. Siempre surge el insulto o descalificación al comentar sobre el inquietante descontrol en Cataluña y lo mal que muchos catalanes lo están pasando con la intransigencia y totalitarismo de los políticos independentistas y sectarios que dividen a la sociedad en «estás conmigo o estás contra mí, y, si estás contra mí, prepárate». Esta dictadura que va «in crescendo» ni puede ni debe soportarse. El Gobierno «ocupa» no hace nada al respecto porque bastante tiene el Sr. Sánchez, alias «Falconetti», con abrocharse el cinturón al sillón de la Moncloa y pelear con sus contradicciones y dualidad, porque ahora resulta que en una persona viven dos. Uno dice una cosa y el otro la contraria, dependiendo de si habla como presidente del Gobierno o como Pedro Sánchez. Un país con un elemento gobernando desde la esquizofrenia y entregado a su propia autocomplacencia y al turismo de Estado, como si el mero ejercicio del cargo de presidente supusiese la consumación de su existencia y destino en lo universal, solo puede llevarnos al caos. De la misma forma que Nerón mientras ardía Roma tocaba la lira, Sánchez tiene su hoja de servicios vacía de éxitos. No ha habido ni un solo hecho relevante durante su Gobierno, ni siquiera ha conseguido sacar de su tumba a Franco, que era su principal objetivo. Este elemento no sé si me produce risa o pánico, pero lo que si sé es que no veo el día en que desaparezca para saber al menos a qué atenernos. Como les comentaba antes, esta etapa pre navideña se ha convertido en una carrera de obstáculos que a veces no soy capaz de superar. Comidas de empresa, cenas de amigos, copas de vino y champagne en los establecimientos a los que entras a comprar cualquier cosa. Una sociedad aparentemente alegre y feliz que se prepara en esta etapa de Adviento para conmemorar el Nacimiento de Jesús y comienzo de nuestra era cristiana occidental. Es bonito, al menos una vez al año, adornar ciudades, casas y vidas con la ilusión, tener más tiempo para dedicar a nuestros amigos, hacernos regalos, intentar estar impecables en el pelo, las uñas y la cara. Para llegar el día 24 por la noche divinas, pero agotadas. Vivimos en una sociedad contradictoria que va del gran atracón de comida al régimen de solo proteínas tan de moda que hace reventar el páncreas. Sería mucho más aconsejable la moderación y disfrutar de todo lo que nos gusta en pequeñas dosis sin sentir mala conciencia al tomar turrón o darnos un homenaje durante la Navidad. Les recomiendo ir a conciertos y musicales en estos días que nuestros teatros tienen una magnífica programación. Es importante inculcar a los hijos el amor por la música y la cultura, compartir con ellos la experiencia y después comentarla en familia. Intentemos crear en estas fiestas sosiego, armonía y felicidad a nuestro alrededor.