Artistas

Chabelita vuelve a sentirse «una Pantoja de segunda»

Isa, en el concierto de su madre
Isa, en el concierto de su madrelarazon

Hace meses ya clamó, lo advirtió y denunció, no se anduvo con rodeos Chabelita: «No soy co-mo mi otro hermano». Creó crisis familiar, Kiko le reprochó el desahogo, las aguas aparentemente volvieron a su cauce y tornó la armonía. Acaba de repetirse nuevamente ese desprecio inhumano en el concierto de vuelta y marcha atrás, por usar expresión jardeliana que encaja con el futuro incierto de Isabel Pantoja, de sólo tres conciertos programados. El primero no se sabe si el 11 de diciembre, una fecha mala, todos pensando en el turrón.

Por cierto, Freixenet afronta la crisis empresarial con tres bandos a la greña, algo impensable en un clan de tanto «seny», que hizo de su spot un símbolo navideño, tanto como el turrón o los polvorones. Esta vez repite el equipo femenino de gimnasia rítmica. El 28 estrenan por todo lo alto, con una exhibición en el teatro Goya para casi 150 espectadores, aparte de la prensa fidelísima a Josep Ferrer, creador de la marca, y a los hermanos José Luis y Pedro Bonet, auténticos mantenedores de un anuncio que hizo historia desde que Paul Newman lo grabó en Hollywood y Kim Basinger, injustamente olvidada por el cine, nos cautivó en San Francisco, donde también visitamos los viñedos de Napa Walley con muchas hectáreas donde se cultivaba el espumoso catalán. Cada estrella escogía donde presentarlo. Pero, además, Anthony Quinn exigió que también estuviera en el anuncio su hijo Lorenzo, que sólo esculpe manos. Dos enormes están a la entrada de la clínica barcelonesa de Ivan Mañero, coleando aún su beneficio para curar a los niños de Guinea Bissau. Hace justo veinte años Quinn optó por Venecia, secundado por la aún imponente Juncal Rivero, encabezando un cuarteto con Sofía Mazagatos, hoy mamá asentada gracias a Tito Pajares de «La Boutique», Lorenzo Quinn y Mar Flores, que desquició al Zorba mexicano. La esperamos media hora en la rueda de prensa hasta que Anthony, molesto y cabreado, resolvió empezar sin ella, creyéndose ya la reina de los canales.

Siempre mantuvo esa conducta, no sólo maleducada y antiprofesional, sino también distanciada de quien siempre fue su cómplice hasta que tras un desfile coruñés se prendó del conde Lequio. Coincidimos en un ascensor hotelero porque teníamos habitaciones vecinas. Fueron a la de la guapa, lo oí todo y ya en plena caza y captura de Fer-nández Tapias se repitió el caso en el Royal Monceau parisiense y pegué el oído a la pared para oír sus encendidas charlas telefónicas. Entendí el ardor guerrero del naviero vigués, hoy heredado por Nuria González, auténtico y abnegado paño de lagrimas, un bálsamo tras aquel bochorno romano a pie del familiar palacio de Torlonia, infidelidad bien retratada por Miguel Temprano y el propio conde, que engatusó a Mar Flores y a Sofía Mazagatos, entre otras muchas mujeres.

La Caballé también protagonizó el anuncio de las burbujas, como Nacho Duato, Penélope Cruz, Paz Vega, Pierce Brosnan, Demi Moore, Gwyneth Paltrow, Shakira, Sharon Stone, Antonio Banderas... Supieron alternar el rebrillo hollywoodiense con el prestigio artístico o la película del momento. Un spot que es historia y catálogo de grandes.

Volviendo al clan Pantoja, lo de Isa postergada daría para un dramón o folletín. Mientras el primogénito ocupó palco presidencial con la «yaya», ella se vio desplazada tras los periodistas, al fondo, sin relumbre. «Soy de segunda», repite con lamento. Y le sobra la razón.