Casa Real
El adiós al barco «Fortuna» y a los dos Ferrari
Madrid- La normativa sobre regalos a los miembros de la Familia Real la elaboró Felipe VI y su «equipo» de la Casa del Rey, pero en los últimos años de reinado de Don Juan Carlos se tomaron las primeras medidas. La primera renuncia fue el barco «Fortuna», en el que el Rey Emérito navegó por última vez en 2012. Regalo que corrió a cuenta de 25 financieros y hoteleros de Baleares en el año 2000 a través de la Fundación Turística y Cultura (Fundatur). En 2013, el padre de Felipe VI pidió a Patrimonio Nacional que pusiera en marcha los trámites para la venta del barco, que finalmente se ha vendido por 2 millones de euros a Balearia Eurolíneas Marítimas, un importe irrisorio si se tiene en cuenta que la oferta inicial era de 10 millones de euros, cuando en origen costó 19. Otro obsequio que ha corrido la misma suerte fueron los dos Ferraris que el primer ministro emiratí regaló a Don Juan Carlos en 2011.
La decisión de desprenderse de ellos se tomó un mes después de que el padre de Felipe VI optara por renunciar al «Fortuna», según informó un portavoz de la Casa del Rey. Según explicaron también, Don Juan Carlos no habría llegado a utilizar estos dos vehículos, sino que habrían permanecido en el garaje del Palacio de La Zarzuela.
El Consejo de Ministros aprobó en enero un acuerdo por el que se decidió que el destino final de los dos vehículos será subastarlos, y que los fondos recaudados pasen a ingresar en las arcas del Estado. El motivo por el que los jeques del país árabe decidieran agasajar a Don Juan Carlos con estos dos vehículos fue su asistencia al premio Fórmula 1 en el circuito de Yas Marina en Emiratos de 2011, justo después de que se recuperara de su convalecencia por una operación en el tendón de Aquiles. Este interés por parte del entonces Jefe de Estado fue altamente valorado, como demuestra el modo en que quisieron reconocérselo.
Unos obsequios comprometidos
El «Fortuna»
A bordo de este barco ha pasado la Familia Real los veranos en Marivent, a pesar de que muy lejanas quedan ya aquellas imágenes de Don Juan Carlos y Doña Sofía con sus hijos y respectivas familias. Concretamente, en 2012 fue la última vez que Don Juan Carlos lo sacó a navegar, y bajo el pretexto de que era necesario por el buen mantenimiento de esta embarcación de 41,5 metros de eslora y una de los más veloces del mundo. Sustituyó al anterior, un obsequio en 1979 del rey Fahd de Arabia Saudí.
El Ferrari FF
Este cupé de tres puertas y cuatro plazas está valorado en 300.000 euros y alcanza una velocidad de 335 km/h. A Don Juan Carlos le regaló el primer ministro de los Emiratos Árabes dos modelos: uno en negro y el otro en rojo. Según afirman desde Zarzuela, solamente condujo uno de ellos en una ocasión.
Cada uno mide casi 5 metros de longitud y pesa casi 2.000 kilos.
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