Georgina Champman pide el divorcio a Weinstein

El productor huye a Europa a una clínica para luchar contra su adicción sexual y su mujer le abandona en un intento de salvar la empresa.

La historia de acosos y abusos del hasta hace unos días todopoderoso productor de Miramax en Hollywood, Harvey Weinstein, no hace más que empeorar a medida que se saben más detalles. Acaba de abandonar el país para irse a Europa, a una clínica de tratamiento contra la adicción sexual. Su mujer le abandona en lo que parece un intento de salvar su casa de moda, Marchesa, valorada en 15 millones de dólares (12.665.406 euros). Y ya no solo se le acusa de acoso, sino también de violación. Mientras, los actores de Hollywood y sus víctimas, algunos convertidos en estrellas por Weinstein, se señalan los unos a los otros.

Ayer, Rose McGowan, una de las primeras en denunciar el abuso, acusó a Ben Affleck de conocer todo lo que le hacía Weinstein a las actrices y modelos. «Ya le he dicho que deje de hacer eso», escribió en Twitter McGowan que le dijo Affleck en una ocasión. «Mientes», prosiguió McGowan, que entró en cólera después de que Affleck emitiese en un comunicado que no estaba al tanto de los abusos. De esta forma, con las alarmas encendidas productores y estrellas intentan ponerse a salvo de las consecuencias del escándalo que salpica hasta al ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ya que su hija, Malia, fue becaria en la empresa del productor.

Diez años de matrimonio

La diseñadora de Marchesa y ex modelo Georgina Chapman, que en un principio había apoyado a su marido, acaba de anunciar que se separa tras diez años de matrimonio. «Se me rompe el corazón cuando pienso en todas las mujeres que han sufrido tanto dolor por estos actos imperdonables. He decidido dejar a mi marido. Cuidar a mis hijos es mi prioridad, y le pido a los medios que respeten nuestra privacidad», solicitó en un comunicado que hizo llegar a la revista «People».

Tras el anuncio, Weinstein optó por marcharse de Estados Unidos. Mientras, un artículo publicado en «The New Yorker», del hijo de la actriz Mia Farrow, Ronan, relata que el productor de Hollywood violó a tres mujeres: Asia Argento, Lucia Evans y una tercera, la cual ha preferido mantenerse en el anonimato. En el artículo se indica que les obligó a mantener sexo oral y vaginal, lo cual abre la puerta a posibles penas de cárcel en caso de que una de las víctimas decida interponer una demanda civil o si el fiscal correspondiente al lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos considera que hay suficientes evidencias para abrir una causa criminal. En caso de que se le sometiese a juicio y fuera encontrado culpable, dependiendo del Estado, podrían enfrentarse a una pena de entre 3 y 35 años de cárcel. Asimismo, ayer se sumaron a las condenas Leonardo DiCaprio, Nicole Kidman y Matt Damon.