Gente

Jean-Claude Arnault, el club de «citas» del Weinstein sueco que pone en la picota al Nobel

El Forum fue el centro de la actividad cultural de Estocolmo y su fundador, uno de los hombres más poderosos de ese mundo. Desde su caída en desgracia y la dimisión de su esposa de la Academia sueca, ha trascendido que este espacio atendido por veinteañeras habría sido el escenario de los abusos de los que ahora se le acusa.

Katarina Frostenson finalmente renunció ayer a su silla en la Academia tras el escándalo causado por su esposo
Katarina Frostenson finalmente renunció ayer a su silla en la Academia tras el escándalo causado por su esposolarazon

El Forum fue el centro de la actividad cultural de Estocolmo y su fundador, uno de los hombres más poderosos de ese mundo. Desde su caída en desgracia y la dimisión de su esposa de la Academia sueca, ha trascendido que este espacio atendido por veinteañeras habría sido el escenario de los abusos de los que ahora se le acusa.

Un sencilla puerta roja en la calle Sigtunagatan de Estocolmo, de la que cuelga un letrero en el que se lee «Forum, un espacio para la cultura», dio la bienvenida durante décadas a los más notorios intelectuales de la sociedad sueca. Se reunían en ese sótano para debatir ideas y disfrutar de conciertos, representaciones teatrales y lecturas. De allí surgieron grandes nombres de la literatura y las artes del país escandinavo, muchas veces impulsados directamente por Jean-Claude Arnault, su fundador. Desde hace unos meses, sin embargo, la puerta roja no se ha vuelto a abrir. #MeToo se encargó de cerrarla para siempre. Y es que el pasado noviembre la periodista Matilda Gustavsson publicó un reportaje en el que 18 mujeres acusan a Arnault de abusos sexuales y violaciones y aseguran que muchas de las agresiones ocurrieron en su club.

Gustavsson afirma que se inspiró en la pieza de Ronan Farrow que meses antes despertó la ola de indignación contra Harvey Weinstein. De hecho, tituló su texto «El Weinstein sueco». Las repercusiones de su revelación no se han minimizado con el paso del tiempo, al contrario, el escándalo ha llegado hasta la Academia sueca, encargada de otorgar el premio Nobel de Literatura, de la que han dimitido cinco miembros en los últimos días. Arnault no solo está casado con Katarina Frostenson, que ocupaba hasta ayer el escaño número 18 en la institución, sino que es gran amigo de muchos de sus miembros y, según reveló la ya ex secretaria permanente de la Academia, Sara Danius, habría acosado a las esposas e hijas de algunos de ellos. Además, se le señala por haber filtrado los nombres de al menos siete ganadores del Nobel, entre ellos Patrick Modiano y Bob Dylan, que los obtuvieron en 2014 y 2016, respectivamente. No resultaría sorprendente, ya que un autor miembro del club comentaba al «Dagens Nyheter», el diario sueco que dio inicialmente la noticia, que el Forum era como «la sala de estar del Comité del Nobel».

Arnault nació en Marsella y se instaló por primera vez en Suecia en 1965, aunque pronto se trasladaría a estudiar a París. En 1968 regresó y se inscribió en la escuela de fotografía de la Universidad de Estocolmo, entonces dirigida por Christer Strömholm. De la mano del guitarrista Fred Åkerström y del pintor Olle Bonniér, Arnault comenzó a formar parte del mundo cultural sueco. Además de fotógrafo, ha sido director de teatro y editor, pero el centro de su atención siempre fue el club Forum, gracias al cual se convirtió en una figura realmente influyente. Tanto es así que un periodista sueco contaba recientemente a «L’Express» que muchos le consideraban el miembro número 19 de la Academia (que solo tiene 18). En 2015, por ejemplo, la ministra de Cultura, Alice Bah Kuhnke, lo nombró caballero de la Orden de la Estrella Polar, una distinción normalmente reservada para personas de la familia real por su relevancia en el ámbito literario y artístico del país.

Conejitas «Playboy»

Como ocurrió con Weinstein, parece que el comportamiento de Arnault era un secreto a voces. De hecho, la primera denuncia en su contra llegó a la Academia en 1997, pero el entonces secretario permanente consideró que no tenía importancia. Además, era bien sabido que el sótano del Forum era mucho más que el escenario de inocentes tertulias intelectuales. De hecho, el semanario francés «L’Express» cita a una redactora de un diario sueco que afirma que en Forum trabajaban sin cobrar una serie de mujeres jóvenes con aspiraciones de pertenecer a los círculos culturales a las que comparaba con las famosas chicas «Playboy», «pero vestidas de manera decente y sin orejas de conejito».

Aunque el escándalo lo desató el comportamiento de Arnault, la crisis en la Academia está relacionada también con su esposa. Frostenson, galardonada poeta y traductora, forma parte de la prestigiosa institución desde 1992 y dirigía el Forum junto a su marido desde su fundación en 1989, el mismo año en que contrajeron matrimonio. A pesar de la insistencia de algunos de sus compañeros, hasta ayer se había negado a dejar su puesto. Por ello, otros tres miembros, Klas Ostergren, Kjell Espmark y Peter Englund, renunciaron a un cargo que debía ser vitalicio. Muchos la señalan como quien ha realizado las filtraciones, además de que estaría al tanto de las andanzas de su pareja. Pero lo cierto es que la relación íntima de Arnault con la Academia iba más allá de su mujer, ya que la institución financiaba al Forum con donaciones anuales, además de otros gastos, como los cinco mil euros que pagaron para editar un libro de casi 800 páginas sobre la historia del club. Asimismo, Arnault actuaba como administrador de sus propiedades en Estocolmo y París, donde habría cometido algunos de los abusos de los que se le acusa.