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Karina y María Patiño, dos madrinas llenas de orgullo

La cantante animará los festejos de los próximos días, mientras que la presentadora, junto a Chelo García Cortés y Gema López, será pregonera.

Ya se respira un aire jaranero en las calles de Madrid, este año capital del World Pride
Ya se respira un aire jaranero en las calles de Madrid, este año capital del World Pridelarazon

La cantante animará los festejos de los próximos días, mientras que la presentadora, junto a Chelo García Cortés y Gema López, será pregonera.

Ya lo anticipó el castizo «Por la calle de Alcalá, con la falda almidoná». La juguetona música del maestro Alonso fue durante décadas una especie de reivindicativo himno contracorriente. Siempre marchoso y hasta cómico –«por la calle de Alcalá, la marica viene y va»–, sonaba en las manifestaciones no autorizadas, como si ser de otra manera marcara además de marginar. Nos han vuelto del revés. Desaparecieron las efusiones rápidas y el aquí te pillo en los céntricos cines Carretas y Pleyel, competidores de La bubu junto a la hoy taconeada Puerta del Sol. Parecía una disco y era un lugar de ligoteo aquel añorado y valiente Nerja de los años 70, situado en plena Milla de Oro, entonces aún sin esa denominación. Incomparable con Barcelona y su Barrio Chino, donde tenía como vagón de enganche los cines Capitol y Nagasaki al principio de las Ramblas, tras Colón, donde abundaban los bares de ambiente favorecidos por su vecindad portuaria. Parecía una canción de la Piquer llena de los hoy cargantes brazos tatuados sin nombre de mujer. Lo madrileño, tan a la vista, resultaba menos sórdido y, por consiguiente, menos atrayente.

No pasó ni medio siglo y ya ven, hoy es Madrid Capital Mundial del Orgullo Gay. Ya se respira un aire jaranero y gastador. Según cálculos, el gay está entre los que más gasta vaya donde vaya. Las calles, controladas por guardias metralleta en mano, ofrecen un renovado ambiente. Gran Vía, Montera, Hortaleza, Fuencarral, Don Ramón de la Cruz, las próximas a Puerta del Sol y el principio de la Castellana ya acogen a los visitantes adelantados que se han llevado la sorpresa del excesivo calor. Desde Cifuentes hasta Carmena se rinden de brazos abiertos. Incluso Rappel, que debía hacer hoy su debut teatral en el céntrico Rialto de Gran Vía . «Con todo vendido me he visto obligado a posponer el estreno hasta el día 5 para no coincidir», lamenta el adivino que no intuyó el cambio. Lo de «en casa del herrero», ya ven. «Gran Vía y Alcalá están cortadas al trafico y resultará casi imposible acceder a los teatros, no hay mal que por bien no venga», admite, resignado, desde sus reposados 72 años que no aparenta, siempre recurriendo al brisbís, que decía Maruja Díaz, ídolo gay donde los haya. Competía imitando a Sara sin llegarle al tacón, tiempos aquellos de una rivalidad imposible que no admitía comparaciones. Irrepetibles.

Estas jornadas fiesteras reciben un amadrinamiento singular y hasta sorprendente: Karina lanzará sus ya oxidadas «flechas del amor», ocasión óptima, en noches montadas por Antonio Robles, antiguo director de «¿Dónde estás corazón?». Ninguno como él, que la empareja nada menos que con María Patiño, poco dada a significarse, pero que lo hará en un irrepetible trío con mi casi hermana Chelo García Cortés y Gema López. Mañana darán el Pregón en Yasta –Patiño puede resultar un sorprendente bombazo–, un local especializado, precediendo a López y Belén Rodríguez, mientras el Amen Festival cobijará a primeros de mes a significados Djs nacionales como Lydia Sanz, Juanjo Martín, Abel Arana y el más conocido de todos, Erez Ben, junto a Vanessa Leyden, nuestra frustrada eurovisiva. Robles sabe impactar, deslumbrar, camelar, combinar y contrastar, lo demostró en el DEC tan añorado. Aseguran el meneíto junto a Malena Gracia, la eterna Regina Dos Santos, Romina de Molina, Kika Lorace y Rita Singing, que recuerdan aquellos seudónimos de artistas del New York catalán de Escudillers, otra mina inacabable como «Diferente», título de la gran película maldita de Alfredo Alaria y Sandra Le Brocq. Fue autor de los mejores musicales que aquí se han visto. Acabó mal contratado por Colsada y se hizo tristemente más famoso por su asidua concurrencia a los urinarios de Plaza de Urquinaona, donde mostraba su trasero al grito de: «¡Tengo el mejor culo del mundo!». Así había sido y lo exhibía fondón, burlando la censura en su último gran montaje con Pinocho y Mariquita Gallegos. Fue «De Las Vegas a España», donde brillaba la personal Jovita Luna, creadora del «Viajo Madrid, mi tango» que en tiempos compitió en el ambiente con «por la calle de Alcalá». Alaria terminaba ante la poli de Layetana y lo llevaban caminando porque los separaban unos metros de lo que los franceses tan alambicados llamaban «pisssotier» desguazador que era de hierro y, sórdido, dejando las piernas al aire, permitía seguir el tejemaneje que con descaro y riesgo hacían sus habituales. No, cualquier tiempo pasado no fue mejor.