Argentina

La vuelta al mundo en el Rastrillo

Del puesto de Portugal al de Rusia, pasando por el de Argentina, el mercadillo de Nuevo Futuro ofrece gastronomía y productos de diversos países.

Las voluntarias del puesto de Argentina,
Las voluntarias del puesto de Argentina,larazon

Del puesto de Portugal al de Rusia, pasando por el de Argentina, el mercadillo de Nuevo Futuro ofrece gastronomía y productos de diversos países.

Hoy domingo echa el cierre El Rastrillo, el mercadillo benéfico inaugurado en 1968 en un garaje de Madrid, cuyo objetivo no es otro que recaudar fondos para la obra de la Asociación Nuevo Futuro. Así que no hay mejor plan que acudir al Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, ya que todo el dinero que se gaste va destinado a mantener los hogares de acogida que esta ONG posee en nuestro país. En El Rastrillo, además de buena comida y compras navideñas con un fin solidario, siempre existe la posibilidad de coincidir con personalidades interesantes, como Nieves Herrero, que estuvo ayer firmando copias de su novela «Carmen», basada en la vida de la hija de Franco.

Si lo que le apetece durante su estancia es viajar durante unas horas, una inmejorable recomendación es la de visitar los diferentes puestos de los países presentes en el recinto. Nuestro recorrido comienza en Portugal, uno de los «stands» preferidos de la Reina Emérita, de ahí que lo curiosee en cada edición y escuche las recomendaciones de María del Cielo. ¿Qué puede adquirir? Loza (vajillas, ensaladeras...), además de individuales, delantales y cestas. Un perfecto tentempié resulta disfrutar de un café Delta y de unos pastelitos de Belem. La Casa de Rembrandt también es uno de los rincones que entusiasman a Doña Sofía, ya que hace unos días, durante su recorrido, no se resistió a comprar un par de quesos holandeses. Muy recomendable es el Maasdam, por cierto. Lo mismo que las clásicas salchichas, las galletas «speculaas» de canela, que son típicas de la festividad de San Nicolás y las de sirope, así como los panes de frutos rojos y jengibre. Las velas que no manchan son una buena compra, también los bulbos y, por supuesto, varias papeletas para la tómbola.

Empanadillas y choripán

Cierto es que el de Argentina es uno de los más concurridos, ya sea por las deliciosas empanadillas de carne que preparan, por el choripán o por los cortes de carne para comer a la parrilla. En alguna de sus mesas es fácil ver estos días a la Infanta Doña Pilar acompañada por Simoneta Gómez-Acebo, a quien ayer fue a visitar a su concurrido puesto la baronesa Thyssen, otra asidua de este mercadillo navideño. Para llevarse a casa son los alfajores, las hierbas para hacer mate y el dulce de leche. Justo enfrente, las prendas de piel desaparecen (chaquetones, gorros, bufandas...) y las alfombras de cuero de vaca son la estrella. Ya en Marruecos, pregunte por Jalid. Junto a una mesa de mosaico, las piezas antiguas de cerámica y de hueso de camello conozca los dulces de almendra del país y armonícelos con un té verde. Busque los huevos de Fabergé en el de Rusia, presidido por el Gran Duque de Rusia Jorge Romanov, quien le mostrará las auténticas matrioshkas, unas cajas pintadas, que cada una cuenta su historia, así como los dedales y los broches de ámbar.

Asimismo, Emilio Vivanco prepara en el de Perú un pisco en su punto de alcohol. Para asentarlo, qué mejor que un cucurucho de yuca frita y papitas aderezadas con salsa huancaína, ocapa o con mayonesa de aceituna de botijo. Nos cuenta Mari Luz Salvador que una excelente adquisición es un belén –la Reina siempre compra uno–. Lo mismo que las cusqueñas con marcos de pan de oro. Y en Hungría es donde culmina nuestro viaje por el Rastrillo. Si tiene en mente montar en breve su árbol de Navidad, pregunte a María Varga por las piezas creadas con productos naturales. Incluso puede comenzar a hacer la compra y sorprender a sus invitados con el clásico salami de la marca Pick, con vinos de Tokaji y con paté o foie de oca y de pato.