Francia

Louis Aliot: el hombre que no quiere ser «primer caballero» de Francia

El compañero sentimental de Marine Le Pen desde hace más de quince años rechaza la idea de asumir el puesto que podría ocupar si la líder de la ultraderecha francesa gana las elecciones. «No se vota a una pareja para el Elíseo, sino a un hombre o una mujer», ha dicho

Louis Aliot: el hombre que no quiere ser «primer caballero» de Francia
Louis Aliot: el hombre que no quiere ser «primer caballero» de Francialarazon

El compañero sentimental de Marine Le Pen desde hace más de quince años rechaza la idea de asumir el puesto que podría ocupar si la líder de la ultraderecha francesa gana las elecciones. «No se vota a una pareja para el Elíseo, sino a un hombre o una mujer», ha dicho

El hombre que puede convertirse en el «primer caballero» de Francia de la historia no quiere el título. Louis Aliot, compañero sentimental de Marine Le Pen desde hace más de quince años, rechaza la idea de ocupar ese puesto si la líder de la ultraderecha francesa gana las elecciones a doble vuelta. Ambos forman una atípica pareja que mezcla ambiciones políticas, ideología nacionalista, estrategias electorales y trayectorias personales con hijos de matrimonios anteriores.

Aliot defiende a su pareja y le acompaña en algunos viajes como el que hizo a Nueva York, cuando visitó una de las torres de Trump, o a Moscú, donde se reunió con Putin. También su figura aparece en actos de campaña, siempre al lado de su novia, pero rara vez participa en ellos, pese a tener cargo orgánico en el partido y, por tanto, una presencia justificada fuera de su relación con la líder frontista. La excepción a la regla se dio el pasado fin de semana, cuando se iniciaba el sprint final de la campaña y por primera vez Aliot presentó a la líder del Frente Nacional en Perpiñán.

Pero lo de Perpiñán fue excepcional y Louis Aliot ha decidido poner distancias en su vida pública con Le Pen. «¡Ni seré primer ministro ni tampoco primera dama!», afirmaba en una entrevista para el libro «Le Couloir de Madame», que hace el retrato de las parejas de los candidatos al Elíseo. «No se vota a una pareja, sino a un hombre o una mujer. Las parejas no deberían tener nada que decir y menos instalarse en el Palacio», sentencia Aliot, continuando un debate que lleva tiempo instalado en Francia, el del papel y el estatus que debe desempeñar esta figura, especialmente tras las especulaciones que durante todo este quinquenio se han producido entorno al soltero François Hollande, que dejó a su ex pareja Valérie Trierweiler por la actriz Julie Gayet en medio de una polémica sentimental que desencadenó el ingreso hospitalario de Trierweiler y su posterior venganza vía publicación de un libro en el que dejaba bastante mal parada la imagen del presidente.

Curiosamente, es el actual presidente francés quien tuvo la oportunidad histórica de ser el primer caballero de Francia. Fue en 2007 cuando su ex pareja y madre de sus cuatro hijos, Ségolène Royal, era la candidata socialista al Elíseo y perdió la presidencia en segunda vuelta frente a Nicolas Sarkozy, otro que cambió de primera dama, de su ex esposa Cécilia Sarkozy a la modelo y cantante Carla Bruni nada más llegar al poder. Un rol, el de primera dama, cargado de machismo, que en Francia ha hecho correr ríos de tinta con cada inquilino del Elíseo.

Nacido en Toulouse en 1969, la biografía de Aliot se explica por sus orígenes. Sus padres fueron repatriados de Argelia durante la guerra que mantuvo Francia con su ex colonia y la ideología familiar viró desde la izquierda hasta la derecha nacionalista en uno de los periodos más difíciles de la historia contemporánea de Francia. Durante la elección presidencial de 1988 es su propia madre quien lleva a Louis a un mitin de Jean-Marie Le Pen. No podría imaginarse que aquel hombre acabaría siendo su suegro años más tarde.

Asalto a la alcaldía

Licenciado en Derecho Constitucional, aficionado al rugby, Aliot milita en el partido desde los 20 años y, desde entonces, ha tenido varios cargos orgánicos dentro de la formación ultraderechista, tanto cuando la dirigía Jean-Marie Le Pen, como más tarde cuando su hija tomó las riendas. En 2005 ocupó la secretaría general del partido y desde 2011 ejerce como vicepresidente de la formación. Más allá de las poco ocultas ambiciones de Louis Aliot en la actualidad –prepara el asalto a la alcaldía de Perpiñán en las próximas elecciones municipales–, la pareja tiene otras razones para evitar el foco mediático en su relación que podrían perjudicar a Marine Le Pen en su carrera al Elíseo. Tal y como sucede con la esposa del candidato conservador, Penelope Fillon, Aliot también está marcado por la controversia de los empleos ficticios. El portal «Mediapart» reveló en 2013 que Aliot obtuvo un sueldo de asistente por parte de Le Pen, una práctica más generalizada de lo que los franceses creían entre su clase política y que ha marcado la campaña. En lo personal, tanto Aliot como Le Pen tienen hijos de relaciones anteriores. Él, dos y Marine, tres. A diferencia de los hijos de Hollande y Royal, Le Pen ha optado por alejar a sus vástagos de los focos y de lo que supone pertenecer a un clan como el suyo.

Con su pareja, la cosa es distinta. Si bien es cierto que él quiere marcar distancias con su carrera y por supuesto, no interferir en la de ella, Marie Le Pen suele publicar algunas instantáneas en sus redes sociales que muestran momentos compartidos con su pareja en un cuidado equilibrio de mostrarse cercana a sus seguidores y normalizar la imagen oscura que muchos franceses tienen de la formación ultraderechista. Hace poco, en las páginas de «Libération», el propio Aliot justificaba su postura explicando que quiere dedicar su tiempo a su región y que pretendía no dar gasolina a los enemigos políticos de su novia. «Los adversarios de Le Pen quieren utilizar nuestra relación para atacarla». La pareja de la ultraderechista explicaba su sensación durante los últimos meses según se ha ido acercando la fecha electoral. «Me usan para ir contra ella. Son idiotas que pretenden mandar mensajes a Le Pen por la vía de atacarme a mí. Por eso prefiero quedarme al margen y dedicarme a la política local». Sin embargo, la hemeroteca traiciona la postura actual de la pareja, ya que hubo un momento en el que Louis Aliot sí quiso ser «primer caballero de Francia». Fue en 2015 cuando el novio de Le Pen declaró estar dispuesto a «dejarlo todo» si un día Marine llegaba al Elíseo.

BRIGITTE, LA MAESTRA QUE CONQUISTÓ A MACRON

Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, se conocieron en las aulas de un instituto de Amiens y, a pesar de que les separaban 20 años de diferencia, se enamoraron. Ella tenía 36 años; él, 16. Emmanuel era su alumno aplicado. Se casaron en 2007, cuando la maestra ya tenía 50. Brigitte Trogneux (su nombre de soltera) es madre de tres hijos, fruto de una unión anterior, y proviene de una familia de chocolateros, especializados en la elaboración de macarons, un dulce típico francés. Es una amante de la literatura y maestra por vocación que, según sus ex alumnos, siempre trató de contagiar su pasión a los estudiantes, implicándoles en las clases. El propio Macron ha contado a los medios galos que fue su esposa la que le acercó a la literatura durante su etapa escolar.

PENELOPE, LA MUJER QUE LO DEJÓ TODO POR FILLON

Penelope Fillon, la esposa del candidato conservador, ha sido, sin duda, la gran protagonista de la campaña electoral francesa y no precisamente por algo positivo, sino por el escándalo de empleo ficticio como asistente parlamentaria de su marido y por el que él ha resultado imputado. A sus 61 años y siempre en la sombra, su imagen de mujer sumisa en un contexto católico, al que se convirtió desde su anglicanismo natal, ha generado muchas controversia. De origen galés, espera aportar al Elíseo «algo de humor británico» según reconocía hace poco en una entrevista. Tienen cinco hijos en común a los que ha dedicado toda su vida sin ejercer la abogacía, oficio para el que se formó en buenas instituciones británicas.

SAIDA JAWAD, LA DISCRETA PAREJA DE MELENCHON

Es la novia del izquierdista Mélenchon y quizá la pareja menos conocida de los cuatro candidatos a la presidencia francesa. La actriz se dio a conocer especialmente desde 2011 cuando interpretó a una política de la derecha francesa, Rachida Dati, en la película «La conquista». De 42 años, Jawad es también productora cinematográfica, guionista y escritora. Sus caminos se unieron hace sólo un par de años. Fue en 2015 cuando el guión de un filme, «Albert», sobre analfabetismo, tema predilecto del político izquierdista, hizo que se conocieran. Llevan tan sólo un año viviendo juntos. Muy discreta, la pareja procura no aparecer en público y el candidato a la elección presidencial siempre se ha negado a hablar de su vida privada.