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Michelle Obama: Eternas y lujosas vacaciones

En el más reciente de sus muchos viajes de placer, la ex primera dama de EE UU llegó ayer a Mallorca a quedarse con su amigo James Costos

Michelle Obama, en Marbella en 2010
Michelle Obama, en Marbella en 2010larazon

En el más reciente de sus muchos viajes de placer, la ex primera dama de EE UU llegó ayer a Mallorca a quedarse con su amigo James Costos.

«Voy a dormir durante dos semanas y después me voy a llevar a Michelle a unas buenas vacaciones; se lo merece». Eso afirmó Barack Obama durante un discurso poco antes de partir de la Casa Blanca. Y sí que ha cumplido. De hecho, al día siguiente de que Trump se estrenara como presidente, el 20 de enero, ya Obama y su esposa estaban en Rancho Mirage, California, en casa de James Costos, ex embajador de Estados Unidos en España, y su pareja Michael Smith. Ahora la ex primera dama vuelve a visitar a sus amigos, pero esta vez en la espectacular finca que ambos han alquilado en Mallorca a Marieta Salas, amiga de Don Juan Carlos. Michelle llegó ayer de madrugada y es probable que se le vea poco durante su visita, ya que la enorme propiedad, llamada Ses planes y dedicada a la cría de caballos, se encuentra bastante aislada.

España es solo el más reciente destino vacacional de Michelle Obama, que ha disfrutado durante meses de viajes a la Polinesia Francesa, las Islas Vírgenes e Indonesia, entre otros. Antes de partir hacia Mallorca pasó junto al resto de su familia varios días en Martha’s Vineyard, donde veranean desde hace años y donde la semana pasada celebraron una fiesta de despedida para Malia, su hija mayor, a la que ya dejaron instalada en Cambridge, donde asistirá a la Universidad de Harvard. Antes se les había podido ver a todos haciendo rafting en Bali y al ex presidente practicando otros de sus deportes predilectos, el golf –jugó en St. Andrews, en Escocia, así como en Hawái– y el kitesurf. De este último disfrutó junto a Richard Branson en Necker Island, la isla de la que es dueño el magnate británico. En marzo, la pareja estuvo de paseo en el yate de David Geffen junto a Oprah, Tom Hanks y Bruce Springsteen, y se hospedaron en un exclusivo hotel de Tetiaora, en la Polinesia Francesa. En mayo, el ex presidente dio un discurso en Milán y después aprovechó para pasar varios días en una exclusiva villa en la Toscana junto a su esposa.

100 millones en 8 años

A pesar de que Obama dejó la presidencia con un alto índice de popularidad, hubo muchos que le han criticado tan extensas y costosas vacaciones, alegando que parece estar desconectado de la realidad del país. Al mismo tiempo, Donald Trump se ha llevado su buena parte de comentarios negativos por los gastos que sus frecuentes viajes suponen para los contribuyentes. Y es que en 88 días de gobierno ya la cuenta asciende a 21 millones de dólares (17,5 millones de euros). Por su parte, cuando el demócrata salió de la Casa Blanca después de ocho años se publicó un informe que aseguraba que sus viajes de placer habían costado a los estadounidenses cerca de 100 millones de dólares. La CNN ha estimado que, si continúa a este ritmo, Trump podría llegar a la misma suma en su primer año de gobierno.

Una gran parte de esos elevados montos está relacionado con la seguridad: no solo los sueldos de los agentes del Servicio Secreto, sino principalmente los costes de transporte y alojamiento de todos ellos (también suman las decenas de carritos de golf que alquila los agentes para seguir a Trump, como a Obama en su momento, mientras practica este deporte). De hecho, el Servicio Secreto ya ha pedido que se le aumente el presupuesto en 60 millones porque no pueden cubrir los gastos necesarios para proteger a la familia del actual presidente. Los Obama también cuentan con una serie de agentes de seguridad gracias a una ley que el demócrata aprobó en 2013 que establece que los ex presidentes y sus esposas tienen derecho a dicha protección. Además, posee una oficina en Washington pagada por el Estado y un sueldo de 205.700 dólares al año.

Con sus extensas vacaciones, el ex presidente sin duda está recuperando el sueño perdido durante su gobierno, pero también es cierto que en estos meses ha viajado a Alemania, Canadá y Reino Unido para varias reuniones de trabajo y conferencias, ha lanzado la fundación que lleva su nombre y colaborado como mentor con la iniciativa My Brother’s Keeper, además de donar dos millones de dólares a distintos programas en Chicago que ayudan a los jóvenes a encontrar trabajo. Mientras tanto, Michelle continúa disfrutando de las «buenas vacaciones» que su esposo le había prometido, con parada en España incluida.