Momentos de felicidad

Hay momentos en que todos los astros se alinean para la felicidad y yo estoy en uno de ellos. Me encanta pronunciar esa palabra, felicidad, de la cual siempre decía que era de personas muy «naif» referirse a ella cuando simplemente era bienestar... La vida está llena de momentos felices, de instantes, de encuentros y de complicidad, y a veces nos cuesta disfrutarlos y darnos cuenta de ese privilegio. Tenemos que aceptarlos y dejar de competir con todo el mundo por ser los mejores. Eso crea insatisfacción, ya que nunca vamos a conseguirlo.

Hace una semana pasé por quirófano, cuatro horas, debido a un quiste enorme de riñón, tan grande que pesaba un kilo. Bueno, un litro, porque era de agua... Tenía miedo, no quise decir nada hasta saber qué iban a encontrarse y si podía ser maligno. Gracias a Dios no lo es. No puedo estar más agradecida al equipo médico que me operó: la doctora Alicia López Martín y un anestesista espectacular, el doctor Victorino Leal Caramazana. Desde aquí quiero agradecerles a los dos que hicieron de la operación un éxito. También a la fantástica atención y cariño de todos los sanitarios, incluido personal de limpieza, de La Fundación Jiménez Díaz. Podemos estar muy orgullosos de nuestra sanidad, considerada una de las mejores del mundo. Para esas personas que tanto protestan, las enviaría a EEUU y se iban a enterar de «lo que vale un peine».

De todas formas, yo no tengo derecho a protestar ni un solo día de lo que me quede de vida después de las enormes muestras de cariño recibidas estos días, demostradas de muy diversas formas: mensajes preciosos en las redes sociales, muchísimas flores, que han hecho de mi casa un precioso jardín en pleno invierno, amigas que me enviaban flores con frutos rojos, que son buenísimos para el riñón, como mi querida Sonsoles de la Peña. Y qué voy a decir de Marta, que hoy apareció en casa con una preciosa lata llena de galletas de mantequilla, de las más diversas formas, hechas por ella misma y envueltas en un primoroso tul de «petit point». Estoy muy emocionada y agradecida, nunca imaginé tanta generosidad. Podría terminar esta crónica solo nombrando a todas las personas que me han arropado estos días.

Unido a esto coincide la Exposición que está organizando el Museo del Traje con 100 piezas de mi colección, que estoy segura os va a fascinar. Estamos todos a contrarreloj para que el día 21 abra la sala el museo y podáis disfrutar de ella. Por fin esa frase de que «queremos ver tu armario» en parte se hará realidad. Os lo debía a todos mis seguidores y a la industria de la moda darle su lugar en un museo precioso y que la gente pueda apreciar la belleza de un pliegue, un bordado, un corte espectacular o un tejido. Se esta haciendo un catálogo que va a quedar precioso, pues está en manos de Arte Papel, mi imprenta favorita, donde encargo siempre mi agenda del año y cualquier trabajo de papelería e invitaciones. El catálogo es un regalo de La Asociacion de Amigos del Museo del Traje. ¡Estoy emocionada!

Ultimamente estoy escribiendo poco o nada de política, pero es que el circo que estamos padeciendo con nuestro amigo «Puchi» (Puigdemont) me aburre a morir. Es todo ridículo, patético y no hay derecho a que los catalanes de bien tengan que aguantar esto. Como leí en una viñeta, «se va de rositas, que es el sueño de cualquier delincuente, y encima quiere una paga...».