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Operación Disgusto
El de Bustamente no es el único fracaso amoroso entre los ex triunfitos. Y es que, durante los meses que convivieron en la academia más famosa de la televisión, los 16 concursantes debieron aprender que, a diferencia de las canciones, en el amor no hay partituras ni estribillos que valgan
El de Bustamente no es el único fracaso amoroso entre los ex triunfitos. Y es que, durante los meses que convivieron en la academia más famosa de la televisión, los 16 concursantes debieron aprender que, a diferencia de las canciones, en el amor no hay partituras ni estribillos que valgan
David Bisbal
La «cobra» de nunca acabar
Entró en la academia más famosa de la televisión ignorando que su romance con una de las alumnas, Chenoa, se convertiría en casi un asunto de Estado. Con «Escondidos», enmudecieron a millones de espectadores, incluida Raquel Segovia, que veía como su chico se enamoraba de otra ante media España. Y es que al almeriense se le debió olvidar que en casa aún le esperaba su novia de toda la vida. Dicen que la canción «Dígale» estaba dedicada a ella, pero días después Bisbal finiquitaba la relación por teléfono. Así, fuera ya del concurso, Chenoa pudo vivir su relación sin sentirse la «otra», aunque tres años después se cruzaría en su camino Elena Tablada, una fan que no paró hasta fotografiarse con Bisbal. De esa foto surgió una relación de siete años y, fruto de ella, una hija. Pero eso no impidió que en 2011 rompieran y que Bisbal quedase cautivado por la modelo sevillana Raquel Jiménez, cuyo noviazgo no llegó a cuajar. Prueba de ello es que en 2014 la actriz argentina Eugenia Suárez encadiló al almeriense, aunque los rumores de infidelidad por parte de ella pusieron punto y final a su idilio. Se refugió en la venezolana Rosanna Zanetti, con la que pronto celebrará su primer aniversario juntos. Sus padres no saben si será la definitiva, aunque le han advertido que no se apresure en presentarl a sus conquistas.
Chenoa
Cuando tú vas, yo vengo
El suyo fue, con diferencia, el mayor disgusto de todos. La imagen de la mallorquina vistiendo un chándal gris y con nariz enrojecida, lágrimas y ojeras quedó grabada en la memoria de medio país, que la consolaba tras enterarse por la Prensa de que Bisbal la abandonaba por una fan, Elena Tablada. Muchos pensaron que Chenoa no lo superaría, aunque meses después ahogó sus penas con el actor Álex González en un cameo televisivo. No fue más que un romance veraniego aunque suficiente para que ella volviera a confiar en el amor. Pero como el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, en 2010 la cantante volvía a enomorarse sobre el escenario, en esta ocasión de David de María. El beso entre ambos tras interpretar «Que yo no quiero problemas» confirmó su «feeling» extra musical, aunque un mes después la presión mediática pudo con el jerezano, dando por terminada la relación. Tras él, la mallorquina salió con los empresarios Alain Cornejo y Curri Gallardo, e incluso con su guitarrista, Javier Arpa. Los últimos rumores, apoyándose en la química entre ambos en «Tu cara me suena», apuntaban al humorista David Guapo como su última conquista, aunque la artista lo ha desmentido: «Llevo un año sin pareja y está siendo el mejor de mi vida».
Rosa
A solas con mi corazón
La procesión va por dentro y bien lo sabe Rosa, que, a diferencia de otros compañeros, vivió en silencio su historia de amor en la academia. Y es que nunca se atrevió a decir que por quien ella sentía algo más era por su profesor, Manu Guix. Lo mantuvo en secreto hasta el año pasado, cuando confesó: «Me enamoré una vez y no me ha vuelto a pasar». A juzgar por sus palabras, quizá fue el de Guix su único gran amor, aunque eso no le impidió que tras el programa probara suerte con otros hombres. El primero, Pablo Muñoz, el doctor que le ayudó a perfilar sus dotes oratorias, por las que tanto llegaron a criticarla. En 2008 apareció en escena Cristóbal Sánchez, quien ofreciéndose para representarla la conquistó entre bambalinas. Pero en 2010 la encandiló Luis Ramón Llorente, un empresario discotequero cuyos antecedentes judiciales echaron para atrás a la granadina. En 2013 apareció en su vida el futbolista José Luis Díaz Luna, de quién llegó a pensar que estaba embarazada. Lo suyo parecía ir en serio, pero la presión mediática acabó con la relación. Hace unas semanas se la pudo ver muy arropada por David Guapo, por lo que muchos ya hablan de Rosa como el paño de lágrimas del humorista tras el supuesto rechazo por parte de Chenoa. Aun así, la andaluza insiste: «No encuentro al hombre que me quiera».
Àlex Casademunt
Un romántico rompecorazones
El romance entre Chenoa y Bisbal y los ojitos que Bustamante le ponía a Gisela eclipsaron otro de los idilios dentro de la academia, el de Àlex y Vero, que, como ellos revelaron hace poco, decidieron vivir de una manera más discreta. «Fue algo muy breve, bonito, pero pasajero», manifestó el catalán. La expulsión de Casademunt en la quinta gala del programa no apagó la llama de la pasión entre ambos, que continuaron su relación fuera de las cámaras. Pero poco después se cruzaba en su camino la cantante Merche, con quien en 2003 interpretó «No puedo vivir sin ti». Un tema que los fans se tomaron al pie de la letra, por lo que ambos tuvieron que confirmar su romance. Cuatro años después rompían. Desde entonces, se ganó el título del ex triunfito más mujeriego tras relacionársele, entre otras, con la modelo Noelia López, ex novia de Guti, la ex de Kiko Rivera, Triana, así como con alguna que otra concursante de otros «realities». Pero, sin duda, la más tormentosa fue la de Lucía Sánchez, que llegó a denunciarlo por supuesta agresión, aunque varios testigos aseguran que ella se autolesionaba para intentar hundirle. Una polémica relación por la que el cantante aún se encuentra en un proceso judicial. Pese a su faceta de rompecorazones, él se define como sensible y romántico.
Nuria Fergó
Mi príncipe vendrá
Aunque ha desmentido por activa y por pasiva que lo suyo con Manu Tenorio no fue más que una bonita amistad, en cierta manera también se dejó querer dentro de la academia. Oficialmente nunca fue novia del sevillano, aunque los piropos que él le dedicaba a diario y la química que mostraban sobre el escenario decían otra cosa. Recientemente en el reencuentro de los concursantes interpretaron juntos «Noches de bohemia» y se fundieron en un beso que reavivó la tensión vivida hace 17 años. Aunque lo cierto es que el sevillano se encuentra felizmente casado junto a Silvia Casas, madre de su hijo, Pedro. Fergó, sin embargo, no ha tenido la misma suerte y en 2011 se separó de José Manuel Maíz, padre de su hija Martina. Pero no perdió la ilusión en el amor y dos años más tarde inició una relación con su apuesto entrenador personal, Miguel Paloma. Pese a su habitual discreción con los medios, entonces aseguró que con él estaba muy feliz y tranquila, aunque en 2015 anunciaba su ruptura sin pelos en la lengua: «Prefiero estar sola que mal acompañada». Hace poco se la pudo ver por Madrid muy acaramelada con el actor Enrique Arce, conocido por su noviazgo con Mónica Cruz. Aseguran que es su nueva ilusión, y que, como dice en su canción, «muy pronto mi príncipe vendrá».
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