Casa Real
Pequeños detalles que dicen mucho
La mano del Rey en la cintura de Doña Letizia nos indica por la altura a la que se coloca una buena complicidad. La Reina se sitúa totalmente en el espacio íntimo (a menos de 15 cm del cuerpo), lo que nos refleja gran confianza entre ellos. Lo mismo que su mano posada en la cara del Rey; sólo realizamos este gesto con personas muy cercanas.
La posición inclinada de la cabeza de Doña Letizia, a la vez que le da la mano a su marido, es un gesto de feminidad. La posición de sus cuerpos nos indica una relación de complicidad y buena sintonía, porque aunque el cuerpo de Doña Letizia se distancia, se contrarresta con la posición de la mano.
La elección de esta fotografía en el discurso del Rey no es baladí. Refleja el apoyo mutuo que se prestan. Desean mostrar una imagen cercana, relajada, de unión y de trabajo en equipo. Los Reyes buscan proyectar una imagen de trabajo conjunto y mostrarse más cercanos a los ciudadanos, por eso eligieron una fotografía de su día a día, menos formal.
La mirada directa y levemente inclinada de Doña Letizia al Rey nos indica apoyo, empatía y deseo de ayuda. Lo vemos reflejado en la presión que realiza con los dedos sobre el brazo, tiene la mano tensionada. La cabeza del Rey inclinada nos refleja abatimiento y expresa condolencias a las víctimas del siniestro de los Alpes.
Están relajados, distendidos. Es una bonita imagen de familia, donde el Rey se muestra volcado en las niñas y en la Reina. La complicidad de las miradas entre las niñas nos muestran su buena relación y la inclinación de la infanta Leonor sobre Doña Letizia nos indica su cercanía emocional. La sonrisa y la distensión de la musculatura nos refleja un momento de unión.
La sincronía de sus pasos y de su corporalidad nos refleja su alineamiento emocional. Sus gestos son espejos; además, la mirada es compartida, lo mismo que la posición de los brazos y la sonrisa. Este tipo de gestualidad sólo es posible si existe «feeling», no sólo por la distancia existente entre ellos, sino también por la inclinación de sus cuerpos.
Según la altura en la que se posiciona la mano en un saludo, nos indica el nivel de confianza. Cuanto más cercano al hombro, mayor es, cuanto más alejado (más cercano a la mano) menor confianza. El Rey posiciona su mano muy cercana al hombro de Doña Letizia, convirtiendo el saludo en casi un abrazo, lo que nos deja ver la buena relación existente entre ellos.
La gestualidad de esta imagen está marcada por el protocolo de la situación, aunque admite flexibilidad. La posición de Doña Letizia agarrada al brazo del Rey en vez de situarse en paralelo como sería lo habitual, y la compaginación en el paso al andar nos muestra la complicidad que existe y la imagen de trabajo conjunto que desean mostrar.
La inclinación de la cabeza de Doña Letizia mirando a su marido nos refleja admiración, lo mismo que la altura de las manos al aplaudir (cuanta más altura cuando se produce el aplauso, mayor motivación por aplaudir y mayor elogio para quien lo recibe). La sonrisa cómplice y la mirada cariñosa (ojos entornados ) del Rey a Doña Letizia muestran la sintonía entre ellos.
La posición del brazo de la Reina en el brazo Don Felipe, es un gesto muy habitual en ella. A Doña Letizia le agrada el contacto y los gestos públicos de afecto, no duda en mostrarse cercana y cariñosa con el Rey. En sus apariciones siempre sonríen como en la imagen que se muestra e intentan identificarse con los ciudadanos mediante pequeños gestos de complicidad.
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