«Soy Amy Schumer en gorda»

Resta ahora una broma en el Teatro Apollo en el barrio de Harlem sobre su ya famosa foto del calendario Pirelli 2016. Desde allí se retransmite su programa de comedia para el canal HBO. Lleno total. Directa. Corrosiva. Se ríe de sí misma. Si no fuera ella la que se lo dice todo, le acusarían de machista, sexista. Una de sus frases más divertidas es cuando cuenta en el teatro que «el otro día vi en Twitter que alguien decía de una nueva actriz: “Se parece a Amy Schumer en gorda”». A lo que ella se responde: «Y yo dije: Por fin, síííííí».

«Preciosa, gruesa, fuerte, delgada, gorda, guapa, fea, sexy, asquerosa, perfecta, mujer», escribe la actriz Amy Schumer en Facebook debajo de la imagen que tomó la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz para su foto del citado calendario Pirelli 2016. Con la idea de cambiar los retratos de supermodelos por los de mujeres sexies, reales y con éxito, han conseguido un aluvión de buenas críticas y artículos, donde se alaba la idea de Leibovitz, fotógrafa a la que han hecho el encargo este año.

Han sido décadas de lo mismo de siempre: modelos en playas exóticas, con fotografías sensuales, planos cortos, poses sugerentes para el almanaque exclusivo que regalan a las 20.000 personas más ricas y famosas. Y ahora Amy Schumer se ha convertido en la cara del que de momento parece ser un peldaño más en la revolución de mujeres sexiesy reales con cuerpos de verdad. Schumer aparece semidesnuda con un café en un vaso de cartón y una tapa de plástico. El mismo al que se agarran los neoyorquinos cada mañana mientras corren por las calles al trabajo. Tiene dos pliegues en la tripa. Pero y, ¿qué? Un pelo largo precioso y unos zapatos de tacón. Después de colocarla en las redes sociales, recibió miles de comentarios. A 15.000 personas les gustó la imagen. Lo reconoce: «Me sentí guapa mientras me hacían las fotos». Lo mejor son los comentarios de sus fans en esta red social. Destaca uno de un hombre que reconoce que las mujeres como Amy Shumer son las realmente sexiesy pide que ahora alguien se lo explique a su mujer.

De 34 años, Schumer vive en los bordes extremos del feminismo. Lo que más le gusta hacer son los monólogos de comedia. Su primera película, que ha protagonizado y escrito, es «Trainwreck» (2015). Con un presupuesto de 35 millones de dólares, esta comedia romántica logró una recaudación de taquilla de 140 millones. Este año ha aparecido en la lista del «Time Magazine» de las 100 personas más influyentes.

Nominada para cinco Premios de televisión Emmy, nació en el seno de una familia acomodada en el barrio residencial del Upper East Side de Manhattan. La bancarrota del negocio de su familia y el divorcio de sus padres hicieron que tuviese que mudarse a un barrio de clase trabajadora en Nueva York. Pero la sobrina del senador demócrata de Nueva York Chuck Schumer, siempre se lo tomó todo con humor. Fue nombrada «Payaso de la clase» y «La peor pesadilla de los profesores» después de graduarse en 1999. Al terminar Bachillerato, se mudó a Baltimore (Maryland). Allí acudió a la Universidad Towson, donde estudió Interpretación. Volvió a Nueva York para ampliar su formación cómica, donde trabajó como camarera hasta que empezó en el Off-Broadway y el Club de Comedia Gotham. Fue en este último donde tuvo su gran golpe de suerte. Aún así, no consiguió pasar las primeras audiciones de las temporadas de los programas de comedia de la NBC. Al final, en la quinta lo consiguió. Y poco a poco se ha hecho un nombre dentro del mundo de la comedia en Estados Unidos.

Ahora es la cara del calendario Pirelli 2016, que rompe con una tradición de 50 años. Tras la repercusión mediática y social, los ejecutivos de esta subsidiaria iglesia de la gran compañía de neumáticos tienen que pensar qué van a hacer el año que viene para el de 2017: ¿Van a volver a las modelos de medidas imposibles o van a intentar hacer de nuevo algo diferente? Pueden preguntarle también a Amy Shcumer. Seguro que a ella se le ocurre algo.