Su hija y el polo lo unen a España

Si en Venezuela se le conoce por sus negocios, en España el nombre de Víctor Vargas suena a menudo en relación con su hija Margarita, casada desde 2004 con Luis Alfonso de Borbón, con quien tiene 3 hijos: Eugenia, de 9 años, y los mellizos Luis y Alfonso, de 6. Cada verano, Vargas viaja a España para visitar a su hija y sus nietos y para participar en el torneo de polo de Sotogrande. El banquero no sólo practica el deporte, sino que es dueño del Lechuza Caracas, el equipo que ha ganado la copa del exclusivo club en varias ocasiones. Vargas tiene su campo de Polo en Palm Beach, donde entrena, aunque también posee una finca en Tucacas, cerca de Caracas, donde en el pasado organizaba competiciones. Ahora participa en torneos en España y República Dominicana, donde también tiene residencia y fincas. Allí se casaron las dos hijas que tuvo en su primer matrimonio con Carmen Santaella. A la extravagante boda de Margarita asistieron 1.500 personas, el menú estuvo a cargo de Le Cirque y Juan Luis Guerra cantó en vivo (al igual que en el enlace de su hija mayor, María Victoria).

En España se ha hablado mucho de discusiones entre Margarita y su padre a causa de su divorcio y su nueva familia. Aunque es cierto que resulta curioso que los hijos de Vargas, de 4 y 2 años, sean menores que los de Margarita, la verdad es que éste suele estar presente en los eventos familiares importantes, como el aniversario de los duques de Anjou en 2014 y la primera comunión de Eugenia en junio (en la que, además, coincidió con su ex esposa por primera vez en años). También en Sotogrande se les ha visto a menudo juntos, ya sea disfrutando en el yate de Vargas o en los torneos de polo.

Luis Alfonso, además, mantiene buena relación con su suegro y trabaja desde hace años con él en el Grupo Financiero BOD, según confirman desde la entidad, aunque no pudieron precisar qué cargo exactamente desempeña ni para cuál de las empresas del consorcio, que tiene sedes en Venezuela, Panamá, República Dominicana, en Isla Curaçao y Antigua y Barburda. Luis Alfonso, además, inauguró recientemente en Madrid su propio negocio: un centro de entrenamiento y estética llamado Reto 48.