Una chica de hoy en día

Me esperaba otra cosa, para que les voy a engañar. Albergaba la esperanza de que el «look» de Megan Markle, la prometida del Príncipe Harry, hubiera sido más «royal», es decir, con ese aire de elegancia y distinción que caracteriza a la monarquía británica.

Me esperaba otra cosa, para que les voy a engañar. Albergaba la esperanza de que el «look» de Megan Markle, la prometida del Príncipe Harry, hubiera sido más «royal», es decir, con ese aire de elegancia y distinción que caracteriza a la monarquía británica en estas ocasiones, o sea, al estilo del que lució en su día Catalina de Cambridge. Pero las comparaciones son odiosas y Meghan Markle no es inglesa, es una actriz de televisión y, sobre todo, viene de Los Ángeles, dónde la moda tiene otro carácter. Lo que sí ha quedado patente en la primera fotografía oficial de esta pareja de enamorados es que la futura Duquesa de Sussex tiene mucha personalidad y que (el tiempo lo dirá) ya habrá tiempo para adaptarse a las costumbres de la corona.

Ha elegido un abrigo de paño, de cuello y largo asimétricos en blanco de la firma canadiense Line the Label (503 euros) combinado con un vestido recto en verde botella de PAROSH, creación del diseñador italiano Paolo Rosselló (490 €), y unos zapatos italianos de gamuza color nude con tacón y cordones en los tobillos de Aquazzura (400 €). Muy bonitos, por cierto. Un modelo que, por otra parte, bien podría haber sido uno de los que lucía en la serie de televisión «Suits», en la que interpreta a una asistente legal llamada Rachel Zane ¿El anillo? Una maravilla, claro. Una joya diseño del propio Príncipe Harry, elaborado por Court Jewellers Cleave & Company, con un diamante central de Botswana, donde la pareja estuvo de vacaciones recientemente, y dos más pequeños pertenecientes al joyero de Lady Di.