Papel
Alejandra Silva, vegetariana y budista por amor a Richard Gere
Alejandra Silva, novia del actor, es un valor en alza: hoy por hoy podría cobrar hasta 40.000 euros por ser la imagen de cualquier marca.
Alejandra Silva, novia del actor, es un valor en alza: hoy por hoy podría cobrar hasta 40.000 euros por ser la imagen de cualquier marca.
Alejandra Silva, en estos momentos, si quisiera seguir dedicándose al mundo del fotocol, podría perfectamente cobrar 40.000 euros por ceder sus derechos de imagen para la promoción de cualquier artículo. Ha sido la última en llegar y lo hace por la puerta grande. Hace un año se descubría que era la novia española del mito de Hollywood Richard Gere. Ella es la «Pretty Woman» del actor: «Una mujer a la que quiero», afirmaba públicamente Gere esta semana en el cine donde se estrenaba la película «Invisibles», que protagoniza y produce. Gracias a esa relación, Alejandra es un valor en alza. Ha tardado un año en hacer su primer posado. Fue como madrina de una fragancia de Loewe y por ello cobró una tercera parte de lo que podía haber recibido: «Todo el dinero que me han dado por mi primera promoción ha ido íntegramente a la fundación Rais. No quiere decir que vaya a hacer más, pero si lo hago será destinado a la fundación de la que soy madrina y que acoge a personas sin techo en España», afirma.
La incógnita reside en si Alejandra decidirá seguir prestando su imagen para la promoción de productos. Salió un tanto escaldada de su primera experiencia. En estos momentos, ella es consciente de que su cotización es al alza y más cuando se la ha visto posar esta semana junto al actor americano, lo que venía a confirmar una relación que se conocía. Se tenía constancia de que Gere había venido varias veces a visitarla, pero pudieron estar juntos sin fotos sorpresa gracias a la finca que tienen los padres de Alejandra a una hora de Madrid. La última visita de incógnito de Richard Gere a la capital española tenía lugar durante el puente del Pilar. El mismo día 12 de octubre, el actor pedía inesperadamente ir a la casa de acogida madrileña que tiene la fundación Rais en Las Tablas. Llegaba al domicilio de los que habían sido «sin techo» sobre las seis de la tarde y después de merendar con diez de sus habitantes y escuchar sus tremendas historias, Alejandra hacía de intérprete porque Richard Gere no habla nada de español. Sin más dilación, mantuvo allí mismo una reunión con los representantes de Rais y se comprometía con la ONG que tiene a su «chica» de embajadora. Hay que decir que Richard Gere es miembro de 21 asociaciones benéficas, pero ésta es la primera que tiene su radio de acción en España.
Alejandra ha sido reticente en confirmar su relación con el actor hasta ahora. Ella lo explica: «Estoy en un proceso delicado de divorcio por la custodia de mi hijo que tiene tres añitos y está escolarizado aquí. Ante todo soy madre y, por eso, el mismo día que empezaba mi hijo el colegio era el evento de las cerámicas en Nueva York, al que Richard fue solo. Yo vivía con mi marido en Canadá y nos vinimos a España para que pudiera ser mamá, quería que mi hijo naciera aquí». Durante su matrimonio con el millonario Govind Friedland ha vivido en Mozambique, donde se casó, Nueva York e Italia, lugar en el que pusieron un negocio en común. Alejandra es copropietaria, junto al que en unos días será su ex marido, del hotel Villa Treville en Positano, un paraíso en la costa italiana donde se alojan millonarios del mundo. La mansión pertenecía al director de cine Franco Zeffirelli y en ella han dormido desde María Callas a Elizabeth Taylor o el propio Richard Gere. Una vez que la pareja decidió separarse, presentaron la demanda de divorcio en los Juzgados de Familia de Madrid, que ya está firmada pero pendiente de ratificar.
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