Vacaciones
Viajes que «resetean»
Cada vez que me subo a un avión, coche o tren para emprender un viaje, siento una maravillosa sensación de libertad. No importa la duración del mismo, lo interesante es la escapada, la liberación, dejar atrás las obligaciones y adentrarnos en otra dimensión con la ilusión de que algo nuevo y emocionante puede ocurrirnos.
Necesitaba imperiosamente volver al mar y sentir el sol en mi piel. Pensé, ¿dónde puedo ir cerca con tranquilidad, playas de finísima arena y mar cristalino? Se me ocurrieron diferentes lugares, pero todos estaban muy lejos para solo 4 días y, sin darle más vueltas, me di cuenta de que el paraíso lo tengo a la vuelta de la esquina. Nuestras Islas Baleares y, dentro de ellas, Formentera es absolutamente preciosa y perfecta. Nunca había estado, solo me acerqué a ella en barco y, ¿saben lo que les digo? Que me quedaría aquí por tiempo indefinido. Me impresiona la belleza de sus playas, la calidez de la gente y sus pequeños pueblitos en los que encuentras lugares deliciosos para comer o tomar un café, tiendas con vestidos y objetos de tendencia «Boho Chic»... Todo aquello con lo que los seres humanos soñamos cuando en momentos de hartazgo de ciudad, imaginamos huir a una isla desierta en la cual poder desconectar del mundo. Lo tenemos aquí, sin necesidad de viajes infinitos en avión que te dejan agotado y, sobre todo, sin peligro de ciclones, tempestades o tsunamis.
La historia de esta maravillosa isla es poco conocida. Hay vestigios de algún monumento megalítico en la Edad de Bronce. Hubo épocas que permaneció despoblada, aunque pasaron pueblos como los fenicios que se establecieron en Ibiza. También estuvieron romanos y púnicos. Cuando Jaime I de Aragón conquistó las Pitiusas, Formentera estaba poblada por sarracenos. Durante el siglo XV se intentó repoblar la isla pero no fue fácil, ya que sus habitantes tenían miedo a las incursiones berberiscas. Hubo algo muy definitivo en los años 60 y 70: se inició el movimiento hippie en la isla fomentando la industria turística que fue el impulso definitivo para lo que es hoy.
Hace años no era fácil encontrar hoteles confortables. Actualmente estoy alojada en el hotel Cala Saona, un lugar de lo más bello y mejor situado que conozco. Se encuentra a pie de playa y está decorado totalmente en sintonía con el espíritu de la isla y con buen gusto. El blanco y los materiales nobles hacen de él un lugar moderno y acogedor. Cuando necesiten «resetearse» no olviden este lugar.
Profanación de tumbas
Y ya que estamos hablando de momentos de cambio, me tiene totalmente impactada el asunto del traslado de los restos del general Franco a no se sabe dónde... ¿Esta es la única idea revanchista después de 80 años de la Guerra Civil que se le ocurre al Sr. Sánchez y sus socios? Siento en esto algo de profanación de tumbas, algo impresentable y de mal gusto. ¿Por qué no dejan descansar en paz a los muertos? ¿Por qué no piensan en una enorme población que no está de acuerdo con este trasiego de cadáveres? ¿Qué extraño placer les produce? Solo les guía el revanchismo de una guerra que perdieron y que a ellos les queda muy lejos. Porque si nos ponemos así, volvemos al 36. ¿Quién no ha tenido familiares que sufrieron muchísimo e incluso murieron en esa espantosa guerra entre hermanos?
En emperador Carlos V dijo una frase que podría perfectamente trasladarse a nuestra actualidad. Tras la victoria de Mühlberg contra los Luteranos las tropas pidieron saquear la tumba de Lutero y en Emperador enojado dijo: Dejadlo reposar, el ya encontró su juez. Yo hago la guerra a los vivos, no a los muertos”.
Si empezamos así, quien provoco la guerra civil? El 13 de Julio cuando Idalecio Prieto (socialista) envió a sus escoltas a matar a tres diputados de la oposición. Gil Robles, Calvo Sotelo y Antonio Goicoechea. Pero sólo encontraron a Calvo Sotelo en su casa y le dieron el tiro de gracia apareciendo su cuerpo en el cementerio del Este tirado en una cuneta. Mejor olvidemos todo este horror y genocidio porque hay que ser muy mala persona para volver a remover tanto dolor.
Disfrutemos de nuestro maravilloso país en armonía y paz eso es lo mínimo que debemos pedir a un gobierno que ni siquiera ha sido elegido en las urnas y que pretende remover odios y revanchismo.
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