Una italiana dicta sentencia sobre el estilo de vida de España: "Yo prefiero..."

España sigue siendo un polo de atracción no solo para turistas, sino también para quienes buscan establecer su residencia, atraídos por un clima benévolo, una rica cultura y, sobre todo, un estilo de vida que a menudo se percibe como más relajado y disfrutable. Miles de extranjeros eligen España cada año.

Cambiar de país abre una ventana única para comparar realidades, desvelando pros y contras que solo la inmersión diaria permite apreciar. Es una oportunidad para confrontar costumbres, burocracias, ritmos laborales y opciones de ocio con las del lugar de origen.

En este contexto, la visión de ciudadanos de países culturalmente cercanos, como Italia, resulta especialmente interesante. Aunque compartimos raíces latinas y mediterráneas, existen matices en el día a día que un residente puede identificar fácilmente.

¿Qué balance hacen los extranjeros que se instalan en España?

Analizar el estilo de vida desde la experiencia personal ofrece una perspectiva más profunda que la de un simple visitante. Una italiana que ha residido en Marbella ha compartido recientemente en TikTok sus impresiones, sopesando aspectos clave de la vida en ambos países y ofreciendo su particular veredicto sobre qué modelo prefiere.

En su comparación, la gastronomía ocupa un lugar destacado. Si bien reconoce la calidad de la comida española, mantiene una clara preferencia por la italiana. Sin embargo, subraya que los supermercados españoles le parecen superiores tanto en variedad como en precios.

Respecto a los complejos trámites administrativos, se muestra crítica con ambos países, considerándolos lentos y complicados en general. Aun así, inclina ligeramente la balanza hacia el sistema italiano, percibiendo el español, al menos en su experiencia local, como más rezagado.

El ocio y la vida social son puntos donde España, según su visión, toma la delantera. Destaca especialmente la facilidad para socializar, la vibrante vida nocturna y, de forma muy relevante, las condiciones laborales en cuanto a días de vacaciones disponibles, percibidas como más generosas aquí.

Finalmente, al abordar la calidad de vida en términos generales, la italiana se decanta por España. Argumenta que, aunque en Italia se vive bien, valora mucho la posibilidad de permitirse pequeños lujos cotidianos, como tomar una cerveza después del trabajo, algo que en Italia le resulta más costoso.

Esta residente italiana lamenta los elevados precios en su país natal, poniendo como ejemplo la necesidad de pagar a menudo por el acceso a la playa, una práctica que considera un abuso. Esta diferencia de costes contribuye a su percepción de que el bienestar general resulta más accesible en España.