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Begoña Villacís: «Cuando me confunden con Meghan Markle a veces les sigo la corriente»
Entrevista a Begoña Villacís, la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid
Begoña Villacís jugó al fútbol, en la defensa, y ahora contraataca a la bancada podemita de Madrid bajo la portavocía de las siglas naranjas de Cs.
Le gustan los amaneceres, todo lo que indica el inicio de algo. De sonrisa permanente, abogada, madrileña y «mamá» de dos preadolescentes. De niña la llamaban «Mafalda» por sus preguntas profundas, de las que a veces a uno le dejan sin respuesta. Jugó al fútbol, en la defensa, y ahora contraataca a la bancada podemita de Madrid bajo la portavocía de las siglas naranjas de Cs. Dice que es «impaciente» y muchos días sale a correr entre ocho y diez kilómetros. Practicó surf, le gusta el mar y dibujar en la arena el nombre de sus hijas.
¿Cuántas veces ha negado ser Meghan Markle?
Alguna vez, de hecho, he seguido la corriente...
¿Se ha hecho incluso fotos?
Sí (risas). Ese día estaba con Luis Garicano y se le ocurrió responder por mí y dijo: «Yes, yes». Y nada...
¿Las normas de Cs son tan regias como en Windsor?
La norma es la coherencia, ya está. Y eso es regio tanto en cuanto tus principios sean claros. Eso no quiere decir que seas intransigente. En la vida, la flexibilidad, ser capaz de negociar, de pactar, creo que es una virtud y creo que nadie puede sacar pecho a día de hoy de la intransigencia y menos con el escenario democrático que tenemos.
Se hizo abogada por la película «12 hombres sin piedad», ¿Cuál sería la duda razonable que le haría cambiar la política por otra cosa?
Que sienta que he agotado mi proyecto. Creo que el de Cs, por ejemplo, no se agota con una persona. Yo entré en política con la idea de tener una fecha de caducidad. Hablo de mi persona, hay otros que pueden pensar de distinta manera y es perfectamente aceptable. Pero en mi caso, una de las cosas buenas que puedo aportar a la política es tener una perspectiva muy fresca y directa de la sociedad civil, porque llevo toda la vida en ella.
¿Quiénes serían los políticos sin piedad?
Son las personas que, en general, ponen la política en sí misma o a sus partidos por encima de sus ideales o de las personas. En ese momento se debería abandonar porque ya no eres útil ni a la política ni a la sociedad.
Madrid es la capital del piropo. ¿Qué le parece que decirle «guapa» pueda ser delito?
Tenemos que empezar a discriminar. Decir «guapa» no tiene que ser para nada un delito. Yo llamo guapo y guapa a mucha gente y con ello no trato de ofender. Hay gente que con ello trata de hacer un cumplido y luego hay gente que suelta unas cosas muy soeces. Debo reconocer que como adolescente hay veces que lo pasaba mal cuando pasaba debajo de una obra y generé un mecanismo que era preguntarles la hora, o algo así, porque en ese momento empiezas a ser persona, ya no eres un trozo de carne y ya no te soltaban aberraciones.
¿Es una ventaja o desventaja saber que ya no luchará por el bastón de mando con Pablo Casado?
La verdad es que nunca me ha supuesto ningún pro ni contra. Nosotros estamos muy volcados en nuestro proyecto, mantenemos ese espíritu de sociedad civil del que además hemos aprendido muchísimo y de forma muy intensiva. Estamos elaborando nuestro programa para la ciudad de Madrid y si es Pablo Casado u otro no es algo que consideremos relevante para nuestras opciones porque éramos perfiles completamente distintos.
¿Preocupa en Cs el rearme del PP?
No, sinceramente. Más que nada porque no observo un cambio, veo exactamente a las mismas personas. Es un rearme en el que lo que han hecho es cambiar de posición, pero sigue siendo exactamente el mismo PP que cuando está en la oposición, que promete una cosa y cuando gobierna hace exactamente lo contrario. Decían que iban a bajar los impuestos y yo, siendo liberal, sabía que cuando gobernasen harían las mayores subidas.
La oposición considera que Ciudadanos practica la política incógnita, porque dice una cosa y vota otra. ¿Cuál es el expediente X?
Esa es la pregunta, que me den algún ejemplo. Si me lo justifican o me lo corroboran... Ellos tratan de sembrar un argumentario que no tiene argumentos. Es como la prueba diabólica que llamamos en derecho; no se puede probar en negativo. Entonces, quizá por deformación profesional, solo combato argumentos, no argumentarios.
¿Qué pasaría si se quedara sin wifi?
Se pasa fatal. Es un mal que tiene la sociedad porque no nos concedemos momentos para aislarnos y para reflexionar.
¿Ya no podrá surfear en la playa de Carmena?
La playa de Carmena finalmente no va a ir ahí y fíjate que hizo de todo, porque le quitó las competencias al concejal anticapitalista para poder concederlo, pero al final no ha llegado a tiempo. Y es un poco la historia de este mandato: no llegan a tiempo de nada. Todos los alcaldes que ha tenido Madrid han dejado su huella en cambios, transformaciones, pero del Madrid de Carmena lo único que se puede contar es que han pintado unos carriles bici y sus proyectos de ensanchamiento de aceras, porque lo de Gran Vía no es otra cosa que eso. Por no hablar de todas las chapuzas que se han hecho en esta ciudad, que son muchísimas.
¿Qué huella querría dejar usted si fuera alcaldesa?
Una transformación total en el Ayuntamiento. Que se hable más del vecino, del individuo y no tanto del consistorio. Hace falta modernizar esta ciudad. Creo que gran parte de los servicios mejorarían introduciendo tecnología, por ejemplo. Madrid tendría que estar en la liga de las grandes capitales del mundo y nosotros lo podemos hacer.
En el pleno se discutía sobre la tarjeta de vecindad... ¿Usted qué tal se lleva con sus vecinos?
Bueno, la verdad que bien, nunca he tenido ningún problema. Tengo buen humor, generalmente nunca tengo conflictos. Los conflictos que tengo son parlamentarios.
Si en el gobierno central está ahora Frankenstein. ¿Qué tipo de monstruo habita en la capital madrileña?
Es lo mismo, tenemos un gobierno Frankenstein. Llevamos tres años de adelanto con respecto al gobierno que vamos a tener. Ahora Madrid no es un partido, son seis y se llevan muy mal entre ellos. Yo le llamo sustancia volátil y Carmena es un caballo de Troya. Han llegado y han desembarcado seis grupos políticos que es cada uno de su padre y de su madre, que votan distinto, que tienen que estar todo el día tejiendo y destejiendo como Penélope. Carmena no puede gobernar a una ciudad cuando es incapaz de gobernar a su propio equipo de gobierno
Decía Calderón que la milicia es una profesión de hombres honrados. ¿La política qué credo tendría?
Yo creo que la política debería ser una profesión de hombres honrados también.
¿Qué le ha enseñado el «running»?
Cada uno tenemos una vía de escape. Hay gente que utiliza coach, hay gente que va psicólogos, otros hablan con sus amigos... Bueno, yo también hablo con mis amigos. Correr y tener una charla con mis hijas y mi marido es mi manera de «coachearme».
¿Cuál es su canción del verano?
«Girls just wanna have fun», que es una versión antigua de los 80 que se ha vuelto a poner de moda y ya que sé que a Sánchez le gusta mucho The Killers, pues se la dedico.
Dicen que el naranja es el color de las emociones fuertes. ¿Cuál nos tiene reservada Cs?
Creo que la emoción fuerte de Cs va vendrá cuando empecemos a gobernar y transformar. A día de hoy hemos tenido aperitivos. Condicionar sirve, porque sacas cosas adelante, como en el caso de la Comunidad de Madrid o de Andalucía donde hemos conseguido bajar el impuesto de sucesiones algo que no se había conseguido en tres décadas.
¿Hay machismo en la política?
Por supuesto. Te presto mi Twitter en dos minutos para que lo veas. De hecho, hemos montado una campaña en apoyo a Inés Arrimadas, que pasó una semana bastante dura. Pero el hecho de que la llamen puta, la deseen una violación en grupo... Estoy convencida de que a ellos no les desean violaciones en grupo. Solo nos pasa a nosotras. Hay machismo en la política como hay en todas partes y cada vez habrá menos.
¿Se considera feminista?
Creo que a día de hoy la gran mayoría de las mujeres somos feministas. Lo que estamos buscando es la igualdad entre hombres y mujeres. Otra cosa es que haya gente que haya querido patrimonializar ese movimiento cuando es transversal.
¿Cuál es la tradición madrileña que más le gusta?
El cocido madrileño. Y como fiesta, la de la Paloma, la de San Isidro... Creo en un Madrid muy moderno con innovación, pero también con sus tradiciones. Hay que cuidarlas y presentarlas como un valor añadido de la ciudad.
¿Con quién bailaría un chotis?
No soy nada sectaria, lo bailaría con todo el mundo, otra cosa es que luego fuese capaz de hacer un pacto de gobierno.
¿Le enseñaría a Rivera?
Es que es muy fácil... Cuando él quiera. Ahora, te digo que no es un baile de lo más lucido, mucho más lucidas son las sevillanas.
¿Qué lleva en la maleta?
Buena parte de ropa, un paraguas por si llueve y libros, «no me falta nunca eso en la maleta». Asegura que «se nota que es la maleta de una mami», porque también lleva los «por si acaso» para sus hijas. Intenta no llevar nunca cosas de trabajo, pero dice que suele fallarle a esa iniciativa.
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