Bouquet y Carolina de Mónaco: una amistad en el aire

La buena relación entre la actriz y la princesa puede enturbiarse por su desacuerdo sobre la relación de sus hijos, que esperan su primer vástago para este mes

En los 90 encarnaron el estilo «très chic» francés y no era infrecuente verlas compartir asiento en el «front row» de los desfiles de Karl Lagerfeld. Carolina de Mónaco y Carole Bouquet se consagraron como musas del diseñador, que las convertió en el papel cuché de la época. Mientras que la princesa se convertía con sus «looks» en la embajadora más conocida del modisto, la actriz francesa, que ya había cautivado al gran público con «Ese oscuro objeto de deseo» de Buñuel y luego como «chica Bond», fue la imagen del perfume Chanel n. 5. durante más de diez años. Lagerfeld fue a descubir públicamente una amistad que se forjó en las mejores y más exclusivas fiestas de Montecarlo, París y Nueva York, en las que ambas «divas» habían coincidido varias veces. Intercambiaron un par de conversaciones y poco más les hizo falta para entablar una amistad, que ahora vuelve a estar de actualidad después de que sus respectivos hijos, Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, vayan a ser padres primerizos antes de que finalice agosto. Tras el nacimiento, la pareja, que hace varios meses anunció su compromiso, prevé darse el «sí, quiero». Ese día veremos de nuevo juntas a dos mujeres que años atrás ni se imaginaban que el destino volvería a hacer de las suyas para unir a sus dos hijos. Ambas han llevado vidas paralelas, en las que la moda fue el culmen de un sinfín de coincidencias, donde la tragedia y el desamor han marcado su camino. Las dos, nacidas en el año 1957, y hasta con nombres casi idénticos, enviudaron muy jóvenes y solas tuvieron que sacar adelante a sus hijos. Carolina perdió a su marido, el empresario italiano Stefano Casiraghi, en 1990 tras un siniestro accidente náutico. Ella apenas tenía 30 años y tres hijos: Andrea (6), Carlota(4) y Pierre (3). Cinco años antes Carole también perdió a su marido, el productor libanés Jean-Pierre Rassam, que a lo largo de su vida había tenido problemas con las drogas, hasta que a los 43 años se suicidó tras ingerir una sobredosis de barbitúricos, dejando sin padre a su único hijo, Dimitri, de tres años.

Relaciones de excesos

Tras enviudar, tanto Carolina como Carole rehicieron sus vidas con dos hombres que ocuparon el foco mediático por sus estilos de vida. Carolina lo hizo con Ernesto de Hannover, con quien contrajo matrimonio de su hija Alexandra en 1999 y del que se separó (aunque no divorció) una década después. Carole hizo lo propio con el también actor Gerard Dépardieu, con quien mantuvo una relación de diez años y que también estuvo empañada por las drogas y el alcohol. Ambas dejaron atrás esa oscura etapa y llegan a la actualidad con una amistad que, no obstante, según varios medios, puede estar siendo afectada por las diferentes posturas que ambas tienen respecto al compromiso de sus hijos. Una persona cercana a Bouquet aseguraba recientemente a la revista francesa «Voici» que «Carole aprecia a Carlota, pero siento todavía predilección por su ex nuera, Masha». Se refiere a la modelo rusa y ex mujer de Rassam, de la que todavía ha de divorciarse para poder contraer matrimonio con Carlota. Asismismo, una persona cercana a la princesa desvela «que Carolina siente que su hija ha ido demasiado rápido y, como siempre, le preocupan sus historias de amor». A la espera de que el enlace pueda celebrarse, las que un día fueron íntimas amigas pueden hoy enfrentarse como consuegras.

CARLOTA, A PUNTO DE DAR A LUZ

Carlota Casiraghi está embarazada de nueve meses de su segundo hijo. El padre es su prometido Dimitri Rassam, y ambos han tenido que retrasar su boda por esta alegría que tendrán entre sus brazos a finales de este mes. No se hizo un comunicado oficial del estado de Carlota, es más, lo han intentado mantener en secreto, pero sus avanzada situación y sus vacaciones veraniegas, han hecho imposible seguir escondiéndolo.