La herencia del buen gusto

Los mejores productos de la clásica cocina segoviana se ofertan en la carta de Julián Duque, hijo del mítico hostelero que elevó el cochinillo a la categoría de manjar. Destacan sus judiones de La Granja, que, a pesar de las altas temperaturas estivales, no conviene olvidar (si les gusta algo más ligero opten por los judiones con puerro y bacalao), así como el salteado de boletus y trigueros o las mollejas de cordero con setas e, incluso, la típica sopa castellana. A su buen hacer culinario se suma una cuidada decoración del restaurante. Si desea un sencillo picoteo puede elegir la barra o sus toneles convertidos en mesas altas y pedir unos bocados de embutido que quitan el sentido o su tosta de foie-demicuit sobre manzana a la sidra, miel y reducción de Pedro Ximenez. Pero si prefiere sentarse a degustar con calma sus creaciones no dude en conocer su sala, decorada con gusto y que mezcla elementos tradicionales como la madera con el cristal y donde los platos de cerámica segoviana son los protagonistas. De postre, está claro: el ponche segoviano (que es un dulce, no se equivoquen con el licor). Aunque quizá Julián Duque les hará que se decanten por la copa de «mousse» de tres chocolates sobre gelatina de cítricos que creó en honor a su nieta Isabel.

Restaurante: Julián Duque

Dónde: Plaza Mayor, 8. Segovia

Tel.: 921461577