«The shield»: La sucesora incomprendida (pero necesaria)

Los anunciantes amenazaron a fx con retirar su publicidad si no endulzaban el lenguaje.

En 2002, unos meses antes de que la HBO estrenase «The Wire», algo que en aquel entonces no tuvo ninguna trascendencia, otro canal de cable se atrevió con una producción que ya aventuraba el cambio que el género policíaco televisivo estaba a punto de dar, «The Shield: Al margen de la ley». Aunque en ese momento también fueron pocos los que supieron verlo, y durante los primeros episodios lo habitual era que los anunciantes amenazasen a FX con retirar su publicidad si la serie no endulzaba el lenguaje y los comportamientos de los personajes. Esto no sucedió, pero las audiencias crecían semana tras semana, los anunciantes olvidaron las reticencias iniciales y, como si fuesen uno más, se prepararon para ver hasta dónde era capaz de llegar Vic Mackey, el protagonista de esta historia.

Mackey es el jefe de la unidad especial del (imaginario) distrito de Farmington, en Los Ángeles, un hombre rudo que ha conseguido contener a las bandas que controlan su zona. Y con ellas la violencia, el tráfico de drogas y la explotación sexual, entre otros delitos. Pero sus superiores no están satisfechos, ya que los métodos de Mackey y su equipo para implantar la ley en Farmington no excluyen el chantaje, la extorsión ni, por supuesto, la tortura. Cuando no está en la comisaria o trabajando en alguna operación, Mackey trata de poner en orden su vida personal, esa en la que se encuentra casado y es padre de tres hijos, dos de ellos autistas. Una responsabilidad que le servirá para convencerse de la legitimidad de sus acciones futuras.

«The Shield: Al margen de la ley» es una producción que se sumerge sin miramientos en lo más profundo de la corrupción policial. Inspirada en el escándalo Rampart, que salpicó a finales de los años 90 a más de setenta oficiales de policía de Los Ángeles y decenas de casos, la serie retrata unas fuerzas del orden sin escrúpulos que luchan por asegurar sus calles al precio que sea, y a ser posible obteniendo beneficios personales de ello. Si en la coetánea «The Wire», David Simon ponía sobre la mesa los problemas de un sistema deficitario y mal planteado, en «The Shield», su creador, Shawn Ryan, indaga en los defectos y la moral de los miembros que forman parte de ese sistema.

Para intepretar a Vic Mackey y llevarlo al olimpo de personajes inolvidables de la televisión, el elegido fue Michael Chiklis. Junto a él, Walton Goggins («Justified: La Ley de Raylan») o Kenny Johnson («Chicago Fire») conforman el equipo de asalto. En la comisaría de Farmington nos encontramos además a la actriz afroamericana CCH Pounder o el intérprete de ascendencia latina Benito Martínez. Tanto Pounder como Chiklis vieron recompensado su trabajo con varios premios, entre los que se encuentran el Emmy y el Globo de Oro del protagonista.

A pesar de las reticencias iniciales, la producción fue ganando prestigio con el paso de los episodios, y tanto la crítica como el público se rindieron a los encantos de la cruda realidad policial de uno de los barrios más desafortunados de la costa oeste. Y con razón, porque aunque la serie no acostumbra a aparecer en las listas de las producciones que todo el mundo debería ver, es una creación imprescindible para comprender la ficción televisiva moderna.