Recetas
Dieta Heller: Con una comida «trampa» al día
Se trata de una dieta más baja en carbohidratos, estructurada en tres comidas al día; no obstante, en este caso se plantea introducir una vez al día una «comida premio», en la cual se permite incluir arroz, pastas, cereales o dulces, en cantidades ilimitadas, pero siempre acompañadas de vegetales y alimentos proteicos como la carne, pescado, marisco y huevo. Ese ansiado premio diario debe ser siempre a la misma hora, puesto que se debe respetar un plazo de 24h entre estos supuestos regalos alimentarios. Para el resto de las comidas, se establece un menú que no alcanza las 1.000 calorías diarias.
Lo bueno
- Una reestricción calórica y una disminución del grupo de los carbohidratos presenta beneficios en la pérdida de peso. Además, se plantea junto con la práctica de ejercicio dinámico cardiovascular (correr, elíptica, bici) y de fuerza (peso, entrenamiento funcional, etc.), y se le añade una mayor presencia a las grasas saludables y proteína de calidad. Además, aunque las 1.000 calorías se quedan cortas, la alta ingesta en carbohidratos se relaciona con un aumento de la leptina, que disminuye ante la restricción calórica, por lo que ante esta situación impide la disminución de grasa, además de incrementar el apetito y ralentizar el metabolismo.
Lo malo
- Se trata de una dieta universal, que no considera particularidades ni necesidades especiales. El concepto de «premio» en este contexto alude a una falsa sensación de que se está haciendo bien, pero en realidad nuestra relación con la comida va a peor, con actitudes compensatorias sin límites (más hidratos completos y alimentos con mucho azúcar) que no nos hacen tomar consciencia del momento de alimentarnos. No es una dieta adecuada para modificar hábitos o aprender a comer, sino que se trata de una «dieta milagro».
La nota: 3-4
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