Historia

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¿Napoleón tenía un asesino en su familia?

Los cimientos del imperio francés se tambalearon cuando Pedro Bonaparte, sobrino del célebre Napoleón I y conocido por su carácter violento, disparó a un periodista con fatales consecuencias

¿Napoleón tenía un asesino en su familia?
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Los cimientos del imperio francés se tambalearon cuando Pedro Bonaparte, sobrino del célebre Napoleón I y conocido por su carácter violento, disparó a un periodista con fatales consecuencias

El príncipe Pedro Bonaparte, primo hermano del emperador Napoleón III de Francia y sobrino del célebre Napoléon I, pasaría a la Historia con las manos manchadas de sangre, y no precisamente en el campo de batalla. Era el tercer hijo varón de Luciano Bonaparte, hermano pequeño a su vez del gran Napoleón que se convirtió en primer cónsul de la República francesa y luego en emperador tras el golpe de Estado del 18 de brumario. Pedro Bonaparte había nacido en Roma el 11 de octubre de 1815. Tenía así 55 años cuando disparó en el salón de su propia casa contra el periodista Victor Noir (que en realidad se llamaba Yvan Salmon), de 21 años, causándole la muerte casi en el acto. El homicidio sacudió los cimientos del imperio de su primo Napoleón III, provocando la indignación de las masas populares en toda Francia. Sólo once días antes, el 30 de diciembre de 1869, un periódico de Córcega, el «Avenir de la Corse», había publicado un artículo de Pedro Bonaparte, en el que éste dedicaba graves improperios a los radicales y demócratas que siempre le habían exasperado con sus críticas, fomentando su carácter violento.

El artículo suscitó la respuesta airada del periódico «La Revanche», y especialmente de «La Marsellesa», el diario radical más leído por ser su director el célebre revolucionario y entonces diputado Enrique Rochefort. «La Marsellesa» publicó su correspondiente réplica el 8 de enero, firmada por Ernesto de Lavigne, bajo el título «La familia Bonaparte».

Al día siguiente, Pedro Bonaparte envió una carta de amenaza a Enrique Rochefort. Éste comprendió enseguida que la misiva aludía al artículo y recurrió a su amigo Arturo Arnould para que fuera con él de testigo a casa de Bonaparte y le planteasen un duelo.

Pero al llegar a la residencia del príncipe los dos padrinos oyeron los rumores airados de una muchedumbre y detuvieron enseguida su carruaje. Entre las voces, distinguieron la del demócrata Jorge Santon, que les gritaba: «¡Alto, deteneos! En esa casa se asesina a la gente; Víctor Noir acaba de recibir un disparo». ¿Qué había ocurrido en realidad en casa de Pedro Bonaparte?

El lunes 10 de enero de 1870, a las 13:45 horas, los redactores de «La Marsellesa» Víctor Noir y Ulrico de Fonvielle llamaron a la puerta de la residencia del primo de Napoleón. Iban como testigos de Pascual Grousset, corresponsal en París del diario democrático «La Revanche», que había denunciado las calumnias de Pedro Bonaparte. Pretendían pedir explicaciones al príncipe por las injurias vertidas en su artículo contra los radicales. Tras abrirles el criado la puerta, llegaron hasta un amplio salón. De repente se abrió una puerta y apareció la silueta de Bonaparte.

w Nada que responder

El propio Ulrico de Fonvielle, testigo del trance, publicó su versión de los hechos en «La Marsellesa». He aquí un extracto:

–Tenemos el encargo de nuestro amigo Pascual Grousset de entregarla a usted una carta suya [anunció Fonvielle].

–¿No vienen ustedes de parte de Rochefort y no son ustedes sus hechuras? –replicó Bonaparte.

–Señor mío –intervino Fonvielle–, nosotros venimos por otro asunto y le rogamos se entere de lo que dice esta carta.

«Al decir esto le entregué la misiva y Bonaparte se aproximó a una ventana para leerla. Después, arrugó el papel entre sus manos y vino hacia nosotros», recordaba Fonvielle en su texto.

–Yo he provocado a Rochefort –dijo el príncipe– porque él es quien lleva la enseña del escándalo. En cuanto a Grousset, no tengo nada que responder. Ustedes pertenecen sin duda a esa canalla...

–Caballero –advirtió Fonvielle– venimos a su casa leal y cortésmente a cumplir el mandato que nos ha confiado nuestro amigo.

–¿Entonces son ustedes solidarios con esos pillos? –inquirió el príncipe.

–Nosotros somos solidarios con nuestros amigos –aclaró con firmeza Victor Noir.

«Acto seguido [añadía Fonvielle], avanzando un paso más hacia nosotros y sin la menor provocación por nuestra parte, el príncipe Bonaparte abofeteó a Victor Noir con la mano izquierda, mientras con la derecha empuñaba un revólver que había sacado del bolsillo. En un instante, abrió fuego a bocajarro sobre Noir, que dio un salto terrible al sentirse herido, comprimió su pecho con ambas manos, y salió de la casa, desplomándose poco después en la acera».

Victor Noir quedó inconsciente, mientras de su herida manaba abundante sangre. Entre varios hombres le trasladaron a la farmacia más próxima, que era la del doctor Mortreux. Pero éste nada pudo hacer por él: la bala le había penetrado hasta dos milímetros por debajo del corazón, atravesándole el pericardio. Era la «mort».

@JMZavalaOficial