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El jeque que compró el Picasso más caro del mundo
Tiene dos esposas, 15 hijos y una riqueza incalculable. Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani invierte parte de su fortuna en El Corte Inglés.
Antes de fijarse en El Corte Inglés «The Independent» tituló: «Conozca al hombre que compró Londres». De él decía que era una persona tan poderosa como misteriosa, de la que se conoce poco de su vida privada y de sus dispendios . Su nombre era prácticamente desconocido para los que no están al tanto de las altas finanzas. Es el jeque Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani ha querido siempre que se relacione su imagen con la de un hombre de Estado y de negocios, y ha intentado huir de aquellas instantáneas más frívolas que numerosos miembros de las familias reales de Oriente Medio han dejado a su paso, con sus juergas en casinos norteamericanos y en las playas marbellíes. De hecho, tras su cese como primer ministro catarí en 2013, el diario británico «Daily Telegraph» especuló con la posibilidad de que sustituya al actual Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, cuando éste termine su mandato en 2016.
En su tierra reconocen la labor que hizo al frente del Gobierno y del ministerio de Exteriores. «Ha sido una persona muy activa y consiguió que nuestro pequeño país tuviese influencia externa. Antes nadie conocía Qatar y ahora está en el mapa gracias a sus iniciativas e inversiones», reconoce un periodista catarí. Eso sí, permanecen callados respecto a la vida sentimental del jeque. La información que recoge internet es confusa y, mientras otros miembros de la familia real no tienen problemas con la exposición de sus mujeres –ahí está el ejemplo de la jequesa Mozah Bint Nasser–, él siempre ha sido muy celoso de la privacidad de su familia.
Todas las fuentes parecen coincidir en que Hamad bin Jassim tiene 15 hijos y que se casó dos veces. Los árboles genealógicos de la familia real catarí señalan que lo hizo en primeras nupcias con Jawahar Al Thani en 1982, con la que tuvo ocho hijos. Ésta falleció en 2005, aunque en 1996 el jeque ya había tomado una segunda esposa, Nur al-Subaie, hija de un ministro de Educación.
El tren de vida de la familia es igual de escandaloso que el del resto de príncipes árabes. En 2012, las secciones de vivienda de los diarios neoyorkinos vivieron con fervor el culebrón de su búsqueda de piso. Tras ser rechazado por una exclusiva comunidad de vecinos que veía con recelo la llegada de su extensa prole y cuerpo de seguridad, el jeque decidió renunciar al dúplex más exclusivo de la Gran Manzana porque sólo tenía dos ascensores.
Finalmente se decantó por una mansión de cinco pisos que costó casi 43 millones de euros y que, además de estar esquisitamente amueblada, disponía de una recepción privada, una espaciosa sala de juegos y un espectacular jacuzzi. Además, posee otras dos viviendas de infarto en Londres y en Los Ángeles.
¿Y cómo pasan las vacaciones la familia del «sheikh»? En su yate de 133 metros de eslora por las islas griegas, valorado en 227 millones de euros, con diez suites, todas ellas con baño, sala de estar y habitación doble.
El conglomerado mediático Al Jazeera se llegó a preguntar tras su cese como Primer Ministro si Qatar «podría sobrevivir sin su hombre del Renacimiento». Aunque el titular del artículo iba encaminado a reflejar el cambio que había sufrido el país en la esfera internacional y económica, bien podría referirse a las inversiones de este jeque en arte. Al torbellino mundial que supuso la compra del Picasso en mayo de este año hay que sumar los más de un billón de dólares que su familia ha invertido en las últimas dos décadas en arte occidental, sin tener en cuenta lo que ya poseen de civilizaciones como la Antigua Roma, el Egipto de los faraones o los años del Islam más floreciente.
Otros «top» en España
El príncipe catarí ha seguidó la estela de otros magnates internacionales que han confiado parte de sus fortunas a proyectos empresariales españoles. Abdullah Bin Nasser Al Thani, compatriota catarí, consiguió con su inversión de 137 millones que el Málaga lograse unos magníficos resultados en 2012. Otro que ha confiado en el mundo del deporte español, es el chino Wang Jianlin. En enero de este año, el magnate se hizo con el 20 por ciento del Atlético de Madrid. También adquirió por la friolera de 265 millones de euros el Edificio España, situado en Madrid y propiedad del banco Santander.
El mejicano Carlos Slim amplió en marzo su ya extensa lista de propiedades en España, al comprar a Bankia el 25 por ciento de la inmobiliaria Realia. George Soros también apuesta firmemente por España: a principios de este año, el multimillonario invirtió 500 millones en el capital del Banco Santander.
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