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El ocaso de Ben Affleck

Tras una nueva recaída, el actor vuelve a un centro de desintoxicación aconsejado por su ex mujer, Jennifer Garner, única persona de su confianza que ha tomado las riendas de su vida

Una de las últimas imágenes del intérprete de 46 años antes de ser ingresado ayer en un centro de rehabilitación para superar sus problemas con el alcohol
Una de las últimas imágenes del intérprete de 46 años antes de ser ingresado ayer en un centro de rehabilitación para superar sus problemas con el alcohollarazon

Tras una nueva recaída, el actor vuelve a un centro de desintoxicación aconsejado por su ex mujer, Jennifer Garner, única persona de su confianza que ha tomado las riendas de su vida.

Ayer, a las puertas de la mansión de Ben Affleck en Los Ángeles, su ex mujer, Jennifer Garner, volvió a dar una lección de lealtad al padre de sus tres hijos. «¿Os puedo pedir un favor? ¿Os podéis apartar un minuto y dejarnos en paz?». Fue lo que, tajante, dijo a los «paparazzi» que se amontonaban en el jardín de la casa del actor tras conocerse su nuevo ingreso (el tercero) en un centro de desintoxicación, después de que haya vuelto a recaer en su adicción al alcohol. Affleck y Garner anunciaron su separación hace un año, poco después de que el intérprete de 46 se sometiese a un primer tratamiento por sus problemas con la bebida y el juego. Sin embargo, ambos acordaron mantener una relación cordial por el bienestar de sus hijos (Violet, de 13 años; Seraphina, de 9; y Samuel, de 6), aunque él, con sucesivas recaídas y escarceos amorosos no bien vistos por ella, ha faltado a su promesa de recuperarse del todo y proyectar una buena imagen para los niños. Pese a ello, Garner siempre ha estado ahí para apoyarlo, convirtiéndose en su salvavidas sin pedirle nada a cambio. «Ella suele estar muy pendiente de él, quiere que cambie, y por eso ha decidido tomar las riendas de su vida», asegura una persona cercana a la ex pareja, que desvela, además, que la actriz está desolada.

El lunes Affleck fue fotografiado, con un aspecto muy desmejorado, en la puerta de su domicilio mientras recibía una caja llena de botellas de cerveza y whisky. Había dormido con la modelo de «Playboy» Shauna Sexton, con la que pasó unos días desenfrenados de fiesta y alcohol. Al ver las imágenes y advertida de las malas intenciones de la joven, Garner no dudó en personarse el miércoles por la noche en la vivienda del ganador de dos Oscar acompañada de un abogado y le suplicó que volviera a ingresar en un centro de desintoxicación. Él aceptó y, de este modo, ayer por la mañana abandonaba su casa junto a ella y su guardaespaldas rumbo a la clínica, ubicada en una exclusiva zona de la ciudad costera de Malibú y en la que, según confirma el portal de noticias TMZ, se prevé que pase un tiempo. Aunque las imágenes y las salidas con Sexton fueron la punta del iceberg, Garner era conocedora de los malos hábitos que su ex venía teniendo: «Por desgracia, Ben estaba retomando prácticas poco saludables y había vuelto a sus locas noches de juerga con personas que no le hacen ningún bien», asegura un conocido. Otro amigo cuenta que «hace poco se le pudo ver en una fiesta rodeado de mujeres y con antiguos amigos que han hecho que vuelva a la bebida de manera rápida y sin darse cuenta».

Incertidumbre

Al parecer, la dificultad del intérprete para superar sus adicciones sería precisamente el motivo por el que Garner no desea concluir su divorcio, todavía pendiente de que sea firmado por ambos. «Jennifer aún duda de que Ben sea capaz de recuperarse del todo y no quiere firmar nada hasta que tenga la certeza de que sus hijos van a estar en buenas manos cuando les toque quedarse con su padre, esta incertidumbre esta dilatando el divorcio», desvela alguien del entorno de los actores. Esta nueva recaída del director de «Argo» podría influir en la custodia compartida que ambos solicitaron cuando presentaron la demanda de divorcio. Otra de las personas que siempre ha estado junto a Affleck en sus peores momentos ha sido su hermano, Casey, desaparecido de la escena tras sus últimas declaraciones, en las que reconocía que había acosado sexualmente a varias mujeres.