Papel
Ver para creer
Samsung ha renovado el viejo concepto de cristal, haciendo de los nuevos prototipos unas ventanas al mundo tan revolucionarias como en su día lo fue la aparición de internet, con realidad aumentada e interconectividad
Samsung ha renovado el viejo concepto de cristal, haciendo de los nuevos prototipos unas ventanas al mundo tan revolucionarias como en su día lo fue la aparición de internet, con realidad aumentada e interconectividad
Somos una especie visual. Nuestra principal herramienta para percibir la realidad es la vista. Y aquí es donde más terreno para innovar tiene la tecnología. En apenas diez años, y a través de sinergias, fusiones y tratos con diferentes compañías, Samsung ha renovado por completo nuestro concepto de vacaciones. Hoy, en 2025, el cristal inteligente, resistente y flexible es una realidad cotidiana. Pero si alguien que no lo conoce leyera esto, le sonaría a brujería. Primera novedad para los recién llegados al presente. El cristal inteligente actual está permanentemente conectado. Por ejemplo, los aeropuertos cuentan con enormes pantallas «en blanco», al apoyar sobre ellas nuestro «smartphone», con el número de vuelo y la reserva, automáticamente nos dice en qué mostrador debemos presentarnos, tiempo aproximado de espera, se descarga la ubicación para guiarnos y los datos personales para agilizar el trámite. Y todo esto en cinco segundos. Pero no es esa la única inteligencia del cristal. Basta tocarlo con el teléfono para que sepa nuestro idioma y las instrucciones las recibamos en el que está configurado nuestro dispositivo. Y lo mismo ocurre en los museos y en muchos bares. También las tiendas han adoptado este sistema para brindar la información pero también las tallas según nuestro país de residencia.
El cristal flexible, diseñado en conjunto entre Samsung y Croning, uno de los responsables de la fibra óptica y de Gorilla Glass, es un medio fundamental para el turista que guarda allí todos los mapas, con los recorridos hechos, la localización del hotel, la ruta más acertada para regresar (con alertas de desvío para despistados) y las atracciones que aún no se han visto y estaban programadas. Basta marcar una de ellas para que nos digan el horario, podamos reservar entradas o una visita guiada en el idioma elegido. Luego el cristal, como si fuera un tubo de fibra óptica, se pliega y, del tamaño de una hoja de cuaderno, regresa al bolsillo como una tarjeta de crédito. ¿Sorprendido? Pues ni por asomo es lo mejor. El cristal flexible se conecta a nuestro «smartphone» vía bluetooth y permite recibir y realizar llamadas de audio y vídeo.
Finalmente la realidad aumentada. Durante los viajes, sobre todo aquellos que se realizan por tierra, el paisaje no siempre acompaña. A veces el conductor (y también los pasajeros) se aburre. Actualmente Samsung es la principal proveedora de cristales inteligentes para la industria del automóvil. En ellos, inicialmente, se desplegaba toda la información del viaje: clima a lo largo de la ruta, tiempo a destino, velocidad, tráfico... Se acabó aquello de «¿cuánto falta para llegar?».
Pero las capacidades fueron aumentando y allí es donde entró la realidad aumentada. Hoy es posible proyectar, sobre la ruta, el paisaje de Marte, un bosque, el desierto del Sáhara, lo que uno quiera, lo que ha provocado que la pregunta más habitual sea «¿cómo, ya llegamos?».
- Fuente: Samsung está trabajando en diferentes prototipos de cristal inteligente, desde smartphones hasta neveras. Y Croning ha conseguido llevar la interconectividad a los cristales.
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