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La herencia envenenada de Marisa Porcel

LA RAZÓN ha podido saber que la actriz murió sin ser consciente de su millonaria deuda: «tenía embargados casi todos sus bienes», nos desvela una persona cercana

La intérprete, que falleció el pasado miércoles a los 74 años, figura en la última lista de morosos de Hacienda
La intérprete, que falleció el pasado miércoles a los 74 años, figura en la última lista de morosos de Haciendalarazon

LA RAZÓN ha podido saber que la actriz murió sin ser consciente de su millonaria deuda: «tenía embargados casi todos sus bienes», nos desvela una persona cercana.

Marisa Porcel no era consciente de que tenía una millonaria deuda con Hacienda. Su familia lo sabía, pero no quiso decirle nada para no preocuparla más habida cuenta de su frágil estado de salud. La actriz era ajena al grave problema. Ella no entendía de números y lo dejaba todo en manos de un asesor fiscal. Tras su fallecimiento el pasado miércoles a los 74 años, más que de la herencia que haya podido dejar a su única hija, Paloma, se habla de su deuda tributaria, exactamente, 1.423.736, 37 euros. La heredera tendría que hacerse cargo tanto de los bienes como de la deuda de su progenitora. El asunto, según desvela a LA RAZÓN una persona cercana a la fallecida, es que «Hacienda le había embargado a Marisa su chalé, su coche, sus cuentas bancarias... en definitiva, casi todos sus bienes. Que yo sepa, la herencia es totalmente deficitaria, como bien sabe su hija, Paloma». El actor Pepe Ruiz, íntimo amigo de Porcel desde que ambos protagonizaron la exitosa serie «Escenas de matrimonio», estaba al tanto de los problemas de su compañera de profesión y nos cuenta que «yo también tuve que pagar a Hacienda unos 500.000 euros, 400.000 de deuda y otros 100.000 por multa e intereses de demora. Y me enteré de que a Marisa también le reclamaron una alta cantidad, aunque tengo entendido que su hija no le dijo nada para no preocuparla. Yo imagino que aquella cantidad inicial fue subiendo con el paso del tiempo al no hacerse cargo de la deuda».

«No era ludópata»

Ruiz añade que «los dos pagábamos asesores fiscales, en televisión nos hicieron montar sociedades para declarar, porque existía una cierta tolerancia de Hacienda para hacerlo por medio de ellas. Con el paso del tiempo la cosa cambió y tuvimos que hacer frente a cantidades que no nunca esperábamos. De ahí tantos problemas». Parece ser que en dos años, y mientras aparecía en «Escenas de matrimonio», Marisa Porcel podría haber cobrado más de dos millones de euros, convirtiéndose entonces en una de las intérpretes mejor pagadas de nuestro país. La última vez que Pepe estuvo con Marisa fue en marzo de este año: «Fui a verla y ya estaba bastante malita. Ha ido aguantando, aunque este último mes se encontraba mucho peor. Estaba ingresada en el Hospital de la Beata, en Madrid, en la calle del Doctor Esquerdo, y se fue apagando poco a poco. Es que ni tenía ganas de comer ni de nada... Es una verdadera pena».

Lo que sí que desmiente el actor es lo publicado en algún medio de comunicación, en el que se afirmaba que la intérprete se gastaba mucho dinero en el juego. Pepe Ruiz asegura que «no tengo constancia de que fuera una ludópata, como anécdota, te puedo contar que a veces jugábamos y lo hacíamos apostando con garbanzos,
pero nunca con dinero».

Otra persona del entorno de Porcel deja caer que «los familiares de Marisa le echan la culpa a un asesor que no debió hacer bien su trabajo, pero se olvidan de que hicieron caso omiso a los requerimientos que llegaban de la Agencia Tributaria. Dejaron pasar el tiempo y la deuda fue subiendo... A Paloma le ha quedado una situación tremenda, porque no creo que le sea rentable aceptar la herencia de su madre si evalúa las deudas». Y es que se hereda la riqueza y la pobreza, el debe y el haber, lo que se tiene y lo que se adeuda. Si se confirma finalmente que todos los bienes de Marisa están embargados, mal negocio hará Paloma aceptando la «traicionera» herencia de su madre.

Fue el pasado 28 de junio cuando apareció el nombre de Porcel en la lista de morosos de la Agencia Tributaria, aunque a ella nunca le dieron la mala noticia, al igual que se había hecho desde que se supo que Hacienda le comenzó a reclamar la deuda. Este diario ya estaba al tanto del tema hace tiempo, pero a la vista de las circunstancias y sabedores de que la actriz no conocía esa situación optamos por no desvelar nada. Por otra parte, hemos podido confirmar que aparece vinculada a una sociedad limitada, que responde al nombre de Akaster Level SL, con domicilio social en el número 122 del Paseo de la Castellana de Madrid y dedicada a «producciones artísticas, actores y artistas, doblaje e intervención en medios de comunicación». La empresa fue constituida en mayo de 2007, tres meses antes del estreno de «Escenas de matrimonio», con el capital social mínimo (3.010 euros). Sus últimas cuentas presentadas son las de 2010 y registra en 2015 cuatro incidencias judiciales con administraciones locales de Madrid. Lo curioso es que hasta mayo de 2012 Porcel constaba como coadministradora de la sociedad junto a una persona llamada Asunción Porcel Montijano, cuyos apellidos coinciden con los de Marisa, aunque a día de hoy no consta que la actriz tenga ningún hermano. En la actualidad dicha mujer figura como administradora única.