Alimentación

Mitos sobre la comida que no debes creer

Mitos sobre la comida que no debes creer
Mitos sobre la comida que no debes creerlarazon

Para domingueros: el microondas y las vitaminas. Dos minutos a máxima potencia

Es un mito muy extendido, junto con el de que las microondas de alguna manera hacen tóxica la comida, pero ninguna de estas cosas es cierta, más bien al contrario. Las microondas solo hacen vibrar las moléculas de agua que hay en la comida, calentándola, pero no la están «irradiando». En los experimentos que se han realizado comparando la cocción de verduras en microondas sin agua, en su propio jugo, con hervir las mismas verduras, se pudo ver que el microondas conservaba una mayor cantidad de vitaminas y antioxidantes que se perdían disueltas en el agua de hervir con el método tradicional.

Para runners: si tienes un antojo, te falta un nutriente. Resiste a los antojos

Todos hemos oído alguna vez justificar los antojos de chocolate porque nos falta magnesio, o los de pan con mantequilla porque te falta calcio, pero ninguna de estas cosas posee sentido real. Los antojos tienen más que ver con necesidades psicológicas y asociaciones entre alimentos (normalmente dulces o grasos) y sensaciones de bienestar. Poca gente, por no decir nadie, tiene antojos de brócoli. Hay una excepción en casos extremos de falta de hierro que produce en ocasiones un síndrome en el que las personas necesitan masticar hielo o arcilla (que tampoco contienen hierro), pero lo demás son cuentos.

Para levantadores de pesas: el azúcar, necesario para el cerebro. Modera los dulces

Ésta es la excusa que muchas personas encuentran para justificar sus helados, cereales de desayuno y refrescos azucarados, sin embargo, no es cierta. Si lo fuera, nuestros antepasados no habrían podido sobrevivir a las glaciaciones, ya que solo había caza y quizá algún tubérculo, nada de azúcar. Cuando dejas de comer carbohidratos el cerebro funciona perfectamente (y a veces mejor) con unas moléculas que el cuerpo extrae de la grasa llamadas cuerpos cetónicos. Siempre hace falta una pequeña cantidad de glucosa, pero puede salir transformando las proteínas de

la dieta.

Yoga y pilates: mejor hacer muchas comidas al día. Come cuando tengas hambre

De nuevo, comer tres o incluso cinco o seis veces al día es un lujo que pocos de nuestros antepasados de las cavernas podían permitirse. De hecho, nuestro cuerpo está adaptado para funcionar sin problemas con periodos de ayuno y de alimentación. En los experimentos que se han realizado no se vio ninguna ventaja entre las personas que comían dos o tres veces al día y las que repartían las comidas en cinco o seis más pequeñas, siempre que se mantuvieran los mismos nutrientes. Incluso comer una vez al día es igual de saludable siempre que el aporte de calorías y nutrientes sea el adecuado.