Muere el noble de los diez mil millones

Gerald Cavendish Grosvenor, sexto duque de Westminster, falleció el pasado martes a los 64 años. El multimillonario terrateniente británico fue uno de los hombres más ricos del Reino Unido y uno de los propietarios de tierras más influyentes de su país. Tras sentirse indispuesto, el aristócrata ingresó en el Royal Preston Hospital, en el condado inglés de Lancashire, donde falleció poco tiempo después de un infarto de miocardio. Un portavoz de la familia del duque pidió «privacidad y comprensión en estos momentos difíciles» en un comunicado divulgado ayer y añadió que «a su debido momento» se darán más detalles sobre las circunstancias de lo ocurrido.

Desde el Palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II, en Londres, se ha informado de que «su majestad tiene constancia» de la noticia y enviará un mensaje privado de condolencias a la familia. Por su parte, personal de Clarence House ha divulgado un escrito informando de que tanto el príncipe de Gales como su esposa, la duquesa de Cornualles, se encuentran «profundamente en «shock» y muy apenados» por la repentina muerte de su amigo.

De hecho, la relación del fallecido con la familia real británica era muy cercana. En 1978, Grosvenor pasó a formar parte del círculo íntimo de la Reina de Inglaterra gracias a su matrimonio con Natalia Ayesha Phillips, descendiente de Jorge II, y que ocupa un puesto lejano en la línea de sucesión al trono británico. La duquesa de Westminster es uno de los seis padrinos de bautizo del primogénito de Carlos de Inglaterra y de Lady Di, honor que comparte con Constantino II de Grecia, la princesa Alejandra, Lady Susan Hussey, Lord Hussey, Lord Romsey y Sir Laurens Van der Post. El matrimonio Grosvenor tiene tres hijas, Lady Tamara, de 36 años, y casada con Edward van Cutsem, amigo de los duques de Cambridge; Lady Edwina, de 34, pareja del historiador Dan Snow, y Lady Viola, de 23, además de un varón, Hugh, de 25 y heredero del ducado y de todos los bienes familiares. Es, además, padrino de Jorge, hijo pequeño del príncipe Guillermo y Kate Middleton.

Gerald Grosvenor fue uno de los terratenientes más acaudalados de Reino Unido con una fortuna valorada en más de 10.000 millones de euros también, según la revista «Forbes», lo que le convertiría en la sexagésimo octava persona más rica del mundo y la tercera del Reino Unido. Se convirtió en el sexto duque de Westminster con 27 años y, a lo largo de su vida, apoyó numerosas organizaciones destinando su riqueza a ayudar a los demás y dar apoyo a las zonas rurales y urbanas más pobres con enlaces a sus propiedades.

Su inmensa fortuna procede de las fincas que posee en Oxford, Cheshire y Escocia, así como de las grandes propiedades –cerca de 300 hectáreas– de Mayfair y Belgravia, en el centro de Londres. Al tratarse de zonas en muy alta demanda, una casa allí se vende por alrededor de tres millones de euros. En la prensa británica no ha faltado quien diga que el duque «era dueño de medio Londres». Además, poseía una finca en España de 15.000 hectáreas ubicada en Ciudad Real.

Amigo y confidente

El noble fue amigo y confidente del príncipe Carlos, quien le pidió que fuera tutor privado de su primer hijo, Guillermo. Los duques de Cambridge y Harry son inquilinos habituales de las propiedades de Grosvenor así como de su avión privado. Incluso, los duques de Cambridge y sus hijos lo utilizaron recientemente para sus vacaciones privadas en el País Vasco francés, así como para pasar unos días en la nieve en la elitista estación de esquí de Courchevel. Se trata de un jet Cessna Citation X valorado en cinco millones de libras, cuyo alquiler podría rondar 14.000 libras, pero que a ellos les prestó su amigo.

Educado en Harrow, Gerald Grosvenor trabajó en distintos ranchos de Australia y Canadá antes de dedicarse a gestionar su inmensa fortuna. En 1973 se convirtió en administrador del estado y se inscribió en el ejército territorial, cumpliendo su vocación de ser soldado. En 1994 era nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico por su trabajo en la fuerza de voluntarios. En 2012, la Reina Isabel le otorgó como regalo personal el título de Comandante de la Real Orden de Victoria, además de ser Caballero de la Orden de la Jarretera y Compañero de la Orden del Baño.