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El ojo más lejano de la Humanidad
Lleva desde 1977 pululando por el espacio, pero fue en 2006 cuando la «Voyaguer 1» llegó donde nadie ni nada lo había hecho: una distancia 100 veces mayor que la del Sol a la Tierra
Lleva desde 1977 pululando por el espacio, pero fue en 2006 cuando la «Voyaguer 1» llegó donde nadie ni nada lo había hecho: una distancia 100 veces mayor que la del Sol a la Tierra
Era 15 de agosto del año 2006 y la NASA informó de un acontecimiento probablemente inadvertido por la mayoría de los ciudadanos de este mundo pero de trascendencia científica histórica: la nave «Voyager 1» se convirtió en el objeto humano más distante, tras alcanzar ese día las 100 unidades astronómicas de distancia, 100 veces más lejano del Sol que la Tierra. Es decir, el aparato superaba la barrera de los 15.000 millones de kilómetros. A esa distancia el Sol se ve como un simple punto de luz, igual que vemos desde la Tierra una estrella grande. Los motores de energía solar son inviables allí, de modo que la Voyager siguió impulsada por sus reactores nucleares y continuó su viaje... incluso enviando información desde los confines del Sistema Solar. La sonda sigue hoy su vuelo, manteniendo el récord de ser el artefacto que más lejos ha llegado en la historia de la ingeniería humana.
«Voyager 1» fue lanzada en 1977 con el fin de explorar los planetas gigantes de nuestro vecindario: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. De hecho, cuando sobrevoló estos cuerpos tres años más tarde ofreció las mejores imágenes de ellos jamás obtenidas. Pero los técnicos de la NASA tenían previsto un destino más glorioso aún para la misión: seguiría viajando mientras sus motores lo permitieran. ¿Hasta dónde? En 1990 el astrónomo y divulgador Carl Sagan logró que la NASA atendiera su petición de enfocar las cámaras de la «Voyager» hacia la Tierra. En ese momento se encontraba a 6.000 millones de kilómetros de distancia. Un 14 de febrero obtuvo la foto de nuestro planeta desde mayor distancia: el mundo apenas era un pequeño punto azul pálido.
En contra de todo lo esperado, el aparato siguió tranquilamente su viaje, superó todos los récords de distancia y aún hoy sigue haciéndolo. Los últimos datos de la NASA lo sitúan a más de 19.000 millones de kilómetros de la Tierra, viajando a unos 57.000 kilómetros por hora. Por el camino ha logrado algunos hitos fundamentales: en 2005 se oficializó que había llegado a la frontera del Sistema Solar, llamada frente de choque, un área donde empieza a perderse la influencia magnética y gravitacional del Sol. En 2009 superó la heliofunda, es decir, la zona de intersección entre el Sistema Solar y el espacio interestelar. En esa área, ya empieza a notarse la débil influencia de otras estrellas. Las señales de la «Voyager» tardaban 14 horas en llegar a la Tierra. El 12 de septiembre de 2013, por fin, los científicos consensuaron que la «Voyager 1» había abandonado definitivamente el Sistema Solar, desde ese día la Humanidad tiene un aparato situado en el espacio interestelar, en la zona donde ya el Sol no ejerce ninguna influencia. Hoy, a más de 20.000 millones de kilómetros de distancia, esa sonda cargada de imágenes y sonidos de parte de la Humanidad, continúa su viaje hacia lo desconocido, rumbo al centro de la Galaxia, en dirección a la constelación de Ofiuco. En 2020 se prevé que todos sus sistemas de viaje se apaguen.
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