Papel
Primeras vacaciones reales con un gobierno de Podemos
Zarzuela resta importancia al hecho de que sus «anfitriones» hayan pedido que Marivent sea abierto al público. Aún está por confirmar la presencia del Gobierno balear en el tradicional cocktail
Zarzuela resta importancia al hecho de que sus «anfitriones» hayan pedido que Marivent sea abierto al público. Aún está por confirmar la presencia del Gobierno balear en el tradicional cocktail
El «trocito de cielo» que le parece Palma de Mallorca a Don Felipe puede empañarse un poco este verano tras llegar a las instituciones baleares el tripartito PSOE, Mes Per Mallorca y Sam Palma. La primera semana del mes de agosto, Don Felipe y Doña Letizia viajarán a la isla con sus hijas y cumplirán con su agenda oficial con unos anfitriones algo revueltos. Desde Zarzuela quitan importancia al hecho de que figure en el programa del tripartito abrir al público los jardines de Marivent, o que la portavoz de MES, Fina Santiago, quiera que los lugareños dejen de mantener la residencia estival de los Reyes. «No hay que adelantar acontecimientos», aseguran.
Los Reyes mantendrán su agenda tradicional en la isla: celebrarán una recepción para las autoridades baleares y representantes de otros ámbitos –el año pasado acudieron alrededor de 300 asistentes y se ofreció un cocktail en el interior del palacio–, y posteriormente Don Felipe mantendrá el habitual despacho con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Este año los Reyes continuarán con el objetivo que fijaron en su proclamación de conectar con todos los sectores sociales, y también estarán invitados representantes de los ámbitos económico, cultural, científico y deportivo.
Este sector tiene unos sentimientos y pareceres muy distintos en lo que a la presencia de los Reyes en la isla se refiere. Su afición por la vela y su participación en la Copa del Rey Mapfre respaldan y potencian internacionalmente este proyecto año tras año.Este verano cuentan con una inscripción histórica de 137 embarcaciones. Don Felipe compitió el pasado agosto por primera vez como Rey, y siempre se le invita, aunque por motivos de seguridad sólo pueda confirmar días antes. Un portavoz de la competición de este año asegura que «sería genial volver a tenerlo entre nosotros. La aportación de la Familia Real a Baleares es importantísima y lo piensa una inmensa mayoría de la gente». Los que han navegado con él lo definen como un «tripulante más, un patrón calmado que nunca toma las decisiones en caliente».
la pasión del rey
El barco reservado para que compita Don Felipe es el «Aifos» de la Armada Española, del año 95. Si el del año pasado era de 52 pies, en esta ocasión será de 45. «El Rey cumple con la imagen de austeridad que quiere transmitir la Monarquía», consideran. «La vela es la pasión del Rey, y quiere seguir compitiendo, pero lo hace de mano de la Armada, no gastan dinero y no tiene el patrocinio de una empresa privada». Si a día de hoy aún no ha confirmado si participará en la competición, lo que es seguro es que entregará los premios el día 8.
El Jefe de Estado está ligado a este deporte desde su adolescencia, y ya el año pasado aseguró a los medios de comunicación que no descartaba que sus hijas sigan sus pasos en un futuro, si así lo desean, inscribirlas en un curso de vela, como podría ser la escuela Calanova, donde aprendió Don Felipe desde niño.
Y es que el Monarca lleva veraneando en Palma desde 1973, cuando Don Juan Carlos y Doña Sofía decidieron pasar el periodo estival en esta isla. Año tras año, todos los miembros de la familia Borbón han disfrutado de un intenso verano entre el Real Club Náutico de Palma, la discoteca Clan y el restaurante La Greppia. Imágenes que quedan muy lejanas, como las de todos juntos a bordo del barco «Fortuna»: en 2007 fue el último posado.
Pero en esta nueva línea de austeridad de la Corona no entra un barco de 41,5 metros de eslora, y Don Juan Carlos pensó en deshacerse de un regalo que corrió a cuenta de 25 financieros y hoteleros de Baleares en el año 2000 a través de la Fundación Turística y Cultura (Fundatur). En 2013, el padre de Felipe VI pidió a Patrimonio Nacional que pusiera en marcha los trámites para la venta del barco, que finalmente se ha vendido por dos millones de euros a Balearia Eurolíneas Marítimas. En el caso de la residencia de Marivent, este Palacio fue cedido por la comunidad autónoma como residencia de la Familia Real, pero no pertenece al conjunto de residencias que Patrimonio Nacional mantiene a disposición de los miembros de la Monarquía española. El año pasado sonaron las alarmas cuando se rumoreó que los Reyes podrían no ir a Palma. El argumento era, a falta de que la Casa del Rey informara de si Don Felipe y Doña Letizia continuarían la tradición de ir a Palma de Mallorca en verano, que podrían perder Marivent. Este verano ese argumento cobra aún más peso habiéndose producido el cambio de Gobierno en la isla.
Doña Sofía sería de las que más sentiría la pérdida en caso de que Marivent estuviera abierto al público todo el año, ya que es, probablemente, la que más disfruta la estancia en la isla. Este año lleva yendo y viniendo a la isla desde Semana Santa. Don Juan Carlos es quien menos se deja ver desde hace tiempo; el año pasado no estuvo ningún día, al menos que trascendiera públicamente, ya que mientras que Felipe VI se estrenaba como Rey en Palma de Mallorca, Don Juan Carlos estaba en Colombia asistiendo a la toma de posesión del nuevo presidente. Se desconoce si Doña Elena, otra asidua a la isla, pasará unos días con sus hijos, pero lo que, obviamente, no se espera, es la presencia de la Infanta Cristina a quien Don Felipe ha revocado recientemente el título de duquesa de Palma.
Como es habitual, después de pasar sus días de veraneo en Palma, los Reyes pondrán rumbo a un destino desconocido del que Zarzuela no informará, al considerarlo del ámbito privado.
Un curioso matrimonio a tres
Una farmacéutica socialista al frente del Gobierno; Podemos presidiendo el Parlamento balear y los econacionalistas de MES, encargados de varios Consejos Insulares. De este matrimonio a tres para desterrar al PP han salido medidas como la recuperación de la «ecotasa» (un impuesto al turismo), el fomento y el impulso del uso del catalán (incluso para las ONG o para ejercer la función pública) o la derogación de la Ley de Símbolos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar