El preguntón

¿Se puede sudar debajo del agua?

Sí, depende de la temperatura del agua, nuestro metabolismo y el ejercicio

¿Se puede sudar debajo del agua?
¿Se puede sudar debajo del agua?larazon

Esa aparentemente cristalina piscina en la que estamos pensando sumergirnos dentro de un rato contiene algo más que agua y cloro. En ella puede haber otros líquidos. Y no me refiero a ese líquido producto de la diuresis que algunos desaprensivos insisten en aliviar. Debajo del agua también se puede sudar y, por lo tanto, ese fluido corporal, propio o de otros, forma parte de la composición de la piscina. De hecho se suda mucho. Hay varios factores que influyen en nuestra transpiración en el medio acuático: la temperatura del agua, la temperatura del ambiente, nuestro metabolismo y el tipo de ejercicio que realizamos. Las glándulas sudoríparas se activan cuando la temperatura del cuerpo empieza a subir peligrosamente. Antes de que el calor achicharre nuestras células, sudamos. Las axilas producen 700 miligramos de sudor cada hora. El líquido transpirado, en contacto con el aire, se evapora. Y al evaporarse se lleva consigo algo de energía en forma de vapor. Hay dos cosas en el mundo que se enfrían así: los animales de sangre caliente y los botijos. Porque este prodigio tecnológico de barro mantiene el agua fresca por el mismo proceso físico: los poros del barro «sudan» y la evaporación hace el resto. Aunque sudar dentro del agua no es tarea fácil. Es necesario moverse mucho. Entre otras cosas porque, en condiciones de agua fresca, la función enfriadora del sudor no tiene sentido. En la piscina, las gotas de sudor, en lugar de evaporarse, se desprenden de la piel. Los nadadores profesionales saben muy bien que tras una dura tanda de entrenamiento, salen del agua con la piel enrojecida y con sensación de calor en la cabeza: se han pegado una buena sudada. Un nadador profesional tiene una tasa de recambio de agua 33% más rápida que una persona que no nada. Es decir, que la cantidad de líquidos que entran y salen del cuerpo mientras hacen ejercicio es mayor. Lo más interesante es que las pérdidas no renales (las que no incluyen la orina) son 3 veces mayores en los nadadores, lo que sugiere que la sudoración es su fuente principal de pérdida de líquidos

¿Cuánto habrá sudado entonces?

Varios estudios de fisiología del deporte han hecho el cálculo. La natación intensa arroja 0,5 litros de sudor a la hora. Una carrera prolongada, 1,1 litros y una sesión de ciclismo 1,5. El dato es significativo porque cuando nadamos también debemos tener cuidado con nuestra hidratación. Aunque no lo parezca, estamos perdiendo líquidos y electrolitos y debemos reponerlos si nos pasamos de la raya.

La ciencia se ha preguntado si hay un modo más eficaz de nadar. Y la respuesta es obvia: el que usan los profesionales de la competición. Si usted y yo sudamos 0,5 litros cada hora que pateamos en la piscina, un nadador puede llegar a perder menos de 0,3. Y es que el modo de enfrentarse a la resistencia del agua, la velocidad adquirida, la musculatura y la fuerza de braceo también cuentan.

¿Puede un hombre producir leche materna?

Al parece, resulta que sí. El fenómeno es extrañísimo, pero en algunos casos, un varón puede secretar por sus mamas un líquido similar a la leche que destilan las mujeres en fase de lactancia. Se trata del efecto colateral más sorprendente, aunque poco frecuente, de algunas patologías que producen daños en la glándula pituitaria. Cuando ésta enferma se puede generar un exceso de la hormona prolactina que estimula la producción de leche en el tejido mamario de los hombres.

¿Crecen más rápido las uñas de los pies o de las manos?

Según los dermatólogos, las uñas de las manos crecen el doble de rápido que las de los pies. Las primeras aumentan cerca de 3 milímetros al mes, las segundas algo más de 1,5.

La ciencia no ha podido encontrado aún una explicación que sea determinante. Es probable que la sangre riegue mejor las manos que los pies. O simplemente que, al estar más expuestas al deterioro (están al aire, usamos herramientas, las mordemos, las mojamos más...) tiendan a regenerarse con más tejido y más rápidamente que las de las extremidades inferiores.