Entrevista
Miren Ibarguren: "Me gusta hacer personajes un poco amargados porque creo que están más vivos"
La actriz ha conseguido ser conocida por tres generaciones distintas y, sin embargo, que muy poca gente sepa cómo es en realidad.
Se puede entrever, escuchándola o leyéndola que es divertida hasta la hilaridad, como muchos de sus personajes, ocurrente, inteligente –es imposible ser lo primero sin lo segundo–, y alguien muy ‘normal’. Sea lo que sea que signifique serlo. Porque todo depende de lo que entendamos por ese término. Eso queda bien retratado precisamente en la serie Supernormal (Movistar+), de la que estrenó el pasado 26 de enero la segunda temporada. Una ficción en la que da vida a una banquera, madre de familia numerosa, capaz de mantener en equilibro entre los dos mundos, aunque a veces no pueda evitar que la aplasten. También preparada de igual forma para destrozar el techo de cristal de un cabezazo que para romper una raqueta en un ataque de rabia. En definitiva, alguien capaz de lo mejor y lo peor en ambos ámbitos. Vamos, lo normal.
La temporada de ‘Supernormal’ comienza con tu personaje, Patricia Picón, fuera del trabajo y también un poco fuera de sí. ¿Es más divertido hacer personajes un poco desquiciados? A mí me parece interesante que los personajes suban y bajen. Hacer personajes que estén perdiendo cosas, pues, perdedores en ese momento de su vida. Me parece muy interesante para trabajar. Y me pareció guay que se viera una persona renegada, un poquito amargada por estar en su casa porque la han echado y ella no quiere dejar de intentar volver. Me gusta.
¿Qué tienes en común con ella? Yo creo que la parte de reírse un poco de todo. Y lo de ser cabezotas, es de ir para delante con todo. Que así es Patricia. Ella tiene muy claro lo que quiere y va a por ello.
¿Cómo ha sido grabar esta segunda temporada? Pues yo estaba embarazada de cinco y seis meses. Estuvimos como dos meses rodando y fue un poco así para disimularlo, porque yo iba engordando. Eso fue una primera complicación, pero luego creamos un equipo superagradable. Trabajamos todos muchas horas y es verdad que en dos meses nos pulimos la serie, pero estuvieron muy a gusto y me cuidaron muy bien. Estaba como en palmitas.
A tu personaje en la serie le sueltan la frase lapidaria de la temporada al decir que ahora es diferente, porque ahora es «más madre», como penalizando esa parte de su vida. ¿Es quizá un reflejo de lo que sucede en distintos ámbitos de la sociedad? Está muy bien reflejado lo que les pasa las mujeres cuando son madres. Primero que, si eres madre y encima tienes más de 35 años, parece que dejas de ser sexy, de ser mujer… se te atribuyen un montón de cosas con las que no estás nada de acuerdo y con las que flipas. Y hay frases hechas, muy manidas, hacia las mujeres que han sido madres que te pueden hundir. «Ahora tú ya eres madre, tú ya no…». Todo eso está reflejado en Supernormal, y me parece muy sano, la verdad.
¿Qué cosas hemos asumido como supernormales que no lo son? Instagram. ¿Hola? ¿Qué es eso? (risas). Esta nueva vida con Instagram y la gente todo el día enganchada al teléfono a ver cuántos likes tiene. La gente contratándote según tus followers. Es una locura. Pero no es solo eso, tienen ansiedad con Instagram. Venga a poner cosas, de su vida, de sus hijos, de su casa... Hemos perdido la intimidad. La gente la regala. No sé. Consideramos Instagram supernormal y creo que no lo es.
Y ¿qué cosas que eran normales deberíamos recuperar? No coger el teléfono cuando te llaman. Ir a ver a alguien y dejarlo en silencio y no cogerlo hasta la tarde, por ejemplo. Pones una mañana el teléfono en silencio y no contestas a nadie y la gente o se mosquea o piensa que has muerto o que te ha pasado algo terrible.
¿También funciona así cuando una pasa un montón de horas rodando? Bueno, yo en casa aviso. Pero creo que en general tenemos una ansiedad por el teléfono terrible. Llevamos diez minutos sin mirarlo y ya estamos a ver si ha pasado algo. Ya no es como con el teléfono fijo. Eso no existía.
Hablando de rodajes, además de ‘Supernormal’ tienes pendiente de estreno ‘La novia de América’, una película que habéis hecho en México. Ay, fue una aventura maravillosa. Y fue un sí rotundo porque además estaba en la película Eduardo Casanova, que es mi amigo, y allí que nos fuimos. Nos reímos mucho y México es una pasada. Además, mi personaje era un bombón. Me gusta mucho porque está como amargadilla, por no decir superamargada.
¿Qué tienen los personajes amargados para que te atraigan tanto? Ay, ¡me encantan! También es que yo creo que la gente está un poco amargadilla. Y, mira, no pasa nada. Uno de los errores de Instagram es mostrar a toda la gente tan feliz, porque luego la vida real es un palo. Así que me gusta hacer personajes
de amargados porque creo que están más vivos.
Pero en la vida real, tú, ni estás amargada ni tu Instagram es precisamente una colección de imágenes idílicas. Pero porque lo tengo como un dietario de cosas que me apetece ver, como si fuera un álbum. De vez en cuando me obligo a poner fotos mías para que no se olviden de que es el mío (risas).
Y en lo laboral te va bien. Que te pillamos en pleno rodaje. Sí. Estoy grabando una película que se llama Matusalén, de David Galán Galindo, que es un director muy guay. Estoy con Julia López, Carlos Areces, Raúl Cimas y Antonio Resines. Un plantel maravilloso.
Ahora que estás en posición de elegir, ¿cómo seleccionas los proyectos? No te creas, puedes escoger solo un poquito. Pero los proyectos los eliges como todo el mundo: un poco por la hipoteca y otro poco porque te gusta, no te voy a mentir. Pero estoy muy feliz, la verdad. Me gusta mucho ir a trabajar. Y eso no lo quiero perder.
¿Porque te hiciste actriz? Porque yo veía el cine y pensaba que en las películas pasaban cosas mejores que en mi casa. Me parecía que la gente era más guay, que sucedían cosas mejores. Y pensaba: “Quiero hacer películas como sea”. Eso es, más o menos, resumido.
¿Qué es lo que menos te gusta que te pregunten? Pues mira, cuando me preguntaban de mi vida personal. Me da mucha vergüenza hablar de ella. Me quedo muy cortada y nunca sé qué decir.
¿Y qué es lo que te gustaría que te preguntaran y no preguntamos nunca? Chorradas, como ¿qué es lo último que te has comprado en Aliexpress? (Risas).
¿Con qué imagen te gustaría que se quedara el público de ti? Pero ¿cuándo me muera?
No hace falta ser tan drásticos, vamos a quedarnos con cuando lean la entrevista. Pues… es muy maja, pero en realidad nunca supimos nada de ella.
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