Alta Costura 2025

Dua Lipa deslumbra en su primer desfile de Schiaparelli: así empezó la semana de Alta Costura en París

Daniel Roseberry firma su colección más cinematográfica para la maison fundada por Elsa Schiaparelli

Dua Lipa deslumbra en su primer desfile de Schiaparelli: así empezó la semana de Alta Costura en París
Dua Lipa deslumbra en su primer desfile de Schiaparelli: así empezó la semana de Alta Costura en ParísInstagram de Schiaparelli

La Semana de la Alta Costura de París arrancó este 7 de julio con uno de los desfiles más esperados: la nueva colección de Schiaparelli. Y aunque sobre la pasarela no faltaron los vestidos esculturales, los bordados imposibles y las referencias surrealistas, fue Dua Lipa quien se robó el protagonismo antes incluso de que comenzara el show.

La cantante británica, que acudía por primera vez a un desfile de la maison italiana, apareció con un impresionante vestido blanco cubierto de pétalos de arcilla polimérica y micro-lentejuelas en tonos crudos. El diseño, presentaba hombros redondeados y exagerados, un discreto pero sugerente corte en el escote y una falda texturizada que se movía como si tuviera vida propia.

Fiel al espíritu de Elsa Schiaparelli, el look jugaba entre lo fantástico y lo elegante, y colocó a Dua Lipa como una de las invitadas mejor vestidas de la jornada.

Schiaparelli: cuando la moda deja de ser literal

Fundada en los años 30 por Elsa Schiaparelli, la maison siempre se ha movido en los márgenes de lo literal. Los zapatos como sombreros, las langostas bordadas en vestidos, las referencias a los animales o al arte de Dalí y Cocteau: todo formaba parte de ese juego entre moda, fantasía y arte que definió a la diseñadora italiana.

Daniel Roseberry, actual director creativo, no se limita a homenajear ese archivo. Lo descompone, lo distorsiona y lo reinventa. Esta colección de Alta Costura Otoño 2025 no fue la excepción: los corsés estructurados, sello reciente de la firma, se mantienen como protagonistas, pero evolucionan a través de formas exageradas que distorsionan la anatomía y llevan el concepto de "moda-espectáculo" un paso más allá.

A su lado, convivieron siluetas más fluidas, drapeados que jugaban con el cuerpo sin aprisionarlo y vestidos que combinaban la fantasía con la artesanía extrema, confirmando que en Schiaparelli, la Alta Costura sigue siendo un territorio donde lo imposible toma forma.

Una colección de contrastes: del negro absoluto al rojo más visceral

Aunque el negro y el blanco dominaron gran parte de la colección, la pasarela de Schiaparelli también se tiñó de rojo, como un latido en medio del dramatismo monocromático.

Entre los primeros looks, destacó un vestido drapeado de un solo hombro, en tejido negro con textura satinada y largos guantes a juego, que abrazaba el cuerpo con una estructura suave y elegante. Recordando la obsesión de Elsa Schiaparelli por los juegos visuales.

A nivel de detalle, desfilaron piezas cargadas de bordados y pedrería, como un vestido columna en plata con aplicaciones brillantes que simulaban escamas, y un espectacular abrigo-capa bordado con la imagen de un ave sobre un estallido de rayos cristalinos.

Entre las referencias más explícitas al archivo, apareció una chaqueta torera reinterpretada en clave couture, cubierta de perlas y pedrería. Los sombreros surrealistas y los accesorios escultóricos, como los pendientes con forma de ojo o los broches-escultura en la espalda, completaron una colección que volvió a colocar a Schiaparelli en el centro de todas las miradas.

De Karol G a Eugenia Silva: Schiaparelli también deslumbró en el front row

Dentro del Petit Palais, las miradas no solo se dirigieron a la pasarela. El desfile de Schiaparelli volvió a reunir a algunas de las mujeres más influyentes de la música, la moda y el cine. Dua Lipa y Cardi B, dos de las grandes aliadas de la maison, ocuparon su lugar en primera fila, mientras que Karol G debutó como invitada en la Alta Costura con un estilismo a la altura de la ocasión.

La actriz Philippine Leroy-Beaulieu, habitual de los desfiles parisinos, apostó por un elegante vestido marrón chocolate que acaparó flashes, y la representación española vino de la mano de Eugenia Silva, impecable en un total look negro con abrigo de silueta dramática.

Dentro y fuera de la pasarela, Schiaparelli volvió a demostrar que, en París, la Alta Costura sigue siendo sinónimo de espectáculo.