Casa reales

Elisabeth de Bélgica y Amalia de Holanda deslumbran en Luxemburgo con dos looks muy distintos y llenos de simbolismo

Elisabeth de Bélgica y Amalia de Holanda deslumbran en Luxemburgo con dos looks muy distintos y llenos de simbolismo

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  • LUXEMBOURG (Luxembourg), 03/10/2025.- Netherlands’ Crown Princess Catharina-Amalia, Princess of Orange arrives for the abdication ceremony of the Grand Duke of Luxembourg Henri at the Grand Ducal Palace in Luxembourg, 03 October 2025. Henri, Grand Duke of Luxembourg is to abdicate on 03 October 2025 after 25 years on the throne. His eldest son, Lieutenant-Representative Guillaume, will succeed him as Grand Duke of Luxembourg. (Luxemburgo, Luxemburgo) EFE/EPA/OLIVIER HOSLET
    Luxembourg celebrations for the enthronement of Prince Guillaume as Grand DukeOLIVIER HOSLETAgencia EFE

    El histórico acto de abdicación del Gran Duque Enrique de Luxemburgo y la proclamación de su hijo, Guillermo, como nuevo soberano, reunió a buena parte de las casas reales europeas. Entre los asistentes destacaron dos jóvenes royals que poco a poco van consolidando su propio estilo: Elisabeth de Bélgica, duquesa de Brabante, y Amalia de Holanda, princesa de Orange. Ambas protagonizaron un duelo de elegancia que dejó claro hacia dónde apunta la moda de las futuras reinas.

    El guiño de Elisabeth de Bélgica a la tradición

    La heredera belga volvió a confiar en Edouard Vermeulen, el diseñador favorito de su madre, la reina Matilde, y también de buena parte de las mujeres reales del Benelux. El creador de la firma Natan confeccionó para ella un vestido hecho a medida en azul noche con detalles negros, un diseño midi de mangas oversize de inspiración japonesa, cuello barco y cintura entallada que resaltaba su figura con sobriedad y modernidad.

    Luxembourg celebrations for the enthronement of Prince Guillaume as Grand Duke
    Luxembourg celebrations for the enthronement of Prince Guillaume as Grand DukeOLIVIER HOSLETAgencia EFE

    Para completar su estilismo, Elisabeth apostó por una cartera de mano negra con pedrería y salones de tacón alto, aportando un toque sofisticado y nocturno. En cuanto a las joyas, la duquesa de Brabante recuperó unos pendientes de oro blanco con piedras preciosas en azul oscuro, una pieza que ya había estrenado la reina Matilde, consolidando así la idea de continuidad y herencia dentro de la familia real belga.

    Amalia de Holanda apuesta por el color y la capa

    Por su parte, la princesa Amalia siguió la gran tendencia del evento: la capa. Tanto su madre, la reina Máxima, como las dos grandes duquesas de Luxemburgo lucieron este complemento en distintas versiones, y la heredera holandesa no quiso quedarse atrás. En su caso, recuperó del vestidor materno un Valentino en color granate, una elección que simboliza sobriedad, fuerza y madurez.

    Luxembourg celebrations for the enthronement of Prince Guillaume as Grand Duke
    Luxembourg celebrations for the enthronement of Prince Guillaume as Grand DukeOLIVIER HOSLETAgencia EFE

    El vestido, de líneas ajustadas y corte midi con manga larga y cuello redondo, marcaba la silueta de Amalia con discreción y elegancia. Para rematar el look, escogió unos salones de ante burdeos de Gianvito Rossi y una cartera de raso a juego, todo en la misma gama cromática. En lo que se refiere a joyas, también se mantuvo fiel a la tradición familiar al lucir unos pendientes del joyero real de los Orange, con enganche de oro blanco y piedra preciosa en caída.

    Dos estilos, un mismo mensaje

    Aunque muy diferentes en estilo, los looks de Elisabeth y Amalia reflejan la misma intención: proyectar la imagen de futuras reinas seguras de sí mismas y comprometidas con la tradición de sus casas reales. Elisabeth apostó por la modernidad medida y el color sobrio; Amalia, en cambio, se inclinó por el impacto cromático y la herencia de su madre, la siempre imponente reina Máxima.

    Con esta aparición en Luxemburgo, ambas princesas no solo se posicionan como referentes de estilo dentro de la realeza europea, sino que también marcan el inicio de una nueva generación que combina respeto a la tradición con guiños al presente.