Enseña el body

Fue un acróbata, cosas de la vida, el que lo inventó. Jules Leotard (el mismo de los leotardos) usó un body por primera vez para uno de sus espectáculos en el circo Napoleón de París, en 1859. Se le ocurrió ponerse manos a la obra, más que nada, por la necesidad de enfundarse una prenda cómoda, elástica y que resaltase su cuerpo musculoso mientras desafiaba las leyes de la gravedad desde lo alto de una carpa. Posteriormente, artistas de todo el mundo lo incluyeron en su ropa de batalla para convertirse, allá por los años 20, en la prenda más común entre los bañistas de la época. En la década de los 70, las hippies comienzan a utilizarlo como ropa interior y es en los 90 cuando surge el primer «boom» de esta pieza, que –aunque concebida a priori como ropa íntima– pasa a lucirse en la calle como parte de cualquier «look» diurno o nocturno.

Porque, quién no recuerda a la esplendida (a cualquier edad) Jane Fonda, enfundada en un «maillot» y proponiéndonos los ejercicios aeróbicos de la eterna juventud (1980) por televisión; o a la sexy Madonna encorsetada por el maestro Jean Paul Gaultier, en su gira «Blond Ambition World Tour´90», o a actrices como Jamie Lee Curtis o Sharon Stone, quienes, bajo sus trajes de ejecutivas agresivas de Wall Street, mostraban en el cine y, a la primera de cambio, una nueva forma de entender la ropa íntima y, de paso, nos dibujaban el retrato de una mujer con mucho poderío, la denominada «working girl».

Primera necesidad

Corrían los años 90. Fue entonces cuando Donna Karan, otra «super woman» –diseñadora favorita entre las neoyorkinas–, saltaba a la gloria gracias a una colección que ella llamó «de objetos de primera necesidad», ofreciendo siete piezas fáciles y combinables que toda mujer debía tener en su armario. Entre ellas, por supuesto, había un práctico body. Así nació DKNY, una marca que aún hoy se mantiene en el «top ten» de ventas estadounidense y que desarrolla una línea con piezas estupendas para la vida urbana.

Ahora, en pleno 2015, el body está de moda y no hay colección en la órbita «fashion» que no cuente con uno entre sus piezas. Las marcas de corsetería, por supuesto, son las que se llevan la palma en cuanto a tecnología, diseño y calidad. En este sentido, encontramos marcas como Spanx, experta en «shapers», es decir, prendas que moldean de forma casi milagrosa el cuerpo. Es la prenda favorita entre las actrices de Hollywood, que ya no pisan una alfombra roja si no la llevan puesta. Sin duda, un nuevo concepto de ropa íntima que nada tiene que ver con aquellos antiestéticos e incómodos corsés-faja que agobiaban tanto a nuestras abuelas.

Este verano, en la campaña de la exclusiva y sensual firma inglesa Agent Provocateur –fundada por Joseph Corre, hijo de la reina del punk, Vivienne Westwood–, vemos cómo Naomi Campbell, retratada por la fotógrafa Ellen Von Unwerth, luce un body naranja y de encaje, combinado con falda tubo y zapatos de tacón. Desde luego, un «look» perfecto para causar sensación.

Pero si buscamos un color que nos dé juego, por ser versátil y sexy, es el negro. Para muestra los que presentan en sus colecciones de invierno marcas asequibles como Mango, que recurre al infalible modelo inspirado en los años 50, y Guess Underwear, que incluye el tul con plumeti como nota de seducción. Lo dicho... para enseñar el «body», nada como un body.

Los más «chic» de la temporada

- El body con escote y mangas de plumeti, de Guess Underwear, resulta perfecto con pantalón y chaqueta de esmoquin

- La línea íntima de Mango también presenta el body como pieza estrella. Éste puede llevarse con vaqueros y un cárdigan amplio

- La firma Alma Bloom, con tienda en la calle Claudio Coello, 63, de Madrid, apuesta por el body en blanco para llevar, por ejemplo, con falda de vuelo y chaqueta de punto

- La firma Intimissimi también cuenta con bodies a precios asequibles y de mucha variedad. Éste puede ser el compañero perfecto de una blusa de seda

- Esta «shaper» o moldeadora de Spanx se abrocha con corchetes en el interior para que resulte efectiva