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Juan Avellaneda, sobre el anillo de Georgina Rodríguez: “Es una joya increíble, pero así chonea”
El diseñador ha dado su opinión más sincera en uno de sus vídeos en redes sociales

Georgina Rodríguez volvió a acaparar titulares esta semana con la publicación de la foto de su espectacular anillo de compromiso, una joya que, a simple vista, podría formar parte de un museo. Sin embargo, lo que parecía ser una imagen pensada para presumir de lujo y glamour, se ha convertido en material de debate. Y uno de los que no ha dudado en dar su opinión - con el estilo irónico y afilado que le caracteriza- ha sido el diseñador Juan Avellaneda.
Una piedra que deja sin palabras
Avellaneda, conocido por no morderse la lengua, comenzó su valoración con una frase que lo dice todo: “No me lo creo”. Y es que, según explicó, la piedra central del anillo es tan descomunal que llega a compararla con “el pomo de una puerta”. Una imagen visual que ha hecho sonreír a muchos y que refleja la magnitud del diamante. “El tamaño es tal que ni la corona inglesa tiene estas joyas”, bromeó, dejando claro que, más allá de la estética, el valor económico y simbólico de la pieza es incuestionable.
Pero no todo en sus comentarios fue sobre el anillo en sí. De hecho, Avellaneda centró buena parte de su análisis en la fotografía que Georgina eligió para mostrar la joya. Desde su punto de vista, la combinación de un bronceado muy intenso, uñas llamativas y brazos descubiertos generó un resultado que, según sus palabras, “chonea” y le resta sofisticación a una joya de tal calibre. “Si los brazos hubiesen estado vestidos con una camisa, el conjunto habría ganado en elegancia”, sentenció. Para él, el estilismo que rodea a una joya de estas características es tan importante como la propia pieza.
Entre elogios y críticas
A pesar de su tono crítico, Avellaneda también supo reconocer lo positivo. Declaró que el diseño del anillo le gusta y que considera la forma de la piedra “muy bonita”, aunque no pudo evitar remarcar que es “desproporcionada para el tamaño de sus dedos”. Una apreciación que abre el debate sobre si el lujo desmedido siempre es sinónimo de buen gusto.
Como cierre, el diseñador lanzó una reflexión que mezcla sinceridad y sentido del humor: “Si te regalan ese anillo y dices que le harías un asco, no me lo creo”. Para Avellaneda, la realidad es que, por mucho que podamos criticar detalles, muy pocos rechazarían un diamante así. “Somos urracas, nos gusta lo que brilla”, bromeó, recordando que, en el fondo, todos tenemos cierta debilidad por las joyas espectaculares.
En definitiva, Juan Avellaneda ha logrado convertir una simple foto de compromiso en todo un fenómeno de conversación. Su análisis, directo y sin filtros, no solo ha puesto en cuestión la forma en la que se presentó la joya, sino que también ha recordado que, en el mundo del lujo, el contexto es tan importante como el propio objeto. Y que, aunque nos atrevamos a criticar, ante un diamante de este tamaño… pocos dirían que no.
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