Cibeles Fashion Week

Palomo Spain «is different»

Madrid brilló con sus desfiles de la Semana de la Moda, que tuvieron lugar fuera de las instalaciones de Ifema, con propuestas de Roberto Verino y la incorporación del diseñador cordobés, entre otros.

Los diseños de Palomo Spain impactaron por su carácter revulsivo con prendas aparentemente para mujeres que llevan hombres.
Los diseños de Palomo Spain impactaron por su carácter revulsivo con prendas aparentemente para mujeres que llevan hombres.larazon

Madrid brilló con sus desfiles de la Semana de la Moda, que tuvieron lugar fuera de las instalaciones de Ifema, con propuestas de Roberto Verino y la incorporación del diseñador cordobés, entre otros.

Los desfiles de la Semana de la Moda Madrileña se celebraron ayer fuera de Ifema. Entre los grandes protagonistas, por esperados y deseados, destacaron Roberto Verino, que mostró sus propuestas para la primavera-verano del próximo año en la sede del Ayuntamiento de Madrid, y Palomo Spain, la nueva incorporación al calendario de desfiles de la MBFWM, además de la intervención que hizo Desigual y las de Ecoembes, Maria Clé y ManéMane. Quizá la novedad mayor por lo revulsivo que resulta ver prendas aparentemente para mujeres sobre cuerpos masculinos la aportó Palomo Spain. El joven diseñador cordobés escogió el hotel Wellington, al que le cambió el nombre por el de «Hotel Palomo», ya que en eso consistía su colección; un recorrido por el último año de su vida profesional, en la que los hoteles de Moscú, Nueva York y París han estado presentes en sus desfiles.

Al modisto, que «de toda la vida me han llamado tanto Alejandro como Palomo, por mi abuelo», no le tiemblan las piernas en su estreno, «al contrario, estoy súper tranquilo y feliz porque lo que hago me sale natural, espontáneo, con corazón y muchas ganas». Cuando una espera que le cuente que detrás de su meteórico despegue se encuentra el soporte económico de una firma china o de Qatar –que es lo que está de moda–, resulta que todo es mucho más casero y prosaico porque «tengo una familia que me respalda con su tiempo, cariño y dinero. Pero no somos ricos como alguna Prensa sensacionalista ha publicado». Lo cierto es que su llegada, además de rápida, ha sido como un revulsivo textil: «Vendo cada vez más, ya estamos en Nueva York, Tokio, Macao, Londres y París, en doce tiendas en todo el mundo», de ahí que cada vez tenga más capacidad económica.

Su equipo, aunque estos días se repliquen como 200, sigue siendo apenas 10 personas, de las cuales cinco son costureras y una de ellas, la jefa de su taller, María Luisa –no confundir con la mítica María Luisa de París, que es la que le ha enseñado, por ejemplo, a rizar telas–, «aunque soy muy bueno cogiendo los bajos de los pantalones. Coso todo lo que puedo pero ahora estoy más controlándolo todo». Palomo Spain o Alejandro para los amigos y la familia hace ropa para hombre aunque aparentemente sean vestidos para mujeres. Eso sí, féminas sin traseros y sin pecho porque «mis patrones son masculinos porque lo que conozco es el hombre, es lo que he estudiado y es lo que me gusta». Su larga colección con complementos consta de 67 prendas que abarcan una jornada completa. Comienza con tejidos de toalla para bajar a desayunar, sigue con los trajes con toque deportivo en piques y algodones para jugar al tenis o mejor, al badminton y, por la noche, el lujo desenfrenado con la lentejuela, los dorados y mucha pluma.

En el Grand Palais

El día fashionista lo cerraba Roberto Verino en su particular Grand Palais, como su admirada Chanel, que es uno de los iconos a los que rinde homenaje en su colección, compuesta por 50 piezas. En ella se inspira usando sus característicos tejidos de cheviot, en Balenciaga con la serie de trajes negros, en Dior con los trajes largos de noches y en Yves Saint Laurent reinterpretando los trajes de chaqueta masculinos. «En París aprendí mi oficio, en el momento que nacía el «prêt-è-porter», de ahí que les rinda homenaje a los cuatro grandes». Verino tenía más sorpresas entre sedas, franelas y príncipes de Gales, la bisutería era diseño de Laura Ponte y también se inspiraba en París, donde tantas veces desfiló, la Torre Eiffel, la pirámide del Louvre y las aspas del Moulin Rouge reconvertidas en anillos y pendientes. La colección de Verino, puede adquirise ya, desde 120 euros. Hasta el 19 de septiembre veremos el resto de desfiles. Hoy, Ulises Mérida, Andrés Sardá con la actriz Hiba Abouk de modelo, Francis Montesinos, Dolores Cortés, Ion Fiz, que está celebrando su 15 aniversario como firma textil, Agatha Ruiz de la Prada, Devota & Lomba, Ángel Schlesser e Isabel Núñez.