
Moda
¿Nueva reina del otoño? La moda se rinde ante el "rugbycore" como la tendencia de esta temporada
Impulsado por la Copa del Mundo de Rugby y la película Saltburn, el clásico polo a rayas se ha convertido en la prenda estrella del otoño, conquistando desde las pasarelas de Celine hasta el armario de estrellas como Taylor Swift

Cuando figuras de alcance mundial como Taylor Swift o Rihanna dan el espaldarazo definitivo a una tendencia, su consolidación es solo cuestión de tiempo. Eso es precisamente lo que ha ocurrido con el polo de rugby a rayas, una prenda de aire universitario que ha abandonado los campos de juego para convertirse en la pieza estrella de este otoño. El empuje de las celebridades, junto a nombres como el del actor Joe Alwyn, ha sido la mecha que ha encendido su popularidad masiva, catapultándolo a los armarios de medio mundo.
De hecho, este fenómeno no es una casualidad aislada, sino la punta de lanza de una corriente estética más amplia, bautizada como «rugbycore», que ha cobrado un impulso notable a lo largo de 2024. Los analistas de moda señalan dos catalizadores clave para este resurgimiento. Por un lado, el formidable tirón mediático de la Copa del Mundo de Rugby; por otro, la influencia de la película Saltburn, que ha rescatado con éxito una estética preppy y relajada que encaja a la perfección con el espíritu de esta prenda.
Asimismo, la alta costura no ha tardado en recoger el guante lanzado desde la cultura popular. Firmas de la talla de Rabanne, Mithridate o Celine han sabido ver el enorme potencial de la prenda y la han integrado en sus últimas colecciones, presentando reinterpretaciones que la han elevado a la categoría de artículo de lujo y un auténtico objeto de deseo, tal y como han publicado en Vogue. Su viaje desde el uniforme deportivo hasta las pasarelas internacionales ha sido fulgurante.
El viaje del polo de rugby: de la élite a la calle
En este sentido, los ejemplos de las celebridades que lo han adoptado ilustran perfectamente cómo una misma pieza puede transformarse por completo según quién y cómo la lleve. Taylor Swift, por ejemplo, fue fotografiada el pasado octubre con un diseño de Stella McCartney que funcionaba a modo de vestido, demostrando con ello una audaz reinterpretación del clásico y abriendo un nuevo abanico de posibilidades para su uso.
Por su parte, Rihanna ofreció una lección de estilo completamente diferente al integrar un modelo a rayas de la firma Martine Rose en uno de sus característicos conjuntos urbanos. Este contraste entre dos de las figuras más influyentes del panorama actual confirma su enorme versatilidad estilística y explica por qué ha logrado desbancar a otras prendas que parecían tener un puesto asegurado en la temporada, demostrando que su sitio ya no está solo en la grada, sino en el epicentro mismo de la moda.
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