Cuidado de la piel y embarazo

Del retinol al ácido salicílico: los productos que la dermatóloga Leire Barrutia te prohíbe usar durante el embarazo

La llegada de un bebé transforma por completo la vida, y también el neceser. Activos tan comunes como el retinol deben apartarse durante el embarazo, pero existen alternativas seguras para mantener una piel cuidada

Imagen de una mujer durante el embarazo
Imagen de una mujer durante el embarazoDreamstime

El embarazo supone una etapa de profundos cambios hormonales para la mujer, y la piel es uno de los primeros órganos en reflejarlo. Su equilibrio se altera, dando paso a nuevas sensibilidades, la posible aparición de manchas o brotes de acné. Ante este panorama, surgen dudas razonables sobre qué productos de la rutina facial son seguros para la madre y, sobre todo, para el bebé.

La dermatóloga Leire Barrutia aporta claridad sobre esta cuestión, detallando qué ingredientes es prudente aparcar temporalmente y cuáles pueden convertirse en grandes aliados durante la gestación. En este sentido, la especialista es tajante con algunos de los activos más populares del mercado cosmético. La recomendación principal es evitar por completo los retinoides, como el conocido retinol o el retinal, debido a un estricto principio de precaución.

Aunque no hay estudios concluyentes sobre su aplicación tópica en humanos, su potencial teratogénico cuando se administra por vía oral obliga a la máxima cautela, desaconsejando su uso durante el embarazo y la lactancia para evitar cualquier riesgo.

Alternativas seguras para una piel radiante

La lista de componentes a retirar del neceser incluye otros ingredientes de uso extendido. Se aconseja limitar el ácido salicílico, muy habitual en tratamientos para el acné, especialmente si se encuentra en formulaciones de alta concentración. Esta precaución se extiende a la arbutina, por su estrecha relación con la hidroquinona, otra de las sustancias totalmente desaconsejadas durante este periodo, tal y como apuntan desde Vanitatis.

Sin embargo, la renuncia a estos activos no implica en absoluto abandonar el cuidado facial. Existen alternativas seguras y eficaces para mantener la piel sana y tratar las preocupaciones estéticas que puedan surgir. Para quienes buscan combatir las manchas o posibles brotes de acné, Barrutia señala el ácido azelaico como una opción perfectamente compatible con el embarazo. Por otro lado, aquellas mujeres acostumbradas a los efectos renovadores del retinol pueden encontrar en el ácido glicólico un buen sustituto, siempre que se utilice en concentraciones moderadas para no generar una irritación innecesaria en una piel ya de por sí sensible.

Además de estos sustitutos directos, hay una serie de ingredientes que no solo son seguros, sino que resultan muy beneficiosos durante estos nueve meses. La vitamina C, célebre por su potente acción antioxidante y su capacidad para aportar luminosidad, es uno de los pilares. Junto a ella, el ácido hialurónico para garantizar una hidratación óptima, la vitamina E por sus propiedades calmantes y la niacinamida, un activo versátil y muy bien tolerado, conforman el listado de componentes que pueden integrar una rutina de belleza completa y sin contraindicaciones.