Silvia Alonso: "He aprendido a ser más benevolente conmigo, a vivir las cosas con menor ansiedad y a disfrutarlas más"

A veces los astros se alinean y el trabajo duro tiene sus frutos. Y a veces esos frutos llegan todos a la vez. A Silvia Alonso le ha pasado un poco eso estas semanas, en las que dos proyectos, una película y una serie han coincidido en el espacio y el tiempo. La última, además, Sin huellas, va a dar mucho que hablar, empezando por la definición que han dado de ella, un paella western. Ahí es nada.

¿Qué es exactamente ‘Sin huellas’? Pues yo diría que es un mejunje de universos distintos, divertido, que sale bien, y es una serie frenética y muy entretenida. Es comedia, pero creo que también tiene algo de western y algo de thriller. E incluso algo muy emocional.

También hay un punto de persecución. Al menos para tu personaje, porque encarnas a una policía. Sí, soy la policía que intenta resolver el caso, aunque es a la que luego le van a pasar muchas cosas, y he tenido tramas con un montón de personajes distintos. En la serie hay varios mundos, el de los pijos, el de los empresarios y había un código de interpretación y otro con los personajes que interpretan Camila Soldi y Carolina Yuste. Era curioso, porque en cada sitio se te van quedando cosas. Pero el conjunto de la serie me parece que ha salido muy bien.

Y con un universo muy femenino, por lo que parece. Sí, pero bueno, el peso lo sostienen Camila y Carolina, que se han pegado un trabajazo… La verdad que yo, al ver sus guiones me cansaba solamente de leerlos (risas). Aunque luego hay una parte muy coral, pero que evidentemente ellas son las que lo sostienen. Es interesante lo que han hecho creando los personajes, dos mujeres, una gitana y emigrante sin papeles que podrían estar casi al borde de la exclusión social, que son unas buscavidas y que tienen muchas ganas de sobrevivir y, sobre todo, de vivir. Me parece interesante que esas mujeres lleven el peso de la serie y cómo intentan cambiar su situación.

Esta serie coincide en el tiempo y el espacio con la película ‘Eres tú’, que se ha estrenado en Netflix. ¿Tú de qué eres más, de comedia romántica o de ‘thriller’? Bueno, realmente el rodaje fue primero el de Sin huellas y luego el de Eres tú. Sin huellas fue más intenso, pero mi personaje a veces tiene algo como de comedia romántica. En cuanto a lo que me gusta a mí… de todo. Me gusta cambiar de registro. Y a la hora de verlo, me gustan ambas cosas también.

En los 12 años que llevas en el mundo del cine te han tocado personajes de todo tipo. Pero el primero fue aquel en ‘Tierra de Lobos’. ¿Cómo se ve una al echar la vista atrás? La verdad es que no me suelo ver. Pero no sé, ahora soy una persona muy diferente y creo que también una actriz muy diferente a cuando empecé. Pero hace unos días le quería enseñar una cosa a un amigo y de pronto volví a ver algo de Tierra de lobos y me sorprendí. Pero es que ha pasado mucho tiempo y se nota a muchos niveles. Probablemente, si me hubieses hecho esta pregunta hace seis o siete años, te hubiera dicho: “¡Qué horror!” Ahora te digo que era pequeñísima e hice lo que pude, que creo que se corresponde también con el cambio que he hecho como actriz. Y he aprendido a ser más benevolente conmigo misma, a vivir las cosas con menor ansiedad, a disfrutarlas más y a no tomarme las cosas a vida o muerte.

Y claro, ahora que se pueden elegir proyectos… Bueno, para empezar, el paraíso es tener proyectos que elegir.

Y en ese paraíso ¿qué influye para elegir? Hay muchísimos factores: qué tipo de proyecto es, durante cuánto tiempo, el personaje, cuánto paguen… sobre todo depende del momento vital en el que estés, pero eso es algo que tampoco es que pase todo el rato. Supongo que habrá unos cuantos, contados, muy privilegiados, a los que esto les ocurre, pero luego estamos otros. Aunque yo, la verdad, me siento bastante privilegiada.

Buscando información de anteriores entrevistas, era difícil bucear entre la cantidad de impactos que ha tenido tu visita a ‘La resistencia’. ¿Cómo te llevas con la fama? La derivada de tu trabajo y con la que generan otros aspectos. Como dices, creo que hay dos tipos de fama. La que es simplemente por mi trabajo la llevo en general bien. He tenido muy pocas situaciones incómodas en mi vida. La gente es muy amable, muy respetuosa. Que te conozcan por la calle no me ha supuesto nunca un problema. Más allá de que soy tímida, y por eso hay veces que me da vergüenza.

¿Y la fama fatua? Me refiero más a la digital. Bueno, esto siempre ha pasado un poco, pero en diferentes formatos. Sí, puede ser que ahora todo el mundo tenga la posibilidad de estar en el escaparate, lo cual me parece un delirio. Yo intento sacar la parte buena de las redes sociales a nivel de promoción, a tener un altavoz propio, pero intento quitarle un poco de importancia. Y se la quito borrando. Creo que no estamos preparados para tener tanta información, y que tampoco la necesitamos. No necesitamos estar continuamente comparando y, además, genera muchas inseguridades, muchos problemas a la hora de vivir en el presente, de estar en el aquí y ahora.

Pero no se trata solo de la información que recibimos, también la que emitimos. He tenido situaciones en las que gente más o menos cercana de repente hace stories o vídeos, no te pregunta y los sube. Y no estoy haciendo nada que no se pudiese compartir, pero es mi privacidad. Hay gente que dice que no tiene nada que esconder. Yo pienso que sí, que tenemos muchísimo que esconder, nuestra intimidad. E intento hacer un uso responsable de las redes y, de vez en cuando, hacer detox.

Vamos a jugar a conocerte un poco mediante los títulos de tus películas. Vamos con ‘Eres tú’. ¿Quién dirías que es Silvia Alonso? Pues no lo sé. Te diría que voy a la terapeuta para averiguarlo.

¿Qué hay en tu ‘lista de los deseos’? Mantener la ilusión por las cosas y conseguir bajar la basura.

¿En qué ocasión has dicho: ‘Señor, dame paciencia’? Continuamente. Y en los rodajes muchísimo. Soy muy impaciente.

¿Qué te gustaría hacer, aunque sea ‘solo una vez’? Probablemente muchas. Pero me gustaría dar la vuelta al mundo. Espero tener tiempo en algún momento de mi vida y viajar durante un año.