
Belleza
El truco definitivo para limpiar tu plancha de pelo y que vuelva a funcionar como el primer día
Esa plancha que usas a diario acumula restos invisibles que comprometen tu peinado y la salud de tu cabello. Descubre lo sencillo que resulta mantenerla impecable y alargar su vida útil sin complicaciones

La plancha del pelo se ha convertido en una pieza fundamental en el arsenal de belleza, especialmente para quienes persiguen ese acabado liso y pulido en la melena. No obstante, su empleo frecuente, y en ocasiones descuidado, oculta una problemática que suele pasar desapercibida: la constante acumulación de restos y suciedad en sus placas.
De hecho, cada uso deposita sobre la superficie una combinación poco deseable de productos capilares, polvo y la grasa natural del cabello. Esta película, casi imperceptible al principio, no solo dificulta obtener un alisado impecable, sino que también plantea riesgos directos para la salud capilar. Una herramienta en mal estado es capaz de causar quemaduras, dejar una sensación apelmazada o, aún más frustrante, evitar una distribución homogénea del calor, lo que arruina el resultado deseado. Un mantenimiento deficiente no solo afecta al aparato, sino que puede agravar problemas comunes como el encrespamiento. Para este problema existen productos específicos que prometen un pelo perfecto.
Por fortuna, devolver a la plancha su lustre original resulta una tarea sorprendentemente sencilla, que además no exige productos específicos ni una gran inversión económica. Es imperativo, por seguridad, asegurarse siempre de que el aparato esté completamente frío al tacto y totalmente desenchufado de la red eléctrica antes de cualquier manipulación.
La técnica para limpiar la plancha sin esfuerzo
Con este fin, bastará con disponer de unos cuantos discos de algodón o un paño suave, junto con algunos bastoncillos, todos ellos ligeramente humedecidos con agua micelar o alcohol de farmacia. Una vez verificada la seguridad, el procedimiento es bastante intuitivo: se emplearán los discos de algodón para frotar con delicadeza las placas cerámicas o de titanio, erradicando la suciedad incrustada. Los bastoncillos, por su parte, se revelan como aliados ideales para acceder a esos recovecos más difíciles, los bordes y las uniones donde los residuos tienden a concentrarse con mayor facilidad, tal y como detallan en Vanitatis.
Asimismo, para asegurar el buen estado de la plancha y, lo que es aún más importante, la protección del cabello a largo plazo, los expertos sugieren establecer esta limpieza como un hábito semanal regular. No es una tarea que requiera una inversión de tiempo excesiva, y los beneficios son más que evidentes. En conclusión, un mantenimiento constante no solo garantiza el rendimiento óptimo del aparato, sino que también protege el cabello, ofreciendo resultados impecables y un aspecto saludable y brillante en cada pasada.
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