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Inocencio Arias

Inocencio Arias: “La mentira antes pasaba factura, ahora da rédito”

En “Con pajarita y sin tapujos” aborda los principales problemas que aquejan a la España y el mundo del siglo XXI

Entrevista con el ex diplomático Inocencio Arias
Entrevista con el ex diplomático Inocencio AriasLuis DiazLa Razón

He aquí un hombre pegado a una pajarita que, cuando se la aprieta, a más de uno se le ponen de corbata. Porque habla sin tapujos, tras haber afeitado de su lengua todo rastro de pelos con los que algunos se atragantan. Honesto y desinhibido, Inocencio Arias aborda en su nuevo libro los principales problemas que aquejan la España y el mundo del siglo XXI. Y lo hace con ingenio y humor, cómo si no, ridiculizando las muchas situaciones esperpénticas y absurdas por las que actualmente atravesamos.

–Cuando usted se aprieta la pajarita, ¿a quién se le ponen de corbata?

–No soy tan importante. Pero como incordio y hablo claro, si digo que este presidente tiene pocos escrúpulos quizá le llegue a alguno de sus colaboradores.

–Porque hay quienes hablan oscuro.

–Yo hasta hace poco hablaba semi-oscuro. Cuando se está en activo se tienen limitaciones y temor a que te sancionen. Pero cuando uno se jubila…

–… Puede meter el dedo en la llaga. Pero usted reflexiona sobre los temas más polémicos con humor. ¿Cómo hablar en serio de broma?

–Es sencillo, porque en nuestro país hay situaciones esperpénticas, como la de ver al PSOE apoyarse en personas que le reconocen querer romper España o en herederos de asesinos… Es patético y hay que criticarlo con algo de humor para que se vea que estamos en el terreno de lo absurdo.

–¿El mundo se ha vuelto loco?

–No del todo, pero sí un poco. Hace 20 años no podíamos imaginar que en las elecciones terminarían triunfando los más mentirosos. A Trump se le critica en exceso, pero embustero es un rato, como Johnson, del que incluso sus votantes dicen que no es de fiar. Y Pedro Sánchez es el político más mentiroso del escenario actual.

–¿La mentira se premia?

–Antes pasaba factura y se penalizaba, pero ahora es fértil y da rédito.

–¿Qué nos deparará el futuro?

–Es imprevisible. Las principales amenazas, a corto plazo, estarán relacionadas con la migración. Y a medio plazo, con el enfrentamiento entre Estados Unidos y China. La cuestión del terrorismo ha quedado relegada momentáneamente, pero la existencia de terroristas suicidas sigue ahí… Globalmente, hemos ido a mejor, aunque el progreso es relativo.

–Trabajó con todos los presidentes de la Transición. ¿Necesitamos una segunda?

–No. Pero en las Cortes hay un 25% de políticos que quieren cargarse el sistema…

–Usted ha sido portavoz de Exteriores con la UCD, el PSOE y el PP. ¿Qué tienen en común todos los políticos?

–La ambición y el convencimiento de estar en posesión de la verdad. Y, en ciertos casos, el deseo honesto de mejorar la situación de sus compatriotas.

–¿Eran mejores los de antes?

–Estaban más preparados. Entre los que hicieron la Transición abundaban los ingenieros, los catedráticos, los abogados del Estado… Ahora predominan los que nunca han estado en nómina y llevan toda la vida en política.

–¿Cuál es el principal problema que sufre hoy España?

–Cataluña, con diferencia.

–¿Tiene solución?

–Debería, pero Sánchez no la tiene. Hará concesiones que empeorarán la situación, aunque la palíe a corto plazo. Tras 44 años defendiendo a España, me deprime ver al Gobierno rogar a los separatistas.

–¿Existe una superioridad moral en la izquierda?

–Es una de las mayores estupideces que se pueden oír. Es una sandez, una patraña inventada por la izquierda con la que se regodea pensando que es verdad. No existe esa superioridad, pero ellos se lo creen. ¿Puede haber mayor sinvergonzonería que la del caso de los ERE? ¿Puede haber algún caso de mayor falta de ética?...

–¿Nos toman en serio en el exterior?

–Sí, aunque preocupe tanto el tema catalán. Somos una nación con una economía consolidada y un peso en la Unión Europea que aumentará con la salida de Reino Unido.

–¿Unión o desunión europea?

–Pues en torno a todos los temas importantes, Europa está dividida.

–También fue embajador en la ONU, director general del Real Madrid y actor en una docena de películas de la mano de directores como Luis García Berlanga… ¿Usted ha sido quien siempre quiso ser?

–Desde que opté por ser diplomático, sí. He tenido mucha suerte en eso.

–¿Qué le ha faltado por ser y le hubiera gustado?

–Jugador del Real Madrid, asistente de Alfredo Di Stéfano.

–¿Cuál es la mayor lección que le ha dado la vida?

–(Piensa) Que la honradez es rentable.