Sevilla

Alaya no está dispuesta a renunciar a las cuatro «macrocausas» que instruye

Fuentes judiciales advierten de que el TSJA no puede imponerle un reparto de tareas

Alaya no está dispuesta a renunciar a las cuatro «macrocausas» que instruye
Alaya no está dispuesta a renunciar a las cuatro «macrocausas» que instruyelarazon

Mercedes Alaya se ha reincorporado con fuerza y empujando como magistrada titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, al que volvió la semana pasada tras casi seis meses de baja. Ha comunicado por escrito al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) su pretensión de seguir instruyendo las cuatro «macrocausas» que la ocupaban antes de su parón por prescripción médica el 12 de septiembre de 2012. Esto es, quiere continuar con la investigación del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares tramitados por la Junta, la gestión de Manuel Ruiz de Lopera en el Betis y los dos sumarios de Mercasevilla, el relativo a la venta de los suelos de la lonja y el ligado al presunto delito societario cometido en torno a ella.

Asimismo, Alaya ha trasladado al presidente del Alto Tribunal andaluz, Lorenzo del Río, su voluntad de quedarse sólo con uno de los dos jueces de refuerzo, Ana Rosa Curra y Rogelio Reyes, que fueron nombrados para apoyar al órgano judicial, del que se han ocupado en su periodo de ausencia –ella de los ERE y él de la causa de Lopera–.

La juez titular se siente capacitada para llevar adelante la tramitación de los cuatro «megaprocesos», dado que la instrucción del presunto delito societario que pudiera haber cometido Ruiz de Lopera y el sumario por la compraventa de los suelos de Mercasevilla están próximos a su conclusión.

En ese sentido, fuentes judiciales apuntan a LA RAZÓN que «como jueza titular puede asignar el trabajo como quiera». «Le corresponde –suman– la repartición de tareas con respecto a los refuerzos». Es más, recuerdan que cuando solicitó el magistrado de ayuda «lo hizo para que éste llevara el día a día del juzgado, mientras ella se ocupaba de los ERE y del resto de las grandes y jugosas causas que ha iniciado».

Cabe recordar que el viernes el presidente del TSJA mantuvo una reunión con Alaya, Curra y Reyes para «intentar mediar», señalan las misma fuentes. En ese encuentro, Del Río pidió a la primera que elaborara una propuesta de reparto de asuntos que contemplara «la mejor distribución» de los mismos y que fuera «lo más sensata, favorable y eficaz posible» a fin de «agilizar» las «macrocausas», según recogió Ep. Desde esa óptica, representantes legales de algunos de los implicados en ellas se muestran partidarios de esa «agilización». Es más, recuerdan que «existen personas que llevan años imputados sin haber prestado aún declaración» e incluso deslizan que «con sus seis meses de baja ha forzado la paralización» de los procesos en curso.

«Pero es que eso es lo normal –replican otras fuentes judiciales–. La Junta no ha invertido en Justicia y los juzgados están atascados y sin medios». En concreto un abogado señala que «un órgano de Instrucción de Sevilla tardó cuatro años en llamar a declarar como imputado» a uno de sus clientes. Y añade: «La gente corriente tiene que esperar y si ahora han de hacerlo algunos políticos o personas supuestamente relevantes, pues que lo hagan», sentencia.

Al margen de opiniones, el TSJA estudiará hoy las peticiones de Alaya en la reunión de la Sala de Gobierno que se celebrará en su sede de Granada. Frente a su postura, la teóricamente determinante por ser la del titular, pugnará la de los dos jueces de adscripción territorial, quienes han pedido que las «macrocausas» se distribuyan entre los tres, aunque sin especificar qué asunto correspondería a cada uno.

Antes de esa cita, el magistrado decano de Sevilla, Francisco Guerrero, se reunió ayer con ambos «bandos» por separado para abordar la cuestión, sin llegar a alcanzar acuerdo alguno.

Según algunas fuentes, el Alto Tribunal andaluz «no puede quitar a Alaya su potestad para repartir la labor como considere más oportuno». «Si no se llega a una solución armónica y práctica –añade un letrado– se producirá una situación anómala para la que no existe ningún artículo o regla que aplicar», advierten. Apelan a la «lógica» y al sentido común para no asistir a un desenlace que no beneficie a nadie.