ERE
Ana María Corredera: «Lo grave es que no conozcamos las cuentas de Andalucía. Ponen la mano y a confrontar...»
Diputada y vicesecretaria de organización del PP-A
¿Ha recibido usted alguna vez dinero negro?
–No.
–¿Y pondría la mano en el fuego por compañeros de partido que aparecen en los supuestos papeles de Bárcenas como Javier Arenas o Teófila Martínez?
–El partido ha dejado clarísimo que esos papeles son falsos, la secretaria general –Cospedal–, el presidente –Rajoy– y las personas cuyos nombres aparecen. Lo ha dicho hasta el propio Bárcenas, que no es su letra, que no tiene una libreta y que no sabe nada de ese tema. Hay personas interesadas en dar por cierta esa información, pero el partido lo ha dejado muy claro desde el principio y estoy convencida de que mis compañeros dicen la verdad. No hay nada más que añadir.
–Se apunta a la tesis de la causa general contra el PP...
–Hay gente que quiere engrandecer y dar credibilidad a este tema para atacar al Gobierno y al PP. Entiendo también que hay medios con una trayectoria importante que tienen mucho que explicar. El PP ha anunciado querellas contra medios, denunciantes y todo el que esté implicado en intentar ensuciar y difamar al partido. Será la Justicia y el tiempo los que pongan a cada uno en su sitio. Lo que ocurre es que el daño a la imagen de los políticos ya está hecho. Lo más lamentable de esta historia es que los ciudadanos ya creen que hay personas que han cobrado sobresueldos en B, que los políticos son corruptos y que todos somos iguales. Eso sí me parece preocupante, esa ruptura entre ciudadanos y políticos. Aunque luego se demuestre lo contrario, algo queda.
–En ese sentido, ¿considera que hay una disociación entre la política oficial y la vida real?
–Yo y los compañeros con los que trabajo de forma habitual somos personas corrientes, que estamos en la calle y conocemos los problemas que existen. No somos ajenos a la realidad. Sabemos que hay personas que lo están pasando muy mal. Habrá algún político de despacho, pero la mayoría estamos trabajando por mejorar la vida de los ciudadanos.
–¿Qué balance hace de la gestión del Gobierno andaluz en lo que va de legislatura?
–Está pasando sin pena ni gloria. Al bipartito no se le puede olvidar que no se trata sólo de conservar el poder y de hacer que el partido que ha ganado las elecciones, el PP, se quede en la oposición; hay que sacar a Andalucía de la crisis. Nuestro principal problema se llama 1.500.000 personas que están en paro. Más de 400.000 familias no tienen ningún tipo de ingresos y ésa tiene que ser su principal prioridad. En los 37 consejos de gobiernos que llevan han demostrado que no lo es.
–¿Qué opina del Pacto por Andalucía? De concretarse, ¿cuál debería ser su prioridad?
–Cualquier acuerdo en defensa de todos los andaluces es bueno y en tiempos de crisis los políticos tenemos que hacer un esfuerzo de diálogo para encontrar soluciones. El eje central de ese pacto no puede ser otro que el empleo y así lo ha puesto el PP sobre la mesa. Tenemos propuestas concretas, otros se las están pensando. Las hemos remitido, aunque sin respuesta. El acuerdo será bueno si de verdad nos sentamos, dialogamos y se toman medidas. No puede ser sólo una fotografía o un «remake» del acuerdo de gobierno del bipartito.
–Ha acusado alguna vez a Griñán de ignorar a los ayuntamientos, ¿lo sigue pensando? ¿Por qué?
–Los está maltratando por dos razones esencialmente. El principal moroso de los ayuntamientos andaluces hoy es la Junta. Hasta el 30 de noviembre sólo se había ejecutado el 40% de las partidas destinadas a estas corporaciones locales, por ejemplo, para el fomento del empleo. Hemos visto también cómo en el Presupuesto para 2013 se les ha dado un recortazo de casi 300 millones a políticas destinadas a programas ligados a los consistorios; o cómo de la Patrica, la ley que fija la participación de éstos en los tributos de la Junta, se les han usurpado 60 millones. Luego, Griñán sólo ve a los alcaldes cuando va de inauguración. El único que hace visitas, y son institucionales, es el vicepresidente Valderas. No se puede dejar a los ayuntamientos al margen del Pacto por Andalucía.
–¿Cree que la Junta cumplirá el objetivo del déficit?
–Tengo serias dudas, pero habrá que esperar a verlo. No se me olvida el debate de Griñán en el Parlamento en el que dijo que el déficit iba a estar en el margen comprometido en aquel momento con Zapatero y que iba a ser del 1,4%. Al día siguiente la consejera de Hacienda – Martínez Aguayo– lo rectificó y dijo que era del triple. Luego incluso fue de un poco más. Espero que no se repita la historia. Lo grave es que no conozcamos las cuentas de Andalucía o cómo se ha utilizado el FLA. Rajoy ha dado 11.000 millones en un año y deberíamos poder saber qué facturas guardadas en los cajones se han pagado y cuáles no. Ponen la mano y luego, a confrontar...
–¿Se refiere a los recursos al Tribunal Constitucional?
–En eso van a batir su propio récord. Cuando gobernó Aznar se presentaron 20 recursos de inconstitucionalidad y cuando llegó Zapatero al Gobierno se retiraron porque el propio Chaves reconoció que eran políticos. Ahora ya llevamos cuatro y anunciados unos cuantos más. Ahí es donde más se refleja la política de confrontación que ha imperado en los consejos de gobierno. El PSOE ya tuvo esa actitud en la etapa de Aznar y a IU le interesa el juego. Se deja arrastrar porque eso le permite mantener los sillones de la Junta en los que se encuentran como niños con zapatos nuevos.
–En ese escenario que dibuja, ¿está el PP-A dispuesto a consensuar iniciativas como la Ley de Transparencia?
–Queremos dialogar y echar una mano en todo lo que sea necesario para sacar a Andalucía de la crisis. Pero que algunos hablen de transparencia me llama la atención. No se puede pretender aprovechar algo puntual para intentar apuntarse a ella y olvidar que debe practicarse siempre. Y si transparentes hay que ser con los sueldos y el patrimonio de los que nos dedicamos a la política, más todavía con lo que se hace con el dinero público, con la gestión de gobierno. El bipartito se pone de perfil cada vez que se habla de algunos temas que esperamos que la Justicia aclare, como el gran escándalo de los ERE o el de Invercaria. Colaboración con los juzgados ha habido poca, zancadillas todas las que han podido.
–En el caso concreto de los ERE, ¿están encausados todos los que son? ¿Habrá sorpresas?
–Tiene mucho recorrido todavía jurídico y político. El trabajo sigue y al final tendrá que conllevar unas responsabilidades políticas que no se depuraron en la comisión de investigación, que se convirtió en una pantomima porque le interesó al bipartito. Que no tengamos claro quién dio la orden y con qué criterios para desviar millones es duro. Queda mucho por ver.
–Una de partido. ¿Será Zoido el candidato del PP-A a la Presidencia de la Junta?
–Cuando llegue el momento se tomará esa decisión. Nunca hemos nombrado al candidato tres años antes. Lo que tenemos que abordar de forma más inminente son las municipales.
–Pero, ¿hay malestar interno por que el alcalde de Sevilla sea el presidente del partido?
–En absoluto. El partido tiene ya esa experiencia. Teófila Martínez fue alcaldesa de Cádiz y presidenta e hizo un trabajo magnífico. Son dos responsabilidades compatibles y Zoido tiene una suerte: el Ayuntamiento de Sevilla está muy cerquita de la sede regional.
Traductora de vocación política
Se afilió al PP en 1990 y lleva más de dos décadas sin parar. Ha hecho de dos áreas, la política y la familia, los pilares de su vida. Desde 1991 ha alternado y a veces compaginado la política municipal en Antequera (Málaga), con la autonómica en el Parlamento andaluz, al que llegó en 1994 y con cargos orgánicos en el partido. Es licenciada en traducción francesa y su currículum incluye el ejercicio de esa profesión. Habla de proyectos futuros cuando los presentes se le caen de las manos. Mientras, le gusta leer. A veces se «escapa» al cine y para desconectar hace puzzles. «Tengo uno de 5.000 piezas», dice entre sonrisas.
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