Sevilla

Camino del Rocío

Las Feria de Abril más larga ha traído el debate sobre qué formato mantener en el futuro
Las Feria de Abril más larga ha traído el debate sobre qué formato mantener en el futurolarazon

Cuando me haga el gran favor de leer estas líneas, por primera vez en muchos años, el domingo no será Feria por el cambio de días que hemos tenido este año. A partir de mañana se lanzarán contra este cambio los «jartibles» de «no tocar nada así que pasen cien años». Yo estoy cercano a esa facción, pero con prudencia. Todo cambio, hasta el de dejar de comerse los unos a los otros, tuvo muchos detractores. Yo siempre me voy a las cifras, que aunque frías, aportan una racionalidad a cualquier asunto, porque si no, terminamos como los políticos, que no van a contar la realidad, más bien a mantener su criterio aunque esté lejos del mundo real. Algunos ejemplos: el viernes, cuando tengo que enviar este artículo, leo los primeros atisbos de lo dicho. Afirmación rotunda: de las 12 a las 14 horas no hay un alma en la Feria, salvo los camiones de reparto y los empleados municipales de la limpieza. La primera pregunta sería si los que esto afirman han estado alguna vez a esas horas en el Real. Yo sí lo llevo haciendo desde hace años por mi colaboración en programas televisivos de mañana, tanto con María Teresa Campos como enviado de Susanna Griso y ahora en el programa de Onda Cero. A las 12:00 las calles de la Feria ya están en estado de revista. Esta ciudad tiene muchos años de práctica con su ciudadanos en las calles y da igual el que esté al frente del Consistorio. Esta actuación de limpieza es ejemplar. Los vehículos de reparto ya están fuera y tímidamente empiezan a llegar los feriantes, sobre todo personas mayores que llegan pronto para coger el mejor sitio en las mesas de sus casetas. A la 14:00 horas ya hay una cierta animación que va creciendo exponencialmente. Este año, el del cambio, el domingo y el lunes al mediodía la Feria estaba ya como a la hora punta de un día bajo. El puente traía trenes AVE de 30 vagones cada media hora. Todos esperábamos la llegada del martes para que todo volviera a su ser. Las cifras oficiales de las que disponemos es que el sábado, domingo y lunes, la Feria tuvo un 40% más de visitantes. El metro de Sevilla, desde el 29 de abril al miércoles 3 de mayo, ha tenido un incremento del 38% respecto al año pasado. Ha crecido hasta el número de yates de lujo atracados frente al Real. También leía que habría que prohibir la preferia. Qué manía con prohibir cosas que, aunque no sean del gusto de alguien, no producen ningún perjuicio a nadie. Si desde el viernes la Feria ya tenía su ambiente, ¿cuál es el grave problema? Por eso es bueno que cada cual dé su opinión, pero no soslayando la verdad de los datos. Hablando de toros. En mi calidad de aficionado nada más, el miércoles, en el programa de Feria de Onda Cero, estaba invitada una cronista nacional del ramo. Muy morantista, buena cosa por cierto. Le pregunté cómo se podía explicar que el martes Morante tuviese tres cuartos de plaza–la taquilla más baja de los carteles de figuras–. Me contestó que era fácil: tiene cuatro tardes. Contesté que no me parecía un argumento de peso. Es la estrella del ciclo y el que más cobra, porque se da por hecho que es el único que garantiza el «no hay billetes». Por eso mismo la publicidad del abono se centraba el diestro de la Puebla. Por cierto, sabido es que la elegancia se tiene. Uno sin ella puede ir correctamente vestido, incluso costeado de grandes marcas, pero eso no da la elegancia. Todavía más difícil es el dandismo, con el que tanto coquetea Morante. Ir de Lord Bayron, sin serlo, te lleva directamente al esperpento. Con toda humildad, ésa es mi opinión. Volvamos a la taquilla. El jueves, con Morante y Talavante, se cuelga el «no hay billetes». ¿Es Talavante el que llena el tercio que quedó vacío el martes? El porqué del título se lo contaré el martes, que me lanzo y me quedo sin espacio. Vamos, que cuelgo el cartel de «no hay sitio ni para una letra más».