Carbonero corrige el discurso de CC OO para proteger a la Junta

«La consejera no tiene ninguna vergüenza». La contundencia de la reacción de CC OO a la amenaza de la Junta de Andalucía de parar las oposiciones a raíz del rechazo de la oposición al decreto ley sobre el tiempo de servicio de los interinos se esfumó ayer de un plumazo. El secretario general, Francisco Carbonero, situó el argumentario del sindicato en el otro extremo. Es decir, de criticar que la Junta «use a los empleados públicos en la guerra política» pasó a posicionarse en ese mismo bando, cargando contra PP y Podemos por haber votado en contra de la convalidación del mencionado decreto. «El Gobierno andaluz no es el que más responsabilidad tiene» y lamentó las expresiones utilizadas apenas 24 horas por fuentes de su sindicato: «Las formas no pasan por el insulto, y menos cuando no hay motivo para ello». Eso sí, reafirmó la posición favorable a que se realice la oferta de empleo público.

Por su parte, el PSOE, a través de su portavoz Mario Jiménez pidió ayer a Podemos y PP que «recapaciten» su posición para permitir la promoción de 23.000 funcionarios. «Habíamos dialogado» con todas las fuerzas para hacer posible la convalidación de ese decreto, sin el que no se puede seguir promocionando el funcionariado: «La pinza vergonzosa que existe en el Parlamento entre el PP y Podemos, lo ha impedido», añadió.

«Vergüenza le tenía que dar a los dirigentes de ambas formaciones de haberse confabulado de manera antinatura, un partido como el PP de derecha, radical con otro como Podemos, de izquierda radical, para castigar esos funcionarios», dijo. No sólo se paraliza la promoción del funcionariado, sino que «ahora el Gobierno andaluz debe decidir si convoca oferta pública de empleo que permita que cientos de nuevos andaluces se incorporen a función pública sin haber resuelto el concurso de traslado; una decisión muy difícil, que en estos momentos está en cuestión».

Maíllo habla de «chapuza»

El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, se pregunta «por qué el Gobierno no es capaz de convencer» a los demás grupos para la convalidación y por qué utilizar argumentos tan rastreros como la no ratificación o el rechazo de un decreto que es una chapuza» para referirse a la oferta de empleo público, que «no tiene nada que ver».