Sevilla

Cinco organizaciones ecologistas se unen para avisar del riesgo de nuevas catástrofes mineras

Pedirán que se revise la concesión de Aznalcóllar y alertan del «posible colapso» de las balsas en Riotinto

Vista aérea de las balsas de lodo de Riotinto, cedida por los conservacionistas
Vista aérea de las balsas de lodo de Riotinto, cedida por los conservacionistaslarazon

Pedirán que se revise la concesión de Aznalcóllar y alertan del «posible colapso» de las balsas en Riotinto

Son cinco pero con un mismo mensaje. Representantes de las organizaciones conservacionistas de ámbito estatal Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF advirtieron ayer desde Sevilla que en la actualidad se generan «riesgos similares» a los que ocasionaron la rotura de la balsa de residuos de la multinacional Boliden en la mina de Aznalcóllar, de la que hoy se cumplen 20 años y que liberó al cauce del río Guadiamar 5,5 millones de metros cúbicos de lodos y 1,5 de aguas ácidas cargadas de elementos tóxicos. Los ecologistas siempre han defendido que se pudo evitar que se «envenenara la llanura de inundación del río en más de 60 kilómetros» hasta alcanzar «el espacio natural de Doñana». Aquello ya no tiene remedio, pero sí el que la actividad minera sea un vivero incontenible de potenciales catástrofes similares, por la «relajación de los controles administrativos y legales».

Desde esa creencia, los ecologistas solicitarán «de forma inmediata» la revisión de oficio de la concesión por parte de la Junta del yacimiento de Aznalcóllar a Minera Los Frailes –asignación que está en los tribunales–, ya que, según las mencionadas organizaciones, «se otorgó sin realizar la Evaluación de Impacto Ambiental ni la Autorización Ambiental Unificada, como marca la ley». Explicaron que la reapertura de la mina propuesta «necesita que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir autorice previamente el vaciado de la corta minera a cielo abierto, abandonada desde 2001» en la que «se acumulan 14 millones de metros cúbicos de aguas ácidas –el doble de lo derramado hace dos décadas–», que podrían acabar en el Corredor Ecológico del Guadiamar.

Y avisaron de otro punto caliente: «El posible colapso de las balsas de lodos de la Mina de Riotinto (Huelva)». Denunciaron que el Gobierno andaluz «está permitiendo la actividad de la empresa Atalaya Riotinto Minera, a pesar de que esta compañía incumple de manera continuada desde hace más de tres años las condiciones de procesado de los lodos, contribuyendo aceleradamente al deterioro y la inseguridad de las presas que los retienen». La mencionada sociedad garantiza que sus balsas de residuos «presentan un riesgo cero de fallo o accidente», pero los conservacionistas insisten en señalar anomalías. «Parece que no aprendemos mucho de nuestros errores porque los repetimos», lamenta a LA RAZÓN el coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Francisco Segura. «Hay claros incumplimientos de la normativa ambiental en el caso de Riotinto y en el de Aznalcóllar se reproducen esquemas. Se están usando los mismos materiales y prácticas que llevaron a la fatídica rotura de las balsas», condensó.

La Junta celebra la “consolidación” de la industria

El portavoz del Gobierno andaluz, Juan Carlos Blanco, defendió ayer el «avance» que se está produciendo en la «consolidación» de la industria minera en Aznalcóllar (Sevilla) y subrayó que la reapertura de ese yacimiento puede suponer una inversión de más de 350 millones de euros y la creación de más de mil puestos de trabajo.